"No podemos pararlo, pero s¨ª hacerles reflexionar"

A las 19.30 de ayer, Sarah Rothmeier, universitaria austriaca de 21 a?os, se dirigi¨® a varios miles de estudiantes frente al antiguo Palacio Imperial Hofburg, en Viena. La manifestaci¨®n contra el proceso de Bolonia, que hab¨ªa comenzado a eso de las 15.00, se daba por concluida. "No podremos detener el proceso de Bolonia. Pero a lo mejor se detienen ellos a reflexionar si les indicamos d¨®nde est¨¢n los problemas y demostramos que el rechazo es amplio, que se extiende por toda Europa", dice Rothmeier.

Los estudiantes, muchos procedentes de otros pa¨ªses europeos, se han dado cita en Viena para protestar ante la cumbre de los responsables de educaci¨®n de los 47 pa¨ªses que han firmado Bolonia. Llevar¨¢n a cabo "una cumbre alternativa", dice Rothmeier, "con debates para intercambiar informaci¨®n sobre diferentes aplicaciones del proceso de Bolonia en cada pa¨ªs, y tenemos el s¨¢bado 52 talleres sobre diversos temas".

Las protestas de alumnos anti-Bolonia fueron muy importantes el curso pasado en Espa?a. Este a?o han continuado en pa¨ªses como Alemania o Austria. Al mezclarse las l¨ªneas b¨¢sicas de la reforma con las pol¨ªticas de cada pa¨ªs (m¨¢s o menos financiaci¨®n, matr¨ªculas m¨¢s o menos caras, sistemas m¨¢s o menos centralizados), las protestas (que carecen de una organizaci¨®n vertical) difieren en cada lugar. El punto com¨²n es el miedo a una posible "mercantilizaci¨®n" de la universidad, con carreras que s¨®lo miren a las necesidades del mercado laboral, olvidando los conocimientos puros o el esp¨ªritu cr¨ªtico.

"Estamos decidiendo qu¨¦ universidad queremos", dice Enrique Maesu, estudiante de Ciencias Politicas de la Complutense de Madrid (20 a?os). Maesu calcula que, junto a ¨¦l, han llegado unos 50 estudiantes de Madrid, Granada, M¨¢laga o Barcelona. "En cada Estado los estudiantes tienen reivindicaciones espec¨ªficas, pero hay reivindicaciones globales porque el proceso forma parte del arreglo neoliberal en cada uno de esos pa¨ªses". Tambi¨¦n sabe que no parar¨¢n el proceso con sus protestas, pero quieren que les vean y escuchen: "Aunque los polic¨ªas nos den palos". Ayer intentaron impedir la entrada de las delegaciones al Palacio Imperial, aunque s¨®lo consiguieron que no lo hicieran por la puerta principal.