Roma llama al anglicanismo tradicional
El Vaticano crea una estructura para acoger a miles de fieles cr¨ªticos con la apertura de su Iglesia nacional a mujeres y gays - Los conversos mantendr¨¢n su liturgia
El papa Benedicto XVI ha decidido crear una nueva estructura para acoger a quiz¨¢s cientos de miles de tradicionalistas que reniegan de la visi¨®n progresista de la Iglesia anglicana respecto a la homosexualidad y al papel de las mujeres en la Iglesia. Por primera vez desde la reforma protestante y la ruptura entre la Iglesia inglesa y Roma en el siglo XVI, el Papa ha puesto las bases para que comunidades enteras de anglicanos puedan ser admitidos en la Iglesia cat¨®lica sin que tengan que renunciar a su propia liturgia.
Eso significa que Roma aceptar¨¢ en su seno a sacerdotes casados (como ya hace con los cat¨®licos de rito oriental), aunque los obispos anglicanos que se acojan a la nueva congregaci¨®n no ser¨¢n reconocidos como obispos y los sacerdotes que entren en ella solteros no podr¨¢n casarse posteriormente. Hasta ahora, los anglicanos que renegaban de las posiciones progresistas de su Iglesia no ten¨ªan m¨¢s alternativa que aceptarlas, combatirlas desde dentro o convertirse enteramente al catolicismo.
Los sacerdotes casados seguir¨¢n ejerciendo, pero no podr¨¢n ser obispos
El anglicanismo quiz¨¢ gane en coherencia a costa de perder peso
La primera consecuencia que puede esperarse de ese hist¨®rico anuncio es un fuerte debilitamiento del n¨²mero de fieles anglicanos, que ahora suman unos 77 millones en todo el mundo, y especialmente de sacerdotes. La segunda es que se abre el camino para que la Iglesia anglicana apruebe la ordenaci¨®n de mujeres obispos sin ning¨²n tipo de cortapisas, convirti¨¦ndose as¨ª en polo de atracci¨®n de aquellos cristianos que creen que su fe no est¨¢ re?ida con la igualdad entre hombres y mujeres y que reniegan de la obsesiva agresividad de los tradicionalistas hacia los homosexuales. Es decir, la Iglesia anglicana puede perder peso, pero puede ganar en coherencia interna y alejar el fantasma del cisma.
Otra consecuencia puede ser un mayor equilibrio entre anglicanos y cat¨®licos en el Reino Unido, donde se estima que hay unos 25 millones de anglicanos y cinco millones de cat¨®licos. La nueva estructura creada por Roma abre las puertas en particular a los llamados anglo-cat¨®licos, una corriente del anglicanismo que se siente m¨¢s cerca de la liturgia cat¨®lica que de la protestante y que nunca ha acabado de digerir la ordenaci¨®n de mujeres sacerdotes, no digamos ya la creaci¨®n de mujeres obispos.
La nueva estructura fue presentada ayer en Roma por el cardenal estadounidense William Levada, prefecto de la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe, en una rueda de prensa en la que explic¨® que la iniciativa "responde a numerosas peticiones por parte de cl¨¦rigos y fieles anglicanos procedentes de distintas partes del mundo que quieren entrar en plena comuni¨®n con Roma".
Para plasmar su apertura a los tradicionalistas anglicanos, el papa Benedicto XVI se ha inclinado por elaborar una constituci¨®n apost¨®lica, decreto de m¨¢ximo rango y un hecho excepcional en la Iglesia, que prev¨¦ la creaci¨®n de prelaturas personales como la que actualmente ostenta el Opus Dei. De este modo, las comunidades anglicanas que decidan entrar en la Iglesia cat¨®lica depender¨¢n de un obispo particular y no del que les corresponder¨ªa territorialmente en funci¨®n de la di¨®cesis en la que residen. El cardenal Levada defendi¨® que la constituci¨®n apost¨®lica representa "una respuesta razonable y necesaria a un fen¨®meno global y ofrece un ¨²nico modelo can¨®nico para la Iglesia universal adaptable a diversas situaciones locales". Pero descart¨® que se vaya a extender a comunidades como la de San P¨ªo X, que agrupa a seguidores del integrismo cat¨®lico representado por Marcel Lefebvre. "No hay ninguna relaci¨®n entre la apertura hacia los anglicanos y el pr¨®ximo inicio del coloquio con los lefebvrianos", previsto para el 26 de octubre, dijo.
En paralelo a la comparecencia de Levada en Roma se produjo una rueda de prensa conjunta en Londres del arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, y el primado cat¨®lico de Inglaterra y Gales y arzobispo de Westminster, Vincent Nichols. Algunos vieron un s¨ªmbolo de los nuevos tiempos en el hecho de que el encuentro se celebrara en territorio de Nichols.
Los dos l¨ªderes eclesi¨¢sticos emitieron una nota conjunta en la que celebraron que la iniciativa "pone fin a un periodo de incertidumbre para aquellos grupos que han alimentado esperanzas de nuevas v¨ªas para abrazar la unidad con la Iglesia cat¨®lica". Pero algunos analistas subrayaron ayer que la nueva estructura significa de hecho el final del acercamiento entre la Iglesia cat¨®lica y la anglicana.
Rowan Williams, un progresista que se ha ganado las cr¨ªticas de los dos sectores del anglicanismo por sus intentos de contentar a unos sin agraviar a los otros, se esforz¨® por restar importancia al anuncio del Vaticano, que a su juicio "no tiene un impacto negativo en las relaciones de la comuni¨®n como un todo con la Iglesia cat¨®lica".
"No es un acto de agresi¨®n, no es una declaraci¨®n de no confianza. Es business as usual", asegur¨®. Pero el arzobispo de Canterbury no pudo ocultar su enfado por el hecho de que el Vaticano no s¨®lo no le haya consultado sobre sus intenciones, sino que se haya limitado a comunicarle sus planes hace tan s¨®lo "un par de semanas", seg¨²n admiti¨® Williams con la cara roja de contrariedad.
Cinco siglos de desencuentro
- La iglesia anglicana es constituida en tiempos de Enrique VI (1491-1547). Reconoce como supremo gobernador al rey de Inglaterra, que jur¨® mantener y defender la doctrina.
- Pese a los desencuentros dogm¨¢ticos -en 1896 el Papa Le¨®n XIII neg¨® la validez de las ordenaciones anglicanas- el di¨¢logo entre ambas iglesias nunca se ha interrumpido. El impulso m¨¢s importante lo recibi¨® a ra¨ªz del Concilio Vaticano II, con Juan XXIII.
- El 13 de enero de 1966 Michael Ramsey, cabeza de la Iglesia anglicana, se entrevist¨® con Pablo VI y firmaron una declaraci¨®n que llev¨® a la constituci¨®n de la Comisi¨®n Internacional Cat¨®lico-Anglicana.
- 1 de julio de 1986. Los copresidentes de la comisi¨®n conjunta, Cormac Murphy O'Connor por los cat¨®licos, y Mark Santer, obispo anglicano de Kensington, trataron de quitar importancia a la publicaci¨®n de las cartas en las que Juan Pablo II advert¨ªa sobre los problemas que para la reunificaci¨®n supondr¨ªa la ordenaci¨®n de mujeres.
- 2 de octubre de 1989. Juan Pablo II y el primado anglicano, Robert Runcie, sellaron un documento que no hablaba del espinoso problema del primado del Papa, pero s¨ª de la dificultad que para la unidad ha supuesto la decisi¨®n de los anglicanos de conceder los sacramentos del sacerdocio y del episcopado a las mujeres.
- 7 de julio de 2008. El S¨ªnodo General de la Iglesia de Inglaterra autoriza la ordenaci¨®n de mujeres obispos, un asunto que ha provocado una gran divisi¨®n en su seno entre liberales y conservadores. El Vaticano se manifest¨® contrario a esta decisi¨®n y advirti¨® que supondr¨ªa "un obst¨¢culo para la reconciliaci¨®n".
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