Esperanza Aguirre deja caer al jefe de los esp¨ªas tras ser acusado por su ex esposa

Esperanza Aguirre acept¨® ayer la dimisi¨®n del jefe de la trama de espionaje pol¨ªtico de Madrid, Sergio Gam¨®n, ya imputado en esta causa por la juez. La presidenta regional ha tomado esta decisi¨®n 16 meses despu¨¦s de que EL PA?S destapara el esc¨¢ndalo del espionaje por parte de agentes a sueldo de la Comunidad de Madrid a los adversarios de Aguirre dentro del PP, el ex vicepresidente regional Alfredo Prada y el vicealcalde de Madrid Manuel Cobo.

La dimisi¨®n se produce s¨®lo 48 horas desp¨²es de que Yolanda Laviana -ex esposa de Gam¨®n y ex secretaria de Aguirre cuando presidi¨® el Senado- detallara que su ex marido hab¨ªa espiado a Alfredo Prada, ex vicepresidente auton¨®mico, desde que fue nombrado director general de Seguridad, en mayo de 2006. Laviana precis¨® en EL PA?S que el receptor de los informes de Gam¨®n sobre Prada era Ignacio Gonz¨¢lez, vicepresidente y mano derecha de Aguirre.

El pasado lunes, Aguirre no quiso entrar en el fondo de las declaraciones de Laviana porque asegur¨® que ella -hasta ayer secretaria del presidente de Telemadrid- viv¨ªa un "divorcio dif¨ªcil". Y aunque asegur¨® que daba fe de que Laviana era una "persona muy respetable", matiz¨® que eso no le daba presunci¨®n de credibilidad en lo que denunciaba. Pese a ello, tras ironizar que a veces de los divorcios salen esc¨¢ndalos como el de Juan Guerra -hermano del ex vicepresidente socialista implicado en presuntos tratos de favor-, afirm¨® que lo investigar¨ªa y que se producir¨ªan ceses si hallaba irregularidades.

No consta si Aguirre ha hecho una investigaci¨®n interna. Pero el pasado martes por la tarde recibi¨® a Gam¨®n en su despacho durante una hora. No trascendi¨® el di¨¢logo. Gam¨®n sali¨® con cara de pocos amigos. Al d¨ªa siguiente, ayer mi¨¦rcoles, Gam¨®n comunicaba su dimisi¨®n, horas despu¨¦s de que la Presidencia de Telemadrid despidiera a su ex esposa tras haberlo acusado de espiar al ex vicepresidente segundo Alfredo Prada en favor del vicepresidente primero.

Aguirre no hab¨ªa reaccionado hasta ahora, a pesar de la acumulaci¨®n de pruebas que se?alaban la existencia de la trama de espionaje. Entre ellas, dos informes telef¨®nicos delatando la presencia continua de varios agentes de Granados siguiendo a Prada o al vicealcalde madrile?o, Manuel Cobo, en abril y mayo de 2008. O la confesi¨®n de los ex guardias, que admitieron haber seguido a Prada por orden de Gam¨®n noche y d¨ªa durante semanas. O los partes del espionaje difundidos por este diario, que detallaban datos reservados de imposible obtenci¨®n sin mediar los seguimientos, y que coincid¨ªan al mil¨ªmetro con los informes telef¨®nicos y las agendas de Cobo y Prada. O la prueba pericial caligr¨¢fica que concluy¨® que un empleado de la consejer¨ªa de Interior, Jos¨¦ Manuel Pinto, era el autor de las anotaciones manuscritas en los partes, lo mismo que asever¨® una doble pericial contratada por este diario.

Ninguna de esas pruebas movi¨® a la presidenta a actuar. Pero ahora, tras las declaraciones de la ex mujer de Gam¨®n, Aguirre ha admitido el cese del presunto jefe del equipo de esp¨ªas anclado en su Gobierno. Aunque no ha explicado las razones que la han llevado a dar ese paso.

Sergio Gam¨®n es el hombre al que ella confi¨® su seguridad cuando era ministra de Cultura, presidenta del Senado y luego presidenta del Gobierno de Madrid. Aguirre sabe desde hace a?os lo dif¨ªcil que era el divorcio de Laviana, pero s¨®lo ha despedido a ambos cuando su ex secretaria ha denunciando las actividades ilegales de Gam¨®n que ella presenci¨® durante a?os.

El PSOE no est¨¢ dispuesto a que Aguirre presente el caso como un conflicto familiar, advierte la portavoz socialista, Maru Men¨¦ndez. "Es un caso muy grave. Y lo que importa es el espionaje que ella denuncia". Por esta raz¨®n, el PSOE ha pedido que testifique Laviana ante la juez que investiga el espionaje. Un testimonio clave en este caso.