Alonso vuelve a reconocerse
En su debut con Ferrari, el espa?ol firma una carrera sin grietas y demuestra que sigue siendo implacable - A Vettel le falla el coche cuando va en cabeza y Massa es segundo
Las trayectorias de Fernando Alonso y Ferrari han ido enmara?¨¢ndose desde que el asturiano debut¨® en la f¨®rmula 1 (2001) y hasta ayer, cuando se ba?¨® en champ¨¢n por primera vez como ganador de un gran premio enfundado en el mono rojo de la Scuderia. Primero dej¨® plantado y con cara de pasmarote a Jean Todt, luego destron¨® a Michael Schumacher cuando el alem¨¢n era el faro que iluminaba Maranello, y ahora, a?os despu¨¦s, ha recalado en el garaje de los sue?os para convertirse en su nuevo l¨ªder. Por m¨¢s que se empe?e en relativizar su haza?a, la victoria que ayer conquist¨® en Bahrein tiene una carga simb¨®lica tremenda, y no s¨®lo porque le sit¨²e en el mismo plano que Mario Andretti (1971), Nigel Mansell (1989) y Kimi Raikkonen (2007), los tres corredores que, como ¨¦l, debutaron con victoria la primera vez que se subieron a uno de los coches de il cavallino rampante. M¨¢s all¨¢ de situarle al frente del Mundial, el bot¨ªn lleva impl¨ªcito un mensaje encriptado. El recado es para Felipe Massa, su compa?ero, y para todo el espectro de Ferrari.
Al adelantar a Massa en la salida, prob¨® que no ha perdido ni un gramo de agresividad
Stefano Domenicali, m¨¢ximo responsable de la estructura, hab¨ªa advertido a sus dos pilotos de que no quer¨ªa l¨ªos. Sin embargo, a Alonso le volvieron a aflorar los colmillos justo cuando los sem¨¢foros se apagaron, tir¨® de manual, y le hizo la primera jugarreta del curso a su vecino de taller. Tres a?os despu¨¦s, el asturiano demostr¨® que no ha perdido ni un gramo de esa agresividad que, en su d¨ªa (2005), le convirti¨® en el campe¨®n del mundo m¨¢s joven de la historia.
En esa maniobra volvi¨® a reconocerse como ese piloto que es capaz de llevar al m¨¢ximo un monoplaza de 800 caballos y, al mismo tiempo, controlar todo lo que ocurre en su periferia para detectar cualquier fallo, por peque?o que sea, que le permita sacar tajada. En definitiva, esa faceta que parec¨ªa haberse perdido en sus ¨²ltimos dos a?os en Renault y que ayer recuper¨® hasta dos veces. Primero con Massa y luego con Vettel, a quien forz¨® durante todo el tiempo hasta que el Red Bull se resquebraj¨®, dejando el camino despejado a los dos Ferrari para que firmaran el doblete n¨²mero 80 de su historia.
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