Largo adi¨®s al negacionismo
EE UU ya siente en su territorio los efectos del aumento de la temperatura - Obama quiere crear empleo impulsando las energ¨ªas renovables
Dicen los orgullosos ciudadanos de Tejas que all¨ª todo es mejor y m¨¢s grande. As¨ª que, cuando el pasado verano les toc¨® una sequ¨ªa, ¨¦sta fue monumental. El da?o a la econom¨ªa, hasta que comenz¨® a llover en octubre, se estima en 2.300 millones de euros. El panorama en las ¨¢ridas planicies de ese Estado, casi tres veces mayor que Espa?a, era desolador. Ganado agonizante, pastos resecos, tierra agrietada, ¨¢rboles muertos, cortes de agua, familias arruinadas. Un total de 70 condados fueron declarados zona de desastre natural por las temperaturas infernales y los fuegos que asolaban los pastos.
J. David Bamberger, de 81 a?os, toda una eminencia entre los rancheros de Tejas, no cre¨ªa lo que ve¨ªa. De los 11 arroyos de su rancho de 22.000 hect¨¢reas en el Condado de Blanco, al oeste de Austin, nueve estaban secos. "Llegamos hasta el punto de que la supervivencia de las cinco familias que vivimos aqu¨ª estaba en riesgo. Nos est¨¢bamos quedando sin agua para beber", explica. As¨ª que decidi¨® malvender su ganado.
El verano dej¨® en Tejas pastos resecos, tierra agrietada, ganado agonizante
Se libr¨® de unas 160 reses y unas 400 cabras. En sus praderas, ahora de tierra agrietada y sedienta, se secaron 1.000 robles y 100 cipreses. Cuando llovi¨®, poco, en octubre, la tierra se trag¨® casi toda el agua. Los acu¨ªferos a¨²n no se han repuesto. "Aquella lluvia fue un alivio pasajero, muy breve. Yo no me canso de advertir a los dem¨¢s rancheros de que esta sequ¨ªa no ha acabado. Me dicen que es la peor en 50 a?os. Y yo respondo que es la peor en un siglo".
A todos los que hayan dudado de la existencia del cambio clim¨¢tico, Bamberger les invita a visitar su rancho. O cualquier otro en Tejas, Nuevo M¨¦xico, Arizona o el sur de California. El propio ex presidente Bush, un negacionista convencido del cambio clim¨¢tico, lo habr¨¢ podido ver de cerca, desde su nueva residencia en Dallas. Pero su opini¨®n poco cuenta ya. Con la llegada de Barack Obama al Gobierno, atr¨¢s quedan a?os de duda oficial sobre la influencia humana en el aumento de la temperatura global.
Obama es ecologista, un presidente que ha apoyado una ley que impondr¨ªa un l¨ªmite a las emisiones contaminantes por parte de centrales energ¨¦ticas, f¨¢bricas y refiner¨ªas, aprobada en verano por la C¨¢mara de Representantes y que a¨²n debe admitir a tr¨¢mite el Senado. La pr¨®xima semana acudir¨¢ a la cumbre del clima de la ONU en Copenhague dispuesto a llegar a un compromiso pol¨ªtico con las dem¨¢s naciones. Obama ha tomado medidas concretas, impulsando las energ¨ªas renovables. En una visita a California, el pasado mes de marzo, el presidente dijo: "Podemos dejar que el cambio clim¨¢tico siga actuando calladamente o tomar medidas para detenerlo. Podemos hacer que el empleo futuro se cree en el extranjero o crearlo aqu¨ª en Am¨¦rica, construyendo los cimientos de una duradera prosperidad".
A aquellos que tem¨ªan que poner l¨ªmites a la contaminaci¨®n se fuera a traducir en una debacle norteamericana en el comercio internacional, el presidente les dijo que el ecologismo pod¨ªa ser una fuente de prosperidad empresarial. El objetivo inmediato de Obama y de la mayor¨ªa dem¨®crata en el Congreso es doblar el consumo de energ¨ªas renovables, del 7% al 14% del consumo total de energ¨ªa del pa¨ªs, en tres a?os. Con pa¨ªses como Espa?a como modelo, Obama quiere crear toda una nueva econom¨ªa de las energ¨ªas renovables que dinamice Estados que hace d¨¦cadas fueron cuna de una industria floreciente y hoy agonizan hundidos en el paro. S¨®lo Ohio y Michigan, por ejemplo, han perdido unos 700.000 puestos de trabajo en una d¨¦cada.
A finales de a?o, el Gobierno habr¨¢ invertido en 2009 unos 148.000 millones de euros en subvenciones para impulsar la energ¨ªa e¨®lica, solar e hidr¨¢ulica, una buena parte de ellos procedentes del Plan de Est¨ªmulo Econ¨®mico. Del presupuesto total del a?o que viene, un 4%, 100.000 millones de euros, se utilizar¨¢ con el mismo fin.
El pasado junio, un informe federal publicado por el Programa de Investigaci¨®n en Cambios Globales, avisaba de las modificaciones en el clima que ya se sienten en EE UU, una naci¨®n que durante mucho tiempo ha ignorado su suerte. J. David Bamberger, desde su rancho seco, recuerda las ense?anzas de Charles Darwin: "Las pocas especies que han sobrevivido tantos a?os de evoluci¨®n lo han hecho porque han sabido adaptarse a un medio ambiente en transformaci¨®n. De nosotros depende lo que nos vaya a suceder".
EE UU: situaci¨®n de partida
- Emisiones. EE UU emiti¨® en 2008 unos 5.879 millones de toneladas de CO2, 19,3 toneladas por persona, seg¨²n las estimaciones de la agencia de informaci¨®n energ¨¦tica del Gobierno. Es el segundo pa¨ªs m¨¢s contaminante del mundo despu¨¦s de China.
- Ante Copenhague. Despu¨¦s de posturas enfrentadas entre ecologistas e industriales, Barack Obama acudir¨¢ a Copenhague dispuesto a negociar y a aceptar unos l¨ªmites razonables a la emisi¨®n de gases.
- ?Qu¨¦ se juega? Los efectos del cambio clim¨¢tico se sienten ya en la mayor econom¨ªa mundial. Tejas ha vivido este a?o una enorme sequ¨ªa, con p¨¦rdidas millonarias. La temperatura en el Medio Oeste, la zona industrial del pa¨ªs, ha aumentado tres grados en los ¨²ltimos 30 a?os. La agricultura y la ganader¨ªa se resienten.
- Petr¨®leo. Algunos pol¨ªticos exigen que se abran m¨¢s zonas protegidas a perforaciones petrol¨ªferas, sin tener en cuenta el desastre natural.
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