Obama cree necesario "un ataque a gran escala" para combatir la crisis
El presidente de EE UU anuncia medidas adicionales con el objetivo de crear empleo mientras clama para que el Congreso apruebe sus propuestas
Hasta el presidente Barack Obama lo dice. La econom¨ªa de Estados Unidos crece, pero no lo suficientemente r¨¢pido como para combatir la lacra del paro. Y aunque admite que no hay una "soluci¨®n m¨¢gica" o una "bala de plata" con la que matar al monstruo de la crisis, ayer intent¨® ofrecer un rayo de esperanza al decir que su equipo prepara nuevas medidas para reactivar el crecimiento y la creaci¨®n de empleo. Usando terminolog¨ªa b¨¦lica, asegur¨® que hace falta "un ataque a gran escala" contra la crisis.
El que supuestamente iba a ser el verano de la recuperaci¨®n se le escapa a Obama. Los retos que tiene EE UU ante s¨ª, dijo, "son serios, nadie lo pone en duda". "Llev¨® una d¨¦cada excavar este agujero y llevar¨¢ m¨¢s de lo que nos gustar¨ªa salir", advirti¨® tras reunirse en la Casa Blanca con su equipo econ¨®mico, para hacer balance de la situaci¨®n e identificar "medidas adicionales" que detallar¨¢ "en los pr¨®ximos d¨ªas o semanas".
La Casa Blanca prepara planes de inversi¨®n e incentivos fiscales
Sus ¨²ltimas iniciativas llevan meses bloqueadas en el Capitolio
"Demasiados negocios siguen sufriendo y demasiadas personas siguen buscando empleo", reiter¨® Obama, que garantiz¨® que su equipo est¨¢ comprometido a diario con hacer lo posible para generar el crecimiento que permita restaurar el da?o creado por la recesi¨®n. Por eso habl¨® de un "esfuerzo a gran escala, un ataque a gran escala". Obama explic¨® que sus nuevas medidas "para promover el crecimiento y la contrataci¨®n a corto plazo y aumentar la competitividad a largo plazo" pasan por redoblar la inversi¨®n en energ¨ªas limpias e investigaci¨®n y desarrollo, extender los recortes de impuestos a la clase media, modernizar las infraestructuras y fomentar la inversi¨®n empresarial en EE UU con incentivos fiscales.
Obama intent¨® as¨ª mostrar un cierto control de la situaci¨®n. Pero el nerviosismo del presidente, en una intervenci¨®n entrecortada por problemas de sonido, era evidente. El pobre dato de crecimiento de la primavera y el desplome en las ventas de vivienda, publicados mientras estaba de vacaciones, alimentan la inquietud sobre la fragilidad de la econom¨ªa, que se ve lastrada por un paro persistentemente alto. El pr¨®ximo viernes se publica la evoluci¨®n del empleo de agosto, para el que se esperan 105.000 despidos netos y un repunte de una d¨¦cima del paro, al 9,6%.
Como se?ala el presidente "no se crece lo r¨¢pido que ser¨ªa necesario". Los economistas de Goldman Sachs calculan que har¨ªa falta una expansi¨®n a una tasa anualizada del 5% para que se notara una mejora en el empleo. En el segundo trimestre se creci¨® al 1,6%. Esto plantea un dilema a la Casa Blanca, que debe reconfortar al ciudadano a la vez que se hace eco de su frustraci¨®n.
Y a la incertidumbre macroecon¨®mica se le suma la pol¨ªtica. La econom¨ªa se est¨¢ colocando en el centro del debate ante las legislativas del 2 de noviembre, donde los dem¨®cratas se arriesgan a perder la doble mayor¨ªa en el Congreso. Y los republicanos aprovechan la ansiedad para cargar contra la estrategia econ¨®mica de la Casa Blanca.
El paquete de est¨ªmulos adoptado en la primavera de 2009, valorado en 862.000 millones de d¨®lares, empieza a perder vigor. Y desde el ala conservadora del Capitolio se remiten a los datos de crecimiento, empleo y vivienda para cuestionar su eficacia y poner en evidencia que este gasto colosal est¨¢ hipotecando la prosperidad de generaciones futuras.
Obama responde diciendo que la prioridad ahora pasa por seguir apoyando el crecimiento, con una pol¨ªtica econ¨®mica que va en direcci¨®n contraria a la de Europa, donde han triunfado los halcones del d¨¦ficit y las pol¨ªticas de austeridad, empezando por Alemania. Frente a ese enfoque y ante la persistencia de altas cifras de paro, el presidente estadounidense reclam¨® con crudeza en su intervenci¨®n que se apruebe su iniciativa para ampliar el cr¨¦dito a las pymes, las principales generadoras de empleo del pa¨ªs. Ese plan tambi¨¦n incluye la suspensi¨®n del pago de determinados impuestos vinculados a las ganancias de capital.
"No hay motivos para que se dilate m¨¢s el proceso", dijo, "las pymes y las comunidades que viven de ellas no est¨¢n para juegos pol¨ªticos, no pueden esperar". Su frustraci¨®n es evidente, porque ese minipaquete de est¨ªmulos orientado a la generaci¨®n de empleo lleva meses bloqueado. Y las futuras medidas que presente pueden correr la misma suerte. La par¨¢lisis en el Capitolio, seg¨²n Obama, va en detrimento de la recuperaci¨®n.
Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal, garantiz¨® el viernes que si pasa algo inesperado, actuar¨¢ para evitar un escenario deflacionista al estilo japon¨¦s. Wall Street, que no conf¨ªa en la capacidad del presidente para lidiar con la situaci¨®n actual, sobre todo si su partido pierde la mayor¨ªa en el Congreso, concentra ahora toda su atenci¨®n en los datos de empleo que se publicar¨¢n esta semana.
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