El triunfo del arquitecto global
Norman Foster obtiene el galard¨®n por su inconfundible obra, repartida en los cinco continentes - "La crisis no deber¨ªa afectar a nuestro oficio", asegura
Yates y rascacielos, el nuevo autob¨²s de Londres y el mayor aeropuerto del mundo. No hay escala ni continente que se le escape al nuevo premio Pr¨ªncipe de Asturias de las Artes. El arquitecto Norman Foster (Manchester, 1935) cree que "todo forma parte de lo mismo. El mundo entero me interesa", dice. Es ese trabajo, ambicioso y meticuloso a la vez, lo que lo ha convertido en el paradigma del arquitecto global. Es el proyectista m¨¢s internacional de todos los tiempos. El 80% de sus estaciones, rascacielos, aeropuertos y puentes se levantan lejos de su pa¨ªs: de Argentina a Qatar, de China a Marruecos. Y trabajar en cualquier lugar del planeta cambia algo m¨¢s que la vida de Foster. Cambia tambi¨¦n la arquitectura. Fiel a su imagen de profesional inquieto, contesta a las preguntas de EL PA?S desde el avi¨®n que lo traslada a Nueva York.
"Todo forma parte de lo mismo. El mundo entero me interesa"
-?No estar¨¢ pilotando?
-No. En esta ocasi¨®n no puedo. Tengo trabajo.
Explica que ya no vuela tantas horas al mes como hace a?os. A¨²n as¨ª, durmi¨® en Madrid, despeg¨® en Londres y pasar¨¢ la noche en Manhattan. "Dado su prestigio y mis conexiones con Espa?a [est¨¢ casado con Elena Ochoa y suyos son el metro de Bilbao, la torre de Caja Madrid o el futuro Camp Nou] es un gran honor recibir el Pr¨ªncipe de Asturias". Lo dice un hombre que, del Pritzker para abajo, parece tener ya todos los premios y que sigue recibiendo, y aceptando, una media de un galard¨®n cada tres meses.
-Tras Niemeyer, S¨¢enz de Oiza y Calatrava, es el cuarto arquitecto que recibe el galard¨®n. ?Qu¨¦ le parece la compa?¨ªa?
-Niemeyer me parece un H¨¦roe. Y el premio, un reconocimiento para la arquitectura. Yo creo en su poder transformador.
?l mismo, uno de los pocos proyectistas fiel a un estilo -el high tech- y a una manera -cartesiana y tecnificada- de pensar la arquitectura, se ha transformado a lo largo de los a?os. En su primera d¨¦cada en activo -los setenta- concluy¨® tres proyectos. En lo que va de siglo ha rubricado 100. ?C¨®mo afectan esos n¨²meros a su obra?
-La arquitectura es una larga espera. La semana pasada nos aprobaron el urbanismo de Duisburg, en Alemania. Hace 19 a?os que ganamos el proyecto. Y s¨®lo ahora comenzaremos a plantar ¨¢rboles. Los n¨²meros enga?an.
M¨¢s n¨²meros. Tiene 74 a?os y no piensa descansar: "Otra vida ser¨ªa tremendamente aburrida". En 40 a?os de profesi¨®n sus retos han cambiado. De ensayar nuevas tecnolog¨ªas constructivas pas¨® a preocuparse por los inquilinos de los edificios, para que tuvieran luz natural y zonas de recreo. Es lo que hizo en su Hong Kong & Shanghai Bank, por entonces, 1986, el edificio m¨¢s caro del mundo: "La arquitectura es cliente y usuario. Determina la calidad de vida de las personas".
Hoy sus retos parecen tener m¨¢s que ver con el tama?o. Suyos son el mayor aeropuerto del mundo -Pek¨ªn- y el puente Milleau -en Francia-, de 2,46 kil¨®metros. Pero en ese dif¨ªcil equilibrio entre lo grande y lo peque?o, los jefes y los empleados, Foster ha aprendido a aterrizar en cualquier sitio.
"Puede que cuidar la construcci¨®n de 100 edificios sea m¨¢s complicado que vigilar la de tres. Pero Foster siempre construye mejor que el 95% de los arquitectos del mundo", declaraba hace pocas semanas a este diario el arquitecto indio Charles Correa. India es uno de sus nuevos retos: "Un mercado nuevo", explica. La terminolog¨ªa empresarial es tambi¨¦n marca de la casa. El a?o pasado, The Sunday Times coloc¨® a Foster & Partners a la cabeza de las empresas privadas con mayores beneficios. Desde el avi¨®n asegura que la crisis tambi¨¦n le ha afectado: "Tal vez menos que a otros porque seguimos ganando concursos y estamos acostumbrados a diversificar los proyectos".
Sus propios edificios entienden de econom¨ªa. Son caros, pero resultan formalmente econ¨®micos. Discretos y alejados del espect¨¢culo, buscan m¨¢s la s¨®lida solvencia que la sorpresa. Ninguno de sus casi 500 trabajos construidos contiene excesos gratuitos, "por eso en ¨¦pocas de crisis no tenemos mucho de donde quitar". No cree que la crisis vaya a cambiar la arquitectura: "No deber¨ªa. Las necesidades de la arquitectura son constantes. Son las de la gente". ?Cree que la idea de arquitectura del Pr¨ªncipe de Asturias difiere de la del Pr¨ªncipe de Gales? "Eso deber¨ªa hablarlo con ellos", bromea. Minucioso y preciso, prol¨ªfico, y discreto, Norman Foster no pone jam¨¢s una pieza fuera de sitio.
Patxi Mangado es arquitecto.
SU LEGADO, EN OCHO ICONOS elegidos por Patxi Mangado
- Reichstag de Berl¨ªn
Demuestra la capacidad simb¨®lica que tiene la arquitectura. Ense?a c¨®mo un ejercicio de arquitectura es capaz de representar el valor y la confianza en un hecho hist¨®rico (la reunificaci¨®n alemana), sirvi¨¦ndose de una pieza reflectante, que es luz y a la vez mirador, describiendo con optimismo una deseada uni¨®n entre pol¨ªtica y pueblo, todo ello con gran valor espacial y fuerza expresiva.
- Aeropuerto de Pek¨ªn
Sin duda, la obra m¨¢s significativa entre sus ¨²ltimas obras. Es incre¨ªble ver c¨®mo resuelve un programa tan complejo de forma tan sencilla. Una sencillez que adem¨¢s de resolver la complejidad del flujo de gente est¨¢ atento a cuestiones presentes en la arquitectura: la relaci¨®n con el paisaje, sostenibilidad y el di¨¢logo con la cultura china.
- Metro de Bilbao
Transforma lo que tradicionalmente es una infraestructura oscura en un trabajo con gran valor espacial, dot¨¢ndolo de una dimensi¨®n casi dom¨¦stica, siendo amable y urbano. Es fant¨¢stico observar la sencillez y la inteligencia de este gusano construido que sale y entra de la superficie con gran capacidad de atracci¨®n y misterio y que, una vez dentro, asombra por su l¨®gica y naturalidad.
- Torre Swiss Re, Londres Una reflexi¨®n donde la estructura y la concepci¨®n espacial del edificio se hacen una. La secci¨®n y la planta cuajada de espacios libres se organizan en espiral y configuran una pieza de gran valor expresivo. Tambi¨¦n es destacable la soluci¨®n urbana de la planta, ya que la forma circular permite liberar un espacio muy interesante
en torno a la torre.
- Biblioteca de la Universidad de Cranfield
En cierta manera es un ejemplo paradigm¨¢tico de un tipo arquitect¨®nico, el de las capas ligeras, que el estudio de Foster ha utilizado repetidamente con sobrada eficacia. Aqu¨ª lo m¨¢s importante suele ser la cuesti¨®n de la luz y la manera en que ¨¦sta se controla, dando lugar a fachadas ligeras, en ocasiones complejas, que pretenden convertirse en elementos de control energ¨¦tico. Se inicia as¨ª una preocupaci¨®n por el control de la energ¨ªa com¨²n a muchos otros trabajos.
- Torre Caja Madrid
Quiz¨¢ ¨¦ste es uno de los edificios m¨¢s corporativos del estudio Foster, y en este sentido, con menos atractivo. No obstante, lo m¨¢s interesante es el desarrollo de la planta y la localizaci¨®n de los elementos estructurales y de comunicaci¨®n en la misma, consiguiendo, sin duda, un resultado eficaz en cuanto al programa que se solicita.
- Crescent Wing (ampliaci¨®n del Centro Sainsbury)
Demuestra, a partir de la elaboraci¨®n de la secci¨®n, una aguda capacidad para integrarse en el paisaje. Una preocupaci¨®n que, por otra parte, ha sido muy habitual en muchos de sus trabajos.
- Mediateca en N?mes
Es un proyecto. extraordinariamente delicado, donde Foster resuelve muy bien el espacio p¨²blico, as¨ª como la relaci¨®n con la preexistencia hist¨®rica que es la Maison Carr¨¦, como tambi¨¦n se la conoce. La estructura ligera y clara, as¨ª como la magistral utilizaci¨®n de los espacios de la escalera, transmiten una sensaci¨®n de facilidad y de maestr¨ªa en la soluci¨®n, que s¨®lo los grandes arquitectos poseen. Un edificio sereno y tranquilo que sabe entender la dimensi¨®n p¨²blica sin necesidad de tener que recurrir a ning¨²n alarde arquitect¨®nico. De lo mejor de Foster.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.