La rebaja de cotizaciones enfrenta a Gobierno y patronal

Los empresarios acuden a todas las reuniones del di¨¢logo social con una demanda principal bajo el brazo: la rebaja de las cotizaciones sociales. Esa cantidad, que supone un 28% del salario bruto, sirve para sufragar las pensiones que los trabajadores cobrar¨¢n en un futuro. El argumento que esgrime la patronal es que si se rebajan esas cuotas, la carga fiscal sobre la contrataci¨®n ser¨¢ menor y se podr¨¢ crear m¨¢s empleo. Pero el Gobierno es reacio a aceptar esta demanda justo ahora, cuando se debate una reforma de las pensiones que debe garantizar la sostenibililidad futura del sistema.

La aportaci¨®n de empresarios y trabajadores a las arcas de las pensiones es de las m¨¢s elevadas de la OCDE, seg¨²n datos de esta organizaci¨®n, que aglutina a las 30 econom¨ªas m¨¢s desarrolladas del mundo. El 28,3% de Espa?a supera la media de esos pa¨ªses (21%), aunque los datos no son totalmente homologables. Hay que tener en cuenta que algunos pa¨ªses obligan por ley a sus empresas a hacer contribuciones a fondos de pensiones privados, una cantidad no incluida en esa estad¨ªstica, aunque supone igualmente una carga para las compa?¨ªas.

Las compa?¨ªas piden pagar menos para crear m¨¢s empleo

El Banco de Espa?a recomienda eliminar los topes de cotizaci¨®n

Si se toman los datos del Banco de Espa?a sobre cotizaciones sociales en la empresa manufacturera (no hay datos del resto), el porcentaje de esos pagos sobre la cifra neta de negocio representa un 2,8%, igual que Finlandia y por debajo del 4,4% de Francia y el 3,4% de Portugal.

"La rebaja de cotizaciones no tiene ning¨²n margen [en la reforma de pensiones]", zanja el secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado. Este alto cargo alude a la parte de las cotizaciones destinada a garantizar el sistema de pensiones; hay otras cuotas, adicionales a ese 28,3%, que engrosan la hucha del desempleo, el Fondo de Garant¨ªa Salarial y la caja para accidentes laborales y enfermedades profesionales. Ah¨ª s¨ª puede haber alg¨²n cambio, sometido ahora a debate en la reforma laboral que intentan pactar Gobierno, patronal y sindicatos.

La CEOE ha rehusado pronunciarse sobre este asunto con el argumento de que sus dirigentes no quieren interferir en la negociaci¨®n sobre reforma laboral. No obstante, fuentes empresariales detallan la postura oficial de este colectivo: existe una "sobrecotizaci¨®n" a la Seguridad Social que "penaliza el empleo y la competitividad de las empresas". La patronal critica que se haya mantenido el excedente del fondo de pensiones en un a?o de crisis como 2009 en lugar de destinar ese dinero a rebajar cuotas.

"Me parece suicida pensar en una rebaja de las cotizaciones", considera C¨¦sar Molinas, director de la consultora Multa Paucis y autor de un estudio de pensiones para la Fundaci¨®n de Estudios Financieros. Este experto rechaza que las pensiones se puedan financiar con impuestos como el IVA, pues "tienen que ser aportaciones contributivas".

Como soluci¨®n para mejorar los ingresos, el Banco de Espa?a propone en un informe sobre reforma de las pensiones elevar las cotizaciones, aunque reconoce que esa medida podr¨ªa tener "consecuencias negativas sobre el empleo". M¨¢s plausible considera eliminar los topes salariales (m¨¢ximos y m¨ªnimos) sobre los que se aplica la cotizaci¨®n. En la actualidad, por muy elevado que sea un salario, la cotizaci¨®n se calcula como un 28,3% sobre la base m¨¢xima, que son 3.198 euros al mes. Quitar ese tope y tambi¨¦n el m¨ªnimo (738,9 euros al mes para ayudantes, oficiales, subalternos y otras categor¨ªas similares) "convertir¨ªa el impuesto en proporcional y eliminar¨ªa su actual regresividad", apunta el Banco de Espa?a, es decir, habr¨ªa una mayor correspondencia entre retribuciones y aportaciones.

Otra de las sugerencias del Banco de Espa?a para sanear las cuentas apunta precisamente a una de las disfunciones del sistema: la frontera difusa que existe entre lo contributivo y lo no contributivo. Las aportaciones de empresas y trabajadores a la Seguridad Social deber¨ªan servir s¨®lo para financiar pensiones contributivas (las de aquellos que han cotizado) y no las no contributivas o la cantidad que el Estado aporta a la pensi¨®n del que no ha cotizado lo suficiente para llegar al m¨ªnimo legal. En la actualidad a¨²n hay m¨¢s de 4.000 millones de euros anuales que deber¨ªan salir de los Presupuestos Generales del Estado pero que se detraen de las cotizaciones sociales. Este organismo recomienda separar esas dos partidas completamente y "garantizar que la totalidad de los super¨¢vits que se est¨¢n produciendo en el sistema contributivo se mantengan en el propio sistema y sirvan para aumentar el Fondo de Reserva".

?sta es una de las reclamaciones que m¨¢s acuerdo concita entre empresarios, sindicatos y expertos. En principio, la fecha l¨ªmite para que el Estado financie ¨ªntegramente la parte que complementa las pensiones que no llegan al m¨ªnimo era 2013, pero las urgencias presupuestarias y la necesidad de reducir el d¨¦ficit con recortes adicionales ponen en duda ese horizonte. "Habr¨ªa que culminar ya esa separaci¨®n de fuentes", reclama Carlos Bravo, responsable de Seguridad Social de Comisiones Obreras. Carmen L¨®pez, de UGT, a?ade que si en un futuro las cotizaciones sociales no bastan para sufragar las pensiones, "el Estado tendr¨ªa que hacer aportaciones" para garantizar que el sistema no se venga abajo.