El Gobierno penalizar¨¢ a las empresas que abusen de la contrataci¨®n temporal

Les entreg¨® un texto de 17 p¨¢ginas, incluidas cuatro de resumen, que sienta las bases de la futura reforma laboral. Unas bases, eso s¨ª, lo suficientemente gen¨¦ricas e inconcretas como para ser bien recibidas a la vez por los representantes de los trabajadores y empresarios.

El presidente admiti¨® que el Ejecutivo cuenta con una propuesta m¨¢s detallada, pero prefiere guardarla para m¨¢s adelante. Tras el revuelo por la reforma de las pensiones, se esperaba que el Gobierno anduviera con pies de plomo en esta ocasi¨®n. As¨ª en el documento abundan expresiones del tipo "deber¨ªa ser posible examinar si..." o "no deber¨ªamos desechar el debate sobre..." S¨ª son contundentes las negaciones, las l¨ªneas rojas: "No se reducen las indemnizaciones por despido" y "no va a haber contrato ¨²nico".

"Caben otras propuestas sobre las pensiones", dice Zapatero

"El Gobierno hace reformas para los ciudadanos, no para los mercados"

Con todo, el Gobierno marca algunos objetivos claros, como penalizar la contrataci¨®n temporal e incentivar la indefinida, mejorar el contrato a tiempo parcial o favorecer la reducci¨®n de jornada frente al despido como forma de ajuste temporal del empleo, en l¨ªnea con el modelo alem¨¢n.

Uno de los ejes de la reforma es la reducci¨®n de la temporalidad. El Ejecutivo pretende allanar el camino a las empresas que apuesten por el contrato indefinido y endurecerlo para las f¨®rmulas temporales. Aunque muy rebajado respecto a las pretensiones iniciales, el documento contiene algunas medidas concretas para desincentivar el uso abusivo del contrato temporal. La m¨¢s detallada consiste en obligar a los empresarios que m¨¢s recurran a ellos a sufragar parte del desempleo que perciben sus trabajadores cuando se quedan sin trabajo.

Esa traslaci¨®n de costes de las arcas p¨²blicas a las empresas se ver¨ªa acompa?ada de una mejor definici¨®n de las causas que justifican el uso del contrato eventual, que se ha generalizado en las empresas como f¨®rmula de acceso. Adem¨¢s, el Ejecutivo plantea encarecer el despido en contratos temporales (ocho d¨ªas por a?o trabajado) y elevar la cotizaci¨®n por desempleo. Junto a ello, el Gobierno quiere aumentar las inspecciones de Trabajo para controlar la contrataci¨®n temporal injustificada o realizada en fraude de ley.

Sobre la comparecencia de Zapatero, realizada anoche en Moncloa tras dos horas de debate con los agentes sociales, plane¨® la idea de abaratar el coste del despido, el punto m¨¢s espinoso de la negociaci¨®n. El presidente se mostr¨® tajante: "Los trabajadores no van a perder derechos", aunque la redacci¨®n tan abierta -y en algunos casos ambigua- de la propuesta invita a pensar que se abordar¨¢ el debate. Previsiblemente se buscar¨¢ una f¨®rmula que no hiera a los sindicatos y al mismo tiempo atienda en parte las propuestas de la patronal.

Esa tercera v¨ªa consistir¨ªa en ampliar las posibilidades del llamado contrato de fomento de la contrataci¨®n indefinida, una figura poco explotada que establece un despido m¨¢s barato (33 d¨ªas por a?o trabajado) para colectivos de dif¨ªcil inserci¨®n laboral. Entre estos colectivos ya estaban los menores de 30 a?os, los mayores de 45 y las mujeres desempleadas de cualquier edad en la mayor¨ªa de los casos y los parados de larga duraci¨®n. En la pr¨¢ctica, por tanto, s¨®lo los hombres de 30 a 45 a?os -y no todos- est¨¢n excluidos, con la regulaci¨®n actual, de ese contrato, por lo que la hip¨®tesis m¨¢s plausible consistir¨ªa en ampliar a este colectivo el paraguas de ese contrato. El presidente rehus¨® entrar en detalles y remiti¨® el resultado a la negociaci¨®n, convencido de que "las reformas laborales son aut¨¦nticamente ¨²tiles si son acordadas".

El documento presentado ayer a los agentes sociales ha sufrido diversas modificaciones en las ¨²ltimas horas para adecuarlo al tono as¨¦ptico que le exig¨ªan empresarios y sindicatos para no empezar con mal pie la negociaci¨®n. Pero esa falta de concreci¨®n no debe implicar un di¨¢logo m¨¢s lento de lo que requiere la situaci¨®n econ¨®mica. "Lo vamos a hacer con premura porque esta reforma ser¨¢ un factor de confianza", asegur¨® Zapatero, sin comprometer un plazo.Zapatero aprovech¨® tambi¨¦n la comparecencia para aludir al asunto que mayor sorpresa y confrontaci¨®n ha provocado en los sindicatos: la reforma de las pensiones. Y lanz¨® el primer mensaje pol¨ªtico de esa reforma, hasta ahora poco argumentada por el Ejecutivo pese a su trascendencia: "Esta propuesta no tiene que ver con el calendario pol¨ªtico, sino con el futuro de este pa¨ªs. Es un debate importante, aunque cueste cr¨ªticas en la primera fase". El presidente se mostr¨® dispuesto a escuchar ideas -"por supuesto que caben otras propuestas"- y se?al¨® el retraso de la edad de jubilaci¨®n permite seguir elevando las pensiones m¨¢s bajas.

Zapatero se esforz¨® en la comparecencia posterior a la reuni¨®n por lanzar un mensaje de confianza en Espa?a, incluso aprovechando preguntas que no alud¨ªan directamente a esa materia. "La vuelta al crecimiento econ¨®mico se ir¨¢ afianzando poco a poco en 2010", arranc¨® el presidente, que desde?¨® el castigo que ha sufrido Espa?a en los mercados y asegur¨® que el Ejecutivo no trabaja para contentarlos. "El Gobierno hace reformas para los ciudadanos, no para los mercados", enfatiz¨® ante el an¨¢lisis predominante de que las medidas anunciadas en los ¨²ltimos d¨ªas -el plan de austeridad, la reforma de las pensiones y los cambios laborales- intentan apaciguar el ensa?amiento de los inversores con Espa?a.

Zapatero incluso convirti¨® los supuestos ataques especulativos contra Espa?a en una cruzada contra el euro. "Es una moneda fuerte y estable. Vamos a defenderla", se anticip¨®. No quiso, sin embargo, comentar las palabras de Almunia, que equipar¨® la situaci¨®n espa?ola con la griega y la portuguesa