El l¨ªder de USO inicia una huelga de hambre por la continuidad de su empresa

El secretario general del sindicato USO Euskadi, Juan Mar¨ªa Vicente, inici¨® ayer una huelga de hambre para exigir la puesta en marcha del plan acordado hace dos a?os entre la direcci¨®n de la fundici¨®n en la que ¨¦l mismo trabajaba (Fundifes) y los empleados para salvar la actividad de la empresa. Ese plan basaba la supervivencia de la firma en la venta de los terrenos de una vieja factor¨ªa que ¨¦sta ten¨ªa en Durango (Vizcaya). Vicente denuncia que el Ayuntamiento de esta localidad no ha hecho nada para recalificar este suelo en dos a?os y que con ello "bloquea" la puesta en marcha de este plan social de viabilidad que dar¨ªa empleo al menos a cien personas.

Antes de 2006, las empresas Otsaila y Fundifes, dedicadas a la fundici¨®n de acero para veh¨ªculos, daban trabajo en sus dos plantas a unos 220 trabajadores. En 2007, su p¨¦sima situaci¨®n econ¨®mica las llev¨® a un proceso de liquidaci¨®n, pero un acuerdo entre la administraci¨®n concursal y los trabajadores permiti¨® elaborar un plan social, aprobado por el Gobierno vasco, que deb¨ªa garantizar el trabajo a m¨¢s de la mitad de la plantilla de ambas sociedades en una ¨²nica planta, en Vitoria.

Para financiar el relanzamiento de la empresa, los trabajadores ten¨ªan que poner 9,9 millones de euros. Esa cantidad que, evidentemente, no pose¨ªan, se aportar¨ªa mediante una hipoteca ligada a la recalificaci¨®n y venta del suelo de la empresa en Durango, cedido a los trabajadores. La operaci¨®n fue dise?ada y supervisada por los asesores, arquitectos y juristas contratados por los empleados y la administraci¨®n concursal. Seg¨²n Vicente, hay acuerdo entre ¨¦stos y los t¨¦cnicos municipales de Durango, "pero ha faltado que la alcaldesa [Aitziber Irigoras, PNV] haya liderado el proyecto".

P¨¦rdida de oportunidad

El propio secretario general de USO reconoci¨® ayer que la tardanza ha supuesto una "p¨¦rdida de oportunidad", dada la mala situaci¨®n del mercado inmobiliario. "Hab¨ªa muchas posibilidades de que el proyecto hubiera funcionado. Los trabajadores estar¨ªan ya en Vitoria", explic¨® con cierta melancol¨ªa, antes de reafirmar su confianza en que el plan pueda a¨²n salir adelante.

No todos los trabajadores opinan igual. ELA se ha desmarcado de este plan que s¨ª suscriben UGT y CC OO y reclama un nuevo acuerdo y el cumplimiento estricto del plan social con independencia del proceso de recalificaci¨®n. El de la divisi¨®n no es el ¨²nico problema de los trabajadores; a la mayor¨ªa se les han agotado ya las prestaciones por desempleo, seg¨²n record¨® Vicente: "Algunos han perdido sus casas".