Frenar el aborto, reto de la nueva ley

A partir de hoy, y por primera vez en Espa?a, una mujer no estar¨¢ obligada a dar explicaciones para abortar hasta la semana 14 de gestaci¨®n. Casi seis meses despu¨¦s de su aprobaci¨®n, entra en vigor la Ley de Salud Sexual y Reproductiva. Y lo hace de la misma forma en que se elabor¨®: rodeada de pol¨¦mica. Tal y como ocurri¨® hace 25 a?os con su predecesora -que permit¨ªa la interrupci¨®n voluntaria del embarazo s¨®lo en tres supuestos-, la nueva normativa aguarda un dictamen del Tribunal Constitucional que, tras admitir un recurso del Partido Popular, decide estos d¨ªas si, mientras analiza el fondo del asunto, paraliza su aplicaci¨®n. Con la nueva regulaci¨®n, el aborto deja de ser un delito despenalizado solo en algunos supuestos y se convierte, 25 a?os despu¨¦s, en un derecho.

El Constitucional decide estos d¨ªas si paraliza la norma a instancia del PP

Los antiabortistas se lanzan ahora a la batalla contra la educaci¨®n sexual

Pero dejando a un lado la controversia, la nueva ley contribuir¨¢, seg¨²n los expertos, a frenar el creciente n¨²mero de abortos en Espa?a -115.000 en 2008, seg¨²n Sanidad; un 3,2% m¨¢s que el a?o anterior-. Un argumento que contradice las reticencias iniciales de la derecha -que planteaba que con un plazo de aborto libre, las intervenciones no har¨ªan sino aumentar- al cambio de ley.

"La informaci¨®n sobre el aborto y los anticonceptivos; as¨ª como la venta sin receta de la p¨ªldora del d¨ªa siguiente, conseguir¨¢n que bajen los embarazos no deseados", dice Javier Mart¨ªnez Salme¨¢n, jefe de Ginecolog¨ªa del Hospital Severo Ochoa de Legan¨¦s (Madrid), y uno de los expertos que particip¨® en la elaboraci¨®n de la ley. Opini¨®n que comparte Luisa Torres, trabajadora social de la madrile?a cl¨ªnica Dator.

De hecho, la pauta ya se vislumbra. Algunas cl¨ªnicas calculan que los abortos han descendido un 9% en lo que va de a?o. Isabel Serrano, presidenta de la Federaci¨®n de Planificaci¨®n Familiar Estatal, cree que la nueva ley contribuir¨¢ a disminuir las cifras actuales, pero a largo plazo. "Para hacerlo necesita el apoyo de otras medidas como la financiaci¨®n de m¨¦todos anticonceptivos y su mayor disponibilidad o la facilitaci¨®n gratuita de la p¨ªldora del d¨ªa siguiente", explica. Pol¨ªticas incluidas en la regulaci¨®n, y que se desarrollar¨¢n en la Estrategia de Salud Sexual y Reproductiva que prepara ahora el Gobierno.

"Hasta hoy han faltado programas de prevenci¨®n y educaci¨®n. Se ha tenido este tema apartado de las pol¨ªticas sociosanitarias", asegura Isabel Mart¨ªnez, secretaria general de Pol¨ªticas de Igualdad. Para paliarlo, el ministerio de Bibiana A¨ªdo prepara contenidos educativos para Internet para que puedan usarlos desde j¨®venes hasta profesores. Con esa y otras pol¨ªticas, se busca dar volumen a uno de los puntos importantes pero flacos de la ley, su contenido pedag¨®gico, que depende en gran parte de las regiones. Sin embargo, que se hable de sexo en las aulas no gusta al PP, que incide en su recurso ante el Constitucional en los puntos dedicados a la formaci¨®n. Tampoco a los grupos antiabortistas quienes, tras perder la batalla de la interrupci¨®n del embarazo, se lanzan a la lucha contra la educaci¨®n sexual. Ambos sostienen que es solo patrimonio de los padres decidir qu¨¦ se ense?a a los hijos y c¨®mo.

La nueva ley, que equipara a Espa?a con la mayor¨ªa de los pa¨ªses europeos, marca un plazo de aborto libre hasta la semana 14 de embarazo y un periodo previo de reflexi¨®n obligatorio de tres d¨ªas. A partir de ah¨ª y hasta la semana 22, se podr¨¢ recurrir a esta intervenci¨®n cuando la vida de la madre corra grave riesgo. Tras ese plazo se permitir¨¢n solo los abortos por malformaciones graves del feto. Un supuesto que ser¨¢ examinado por un comit¨¦ m¨¦dico. Hasta ahora las mujeres solo pod¨ªan recurrir al aborto por violaci¨®n (hasta la semana 12), por malformaci¨®n del feto (hasta la 22), o por grave riesgo de salud de la madre (sin plazo), motivo al que -sobre todo por salud mental- se acog¨ªa la casi totalidad de las mujeres, un 96,69% en 2008.

Es la causa con la que se ha justificado Susana R. J. para poder abortar. Esta madrile?a de 25 a?os, embarazada de seis semanas, acaba de empezar a trabajar como enfermera. "Me han hecho un contrato de tres meses. Mi pareja tampoco tiene trabajo fijo y ni siquiera vivimos juntos. Tener un hijo en estas condiciones es muy dif¨ªcil", explicaba el s¨¢bado. Susana, que si sigue adelante con su decisi¨®n abortar¨¢ todav¨ªa bajo el paraguas de la antigua ley, no entiende por qu¨¦ tiene que dar explicaciones sobre su decisi¨®n. "Bastante dif¨ªcil es ya tomarla, como para decir que lo haces porque tu salud mental corre peligro", dice. "Aunque si tuviese el beb¨¦ en estas condiciones seguramente es lo que ocurrir¨ªa", a?ade.

Eliminando esa tutela y ordenando la aplicaci¨®n de la prestaci¨®n la ley pretende, seg¨²n el secretario general de Sanidad, Jos¨¦ Mart¨ªnez Olmos, dar m¨¢s seguridad jur¨ªdica a mujeres y m¨¦dicos.

Pero aunque el sistema de plazos es uno de los ocho puntos recurridos por el PP -vulnera, dicen, "los derechos del no nacido"- no es el m¨¢s pol¨¦mico. La controversia fundamental est¨¢ en que las mujeres de 16 y 17 a?os pueden abortar sin permiso paterno. El asunto, adem¨¢s, que m¨¢s concesiones ha sufrido. Y es que, en contra de lo previsto, las menores tomar¨¢n solas la decisi¨®n pero tendr¨¢n que informar a uno de sus padres y acudir con ellos a la cl¨ªnica. Eso s¨ª, las chicas que argumenten que decirlo en casa les puede crear un conflicto grave no tendr¨¢n que hacerlo. Ser¨¢ el m¨¦dico que la atienda quien decida si esos miedos son fundados.