Cuando el tama?o importa (en el rock)
Cuentan que Paul McCartney, vegetariano militante, pidi¨® que mientras actuaba en Rock in Rio en Lisboa no se sirviera carne en un kil¨®metro a la redonda del escenario. "Es verdad", confirma Roberto Medina, el fundador y director del certamen. ?Y qu¨¦ hicieron? "Le dijimos que en el recinto del festival se pod¨ªa intentar, pero que un kil¨®metro a la redonda iba mucho m¨¢s all¨¢ y que no ¨ªbamos a ir bar por bar y restaurante por restaurante prohibiendo servir carne", explica, haciendo ese gesto universal agitando los dedos de una mano que significa "?qu¨¦ se cree?".
Aquella actuaci¨®n fue en el a?o 2004. Se trataba de la primera vez que la marca Rock in Rio abandonaba su pa¨ªs de origen y se mov¨ªa al otro lado del Atl¨¢ntico. El pasado fin de semana se celebr¨® la cuarta edici¨®n portuguesa, y el viernes comienza la segunda de Rock in Rio Madrid, dos a?os despu¨¦s de la primera en el mismo lugar, un elefanti¨¢sico recinto llamado Ciudad del Rock, construido ex profeso en Arganda del Rey, a 22 kil¨®metros de la capital.
Caben artistas para fans como Miley Cyrus y Motorh?ad, el rock m¨¢s aut¨¦ntico del mundo
En enero se cumpli¨® el 25? aniversario del primer Rock in Rio, aquel que se celebr¨® en la Barra de Tijuca, en Rio de Janeiro, en enero de 1985. "No hab¨ªa nada, tuvimos que inventarlo todo", recuerda Medina en su oficina de Madrid. Narra con todo detalle c¨®mo cre¨® una estructura de tuber¨ªas subterr¨¢neas que bombeaban cerveza desde camiones cisterna hasta las barras. O c¨®mo dise?¨® la distribuci¨®n de las luces. "Cre¨¦ una estructura potent¨ªsima llamada 'estructura monumental' para iluminar la platea. Pensaba en la televisi¨®n. Les dije: 'Lo que pasa en el escenario ya lo enfocan los equipos de v¨ªdeo de los grupos, las im¨¢genes que vais a conseguir ah¨ª son la misma mierda de todos los conciertos. Lo que pasa abajo es lo que es ¨²nico, 250.000 personas cantando con Freddy Mercury. Eso es lo que hay que iluminar".
Su forma de ver el festival es muy distinta a la de los promotores m¨ªticos. No se vende como el joven ingenuo Elliot Tiber, al que un sue?o, Woodstock, se le fue de las manos. No es Michael Eavis, un ex hippy que a¨²n dirige Glastonbury desde la cocina de su granja. ?l es un productor, un logista, un publicista, un hombre de negocios. "Los festivales del mundo, todos, est¨¢n hechos por promotores. Contratan a grupos y venden entradas. Yo he hecho un proyecto de comunicaci¨®n que tiene bandas, que tambi¨¦n vende entradas, pero su recaudaci¨®n, el 55%, procede de las marcas. Cuando los tiques se ponen a la venta, una parte importante est¨¢ ya pagada".
Es una diferencia b¨¢sica. En su biograf¨ªa, que no casualmente se titula El vendedor de sue?os, narra el hecho fundacional de la dinast¨ªa. Abraham Medina, su padre, al que admira profundamente, era due?o de la cadena de electrodom¨¦sticos m¨¢s grande de Brasil. En 1959 decidi¨® adelantarse a los competidores comercializando uno nuevo: el televisor. Compr¨® miles de aparatos y lanz¨® una campa?a para colocarlos en todos los hogares del pa¨ªs. Pero no funcion¨®. Los aparatos acumulaban polvo en un almac¨¦n. Abraham analiz¨® el problema y lleg¨® a una conclusi¨®n: si no se vend¨ªan era porque no hab¨ªa nada que ver. Su soluci¨®n, crear una productora que elaborara contenidos para las cadenas. Su producto, Noite de gala, un programa espectacular con una orquesta sinf¨®nica dirigida por Tom Jobim y especializada en traer a grandes nombres internacionales del espect¨¢culo. Funcion¨®.
Algo as¨ª es Rock in Rio. Un festival, pero tambi¨¦n un espect¨¢culo familiar de s¨¢bado por la noche. Es un fen¨®meno tan ¨²nico que resulta confuso. D¨®nde situar un concepto en el que, como ocurrir¨¢ en Madrid, cabe Miley Cyrus, el fen¨®meno de fans m¨¢s prefabricado del momento, y Motorh?ad, el grupo de rock and roll m¨¢s real que ha visto jam¨¢s el planeta. C¨®mo valorar un lugar tan exc¨¦ntrico que las estrellas del anticapitalismo como Rage Against The Machine act¨²an entre centros comerciales y pases de moda. "No es para un nicho, quiero que sea para todas las tribus. Para todo el mundo, padres e hijos. Claro que es un modelo distinto. Por supuesto que es comercial. Todo lo es en este mundo. Mi propuesta es que sea c¨®modo para j¨®venes y mayores. Con el mejor sonido, el mejor escenario. Tiene que ser comercial. No tengo nada contra modelos distintos como el FiB, pero este es el m¨ªo".
Tampoco oculta que la pata espa?ola de su marca es la que m¨¢s quebraderos de cabeza le da. Cuando decidi¨® montar aqu¨ª el festival, se mud¨® a la capital. Y en Madrid vive hace tres a?os. "Es la ¨²nica manera de conocer el sitio. Moverte por las calles, conocer a la gente. Reconozco que hubo un momento en que estuve a punto de dejarlo. Ten¨ªa casi sesenta a?os. No ten¨ªa por qu¨¦ pelear tanto. Pero me gustan los retos y record¨¦ la primera vez.
Seg¨²n cuenta, a mediados de los ochenta, con treinta y tantos a?os y una posici¨®n holgada, decidi¨® hacer algo por su ciudad y su pa¨ªs que sal¨ªan de veinte a?os de una oscura dictadura militar. "Quer¨ªa hacer algo alegre para los j¨®venes". En su camino se cruz¨® una marca de cervezas que quer¨ªa renovar su imagen. ?l, que no reh¨²ye t¨¦rminos como visionario para definirse, les propuso hacer un festival de rock. Pero no uno cualquiera: el m¨¢s grande del mundo. "Yo no sab¨ªa la poca tradici¨®n de traer grupos que hab¨ªa en Brasil. Ni que eso ten¨ªa importancia. Yo pensaba que si ten¨ªas patrocinador, pagabas un cach¨¦ y hecho. Pero hice presentaciones en Nueva York para los agentes de 70 grupos y consegu¨ª 70 noes".
Su ¨²nica experiencia hab¨ªa sido llevar a Frank Sinatra a una serie de multitudinarios shows a R¨ªo. Al final recurri¨® al agente de la estrella. "Le dije que me encontraba en una situaci¨®n dif¨ªcil. S¨®lo quer¨ªa que la prensa me escuchara". Le echaron una mano para convocar una rueda de prensa. Gracias a la cobertura, asegura, "al cabo de dos d¨ªas los agentes hac¨ªan cola". El primero en firmar fue Ozzy Osbourne. El ex cantante de Black Sabbath era el rockero con peor reputaci¨®n del mundo. La leyenda dec¨ªa que cada noche decapitaba a un murci¨¦lago con la boca en el escenario. "Yo no sab¨ªa si era verdad, pero se lo prohib¨ª por contrato? por si acaso". En su segundo concierto en Rock in Rio, alguien arroj¨® al escenario una gallina. "Se ri¨®, pero no la mordi¨®", cuenta Medina.
Todo era nuevo y excitante, recuerda un cuarto de siglo despu¨¦s. Y problem¨¢tico. "Quer¨ªamos contar con AC/DC como fuera, pero hab¨ªa un problema. Ellos viajaban a todas partes con una campana de metal que pesaba tonelada y media, para dar un ¨²nico gong. Llevarla hasta Brasil costaba una fortuna". Medina intent¨® por todos los medios convencer a los australianos de que no trajeran aquel cachivache. Pero no hubo manera. Sin campana no hab¨ªa banda. "Al final transig¨ª. Se trajo, se mont¨® y son¨®. A?os despu¨¦s, el jefe de tramoyistas me confes¨® que descubrieron que era imposible que el escenario aguantara su peso. As¨ª que lo que vimos fue una reproducci¨®n en escayola y el sonido estaba grabado. Pero en aquel momento nadie se atrevi¨® a cont¨¢rmelo".
Con el tiempo, esa primera edici¨®n de Rock in Rio ha entrado en la mitolog¨ªa de las grandes cifras. Fueron nueve noches y 1.300.000 asistentes. En 1991 hubo segunda edici¨®n. Pero ya era algo m¨¢s peque?o. No se celebr¨® en la Ciudad del Rock, sino en el estadio de Maracan¨¢. Los cabezas de cartel fueron Guns N' Roses, Judas Priest, Megadeth, George Michael y Prince. "Prince pidi¨® a ¨²ltima hora 300 toallas blancas en el camerino. Ten¨ªamos 30, era festivo, estaba todo cerrado y no sab¨ªamos qu¨¦ hacer. Al final mandamos a nuestra gente a los hoteles a comprar toallas al precio que fuera. Lo conseguimos. Y el muy? s¨®lo us¨® tres", recuerda Medina.
Habr¨ªa una tercera en 2001. R.E.M., 'N Sync, Oasis, Iron Maiden, Neil Young, Red Hot Chili Peppers y Guns N' Roses. Estos ¨²ltimos tra¨ªan una nueva formaci¨®n que inclu¨ªa a Nick Oliveri, un m¨²sico salido de las filas de Queens Of The Stone Age. Apareci¨® en el escenario desnudo. Fue detenido por esc¨¢ndalo p¨²blico y puesto despu¨¦s en libertad.
Resulta curioso que una banda como los Guns N' Roses repitiera. Problem¨¢tica y dada a hundir por capricho cualquier planificaci¨®n previa, no encaja en un certamen que presume de tenerlo todo medido al mil¨ªmetro. El mismo Medina cuenta c¨®mo antes de la primera edici¨®n, cuando le dijeron que en los festivales de rock los horarios eran simplemente una referencia y que nunca se cumpl¨ªan, reuni¨® en una cena a las estrellas y les advirti¨® de que un retraso de m¨¢s de cinco minutos significar¨ªa no cobrar. "Yo me gu¨ªo por encuestas. Pregunto qui¨¦n quiere ver el p¨²blico y con los resultados hago una lista. Y voy a por el primero. Si es Guns N' Roses, mala suerte para m¨ª. Pero creo que es lo m¨¢s democr¨¢tico. Yo no monto el festival para m¨ª, sino para el p¨²blico".
Para la edici¨®n espa?ola de este a?o hizo sus encuestas. En rock le fall¨® el primero: AC/DC, pero consigui¨® al segundo, Metallica. En pop, la m¨¢s solicitada era Shakira. Cuando la consigui¨®, fue a por la segunda, la caribe?a Rihanna, y tambi¨¦n la ha logrado. "A d¨ªa de hoy, 4.600.000 personas han ido a alg¨²n Rock in Rio. Creo que en la edici¨®n espa?ola de este a?o conseguiremos llegar a los cinco millones. Y lo que m¨¢s me enorgullece es que no hemos tenido ni un solo incidente, ni uno".
Rock in Rio Madrid se celebra los d¨ªas 4, 5, 6, 11 y 14 de junio en la Ciudad del Rock de Arganda del Rey. Entradas y abonos a la venta en El Corte Ingl¨¦s. M¨¢s informaci¨®n en www.rockinriomadrid.es.
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