Puertos rentables y eficientes
Los puertos han experimentado cambios radicales en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas. Estas transformaciones han ido acompa?adas, en el caso espa?ol, de sucesivas adaptaciones legislativas que ten¨ªan como objetivo el fortalecimiento de una estrategia de posicionamiento, lo que a su vez ha exigido una actualizaci¨®n permanente de nuestras infraestructuras para no quedar ni marginados ni aislados.
Para darnos una idea de estos cambios baste con conocer los siguientes datos: en 1992, a?o en que se gest¨® el sistema portuario en su formato actual, nuestros puertos dispon¨ªan de cerca de 245.000 metros lineales de muelles, 157.000 hect¨¢reas de zonas de flotaci¨®n y 11,3 millones de metros cuadrados de superficies de dep¨®sito. Ese mismo a?o se movieron 260 millones de toneladas de mercanc¨ªas y 2,1 millones de contenedores. Pues bien, en 2009, apenas transcurridos 17 a?os, el tr¨¢fico de mercanc¨ªas super¨® los 412 millones de toneladas y alcanz¨® los 11,7 millones de contenedores, con incrementos del 4% y -4,5% anuales, muy superiores a los incrementos del PIB espa?ol para esos a?os. Para hacer frente a ese crecimiento de tr¨¢fico, en el mismo periodo, se han puesto en funcionamiento cerca de 40.000 metros lineales de nuevos muelles, 50.000 hect¨¢reas de zonas de flotaci¨®n y 21 millones de metros cuadrados de ¨¢reas de dep¨®sito.
La ley aporta m¨¢s autonom¨ªa a la autoridad portuaria en la fijaci¨®n de las tarifas y los servicios
Los puertos deben ser rentables, garantes del orden social y respetuosos con el medio ambiente
Pero la comunidad portuaria ven¨ªa pidiendo algo m¨¢s que una ley moderna y eficaz. Se reclamaba, tambi¨¦n, una ley estable, que dotase al sistema portuario de la seguridad jur¨ªdica que ha faltado en los ¨²ltimos tiempos. Una ley estable requiere lograr el consenso entre los grandes partidos y dicho consenso se ha logrado. ?C¨®mo? Con una buena dosis de esfuerzo y de disposici¨®n constructiva, con generosidad entre las partes, con renuncias a ciertas hip¨®tesis iniciales y, sobre todo, con la anteposici¨®n del inter¨¦s general al inter¨¦s particular.
Uno de los cambios que m¨¢s llama la atenci¨®n es la concepci¨®n de los puertos como empresas que cada vez m¨¢s deben presentar resultados financieros positivos, de garant¨ªa del orden social, de atenci¨®n a los aspectos medioambientales y con mayor vinculaci¨®n al territorio m¨¢s pr¨®ximo y relacionado. O sea, se les debe exigir rentabilidad. En este sentido, la Ley de Puertos recientemente debatida por nuestras C¨¢maras legislativas apuesta por los principios de la autosuficiencia financiera; la no dependencia de los Presupuestos del Estado; y la obligatoriedad de conseguir una rentabilidad del 2,5% anual. Con ello se quiere poner de manifiesto que el sistema portuario espa?ol es capaz de asumir los retos que la econom¨ªa global impone a todas las empresas, y a partir de ahora buscar mayor nivel de eficiencia en la gesti¨®n.
Asimismo, la nueva Ley de Puertos introduce tres conceptos adicionales. El primero hace referencia a la sostenibilidad ambiental, en el sentido que, anualmente, cada puerto ha de presentar sus indicadores de gesti¨®n medioambiental y dar cuenta de sus avances. Es un mensaje claro a la sociedad, apostamos por el desarrollo sectorial y de apoyo a las actividades portuarias y log¨ªsticas pero con el compromiso de respetar el entorno de nuestros puertos. El segundo concepto subraya que cualquier construcci¨®n y actualizaci¨®n de las infraestructuras portuarias han de garantizar la conexi¨®n con otros modos de transporte. O sea, fomento de la intermodalidad, sobre todo con el ferrocarril y la carretera para garantizar la interoperatividad. As¨ª, en un futuro pr¨®ximo, todos los puertos espa?oles estar¨¢n conectados con las principales redes de comunicaci¨®n, ferroviarias y terrestres, ya que la ley promueve la coordinaci¨®n entre todos los modos de transportes. De este modo, se acometer¨¢n los estudios y trabajos para que el denominado "corredor del Mediterr¨¢neo", que unir¨¢ todos los recintos portuarios espa?oles, desde la Bah¨ªa de Algeciras hasta Barcelona, con los principales centros de producci¨®n-consumo del Norte de Europa, sea una realidad de manera inmediata. Igualmente, se prev¨¦ que los principales puertos del Noroeste peninsular en los cuales se est¨¢n realizando importantes obras de ampliaci¨®n (A Coru?a, Ferrol, Gij¨®n y Bilbao) dispongan de las adecuadas conexiones terrestres y ferroviarias.
Finalmente, el tercer concepto aboga por las alianzas entre puertos como parte de su inserci¨®n en las grandes rutas mar¨ªtimas o en la formaci¨®n de nuevos corredores que permitan tanto captar mercanc¨ªas de la zona de influencia terrestre (lo que se denomina hinterland) como tr¨¢ficos de otras ¨¢reas mar¨ªtimas susceptibles (lo que se llama foreland). Un sistema portuario tan fragmentado como el espa?ol, en el que la mayor¨ªa de los puertos son de tama?o mediano, no puede, en muchos casos, plantearse competir con los grandes puertos de nuestro entorno. Se trata, por tanto, de buscar sinergias, de compartir econom¨ªas de escala, de ofrecer soluciones conjuntas que nos permitan ganar cuota, posici¨®n e inserci¨®n en las principales rutas mar¨ªtimas.
Esta forma de afrontar el futuro portuario espa?ol nos permitir¨¢ apostar tanto por los puertos que han hecho de la importaci¨®n/exportaci¨®n sus se?as de identidad, como por los puertos con vocaci¨®n de convertirse en nodos log¨ªsticos, as¨ª como por los puertos que responden a las necesidades energ¨¦ticas de nuestra econom¨ªa.
De ah¨ª que la Ley de Puertos desarrolle aspectos vinculados con la simplificaci¨®n de las tasas (ajust¨¢ndolas a buques, mercanc¨ªas y pasaje) d¨¢ndole a cada autoridad portuaria la mayor autonom¨ªa y flexibilidad para poder adaptarlas a sus tr¨¢ficos tanto presentes como futuros. Adem¨¢s, se apuesta por la progresiva liberalizaci¨®n de los servicios portuarios para que sean m¨¢s acordes a los tiempos actuales, y as¨ª poder competir con los operadores internacionales. Y busca, en lo que se refiere a la prestaci¨®n de los servicios, que estos sean m¨¢s profesionales y seguros para dar respuesta de mayor calidad y eficacia a los nuevos tr¨¢ficos.
En relaci¨®n con los puertos de Canarias y Baleares, la ley establece bonificaciones para aprovechar las ventajas competitivas y tambi¨¦n establece compensaciones mediante la solidaridad de los restantes puertos para no gravar la econom¨ªa de dichos puertos. Dichas bonificaciones, ventajas y compensaciones est¨¢n basadas en funci¨®n de los conceptos de la insularidad y de la ultraperifericidad.
Finalmente, y en relaci¨®n con el nivel competencial, esta ley aporta m¨¢s autonom¨ªa que nunca a las autoridades portuarias, y precisamente en aquello que m¨¢s importa: el establecimiento de las tarifas y los servicios. En ambos apartados, los desarrollos est¨¢n concebidos para poder aportar ventajas competitivas tanto en el fomento de la actividad econ¨®mica como en la generaci¨®n de empleo. No obstante, el Estado no puede hacer dejaci¨®n de sus responsabilidades, y por ello asumir¨¢ las competencias en la coordinaci¨®n de los puertos y en la defensa del inter¨¦s general que le encomienda la Constituci¨®n. En este sentido, se redefine el papel de coordinador y supervisor del ente p¨²blico Puertos del Estado que velar¨¢ por la leal competencia entre los distintos puertos y en garantizar que el sistema portuario espa?ol funcione armoniosamente.
Estamos, pues, ante una nueva Ley de Puertos que encara al presente bajo pilares s¨®lidos ante el futuro. Es una apuesta de responsabilidad. Y lo es porque, como ha dicho anteriormente, es una ley consensuada entre los principales partidos pol¨ªticos del arco parlamentario, que despejar¨¢ todo tipo de incertidumbres a los clientes nacionales e internacionales de nuestros puertos, y dotar¨¢ a los gestores de las herramientas necesarias para convertir a los puertos en palancas de sus zonas de influencia.
Sin duda alguna, aqu¨ª radica la gran oportunidad de los puertos, agentes y actores mar¨ªtimo-portuarios: elevando el nivel de concienciaci¨®n mar¨ªtima del pa¨ªs y posicion¨¢ndonos en mejores condiciones para el futuro inmediato.
Fernando Gonz¨¢lez Laxe es presidente de Puertos del Estado.
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