Dos actores entonan el grito antibelicista de Arthur Miller
Gloria Mu?oz y Carlos Hip¨®lito estrenan en el Espa?ol 'Todos eran mis hijos'
El dramaturgo y centauro de las letras estadounidenses Arthur Miller estuvo a punto de incorporarse a las Brigadas Internacionales que llegaron a Espa?a a defender la Segunda Rep¨²blica. El arranque antifascista se repetir¨ªa durante la II Guerra Mundial, cuando quiso alistarse en el Ej¨¦rcito estadounidense en la cruzada contra el nazismo. Entonces, fue rechazado por razones f¨ªsicas. Y tuvo que conformarse con trabajar en una f¨¢brica de armamento. De ah¨ª eman¨® seguramente el germen de una de sus obras m¨¢s emblem¨¢ticas: Todos eran mis hijos. Una pieza que a¨²n, m¨¢s de 60 a?os despu¨¦s, sacude al espectador con un debate moral que no ha dejado de tener actualidad desde su estreno en Broadway. Esta disecci¨®n del obsceno enriquecimiento de los que financian las guerras se estrena ma?ana en el teatro Espa?ol de Madrid en la primera direcci¨®n con actores espa?oles de uno de los hombres de moda en el teatro internacional, el argentino Claudio Tolcachir. Un joven de sobrado talento al que flanquean dos grandes figuras esc¨¦nicas: Carlos Hip¨®lito y Gloria Mu?oz. Encabezan un reparto en el que tambi¨¦n intervienen Jorge Bosch, Alberto Castrillo-Ferrer, Fran Perea o Manuela Velasco.
Es la primera obra del argentino Tolcachir con int¨¦rpretes espa?oles
Hip¨®lito: "El teatro debe ser el espejo en que se refleje el ser humano"
Para hacerse una idea de hasta qu¨¦ punto Tolcachir ha enmendado la plana a Miller, siempre desde el respeto, no hay m¨¢s que mirar las diferencias entre el Joe Keller del texto (hombre alto, grande, robusto) y el de la escena. El delgado y enjuto Hip¨®lito fue el primer sorprendido cuando le ofrecieron este papel: "Tolcachir se ri¨® cuando le dije si estaba seguro de lo que hac¨ªa y me dijo, 't¨² f¨ªate de m¨ª". Interpreta a un hombre que hace fortuna vendiendo piezas de aviones al Gobierno. Aviones como aquel en el que se mata uno de sus hijos, motivo por el cual su mujer est¨¢ desgarrada. Ella es Kate, Gloria Mu?oz.
Ambos cuentan con un estatus profesional envidiable. Alternan cine, televisi¨®n, teatro y pueden rechazar lo que no les interesa: "Aceptamos el trabajo cuando nos gusta el texto, el personaje o el proyecto, o cuando se trata de un director fetiche de esos con los que te lanzas a la piscina con los ojos cerrados", comentan ambos. Se pisan las palabras para decir lo mismo y las adornan con risotadas. "Te embarcas en algo cuando tienes la sensaci¨®n de que eso te va a hacer crecer como ser humano, pero no est¨¢ claro que hayamos alcanzado una meta porque no sab¨ªamos ni sabemos d¨®nde quer¨ªamos llegar. Lo que est¨¢ claro es que somos unos privilegiados y as¨ª nos sentimos, tenemos trabajo y encima en este proyecto". Mu?oz a?ade: "Desde que soy mayor cuenta much¨ªsimo a la hora de aceptar un trabajo la gente que est¨¢ dentro del proyecto, porque hay que convivir mucho en las giras y durante los ensayos, que es el momento que m¨¢s me interesa, son apasionantes".
Su compa?ero asiente y lanza una de las famosas frases que han popularizado el sentido del humor de Hip¨®lito, conocido no solo por su excelencia esc¨¦nica sino tambi¨¦n por sus hilarantes imitaciones con frases y an¨¦cdotas de Luis Escobar o Jos¨¦ Tamayo: "El corral tiene que ser bueno, pero hay que saber qui¨¦nes son las gallinas, y esa es otra de las alegr¨ªas de este montaje".
Un montaje que llega en plena crisis, que no afecta al teatro, cada vez m¨¢s abarrotado, si no fuera porque los Ayuntamientos y programadores cada vez plantean menos d¨ªas de representaciones, adem¨¢s de pagar peor y m¨¢s tarde. "Lo cierto es que no hay crisis de p¨²blico", dice Mu?oz. A su lado, su compa?ero sostiene que el teatro, si bien no sirve para cambiar el mundo, es bueno para reflexionar: "Debe ser un espejo en el que los seres humanos nos veamos reflejados en otros a los que les pasa las mismas cosas..., obras como esta tienen una profunda ideolog¨ªa en la que vemos c¨®mo nuestras acciones repercuten en los dem¨¢s, donde nos preguntamos si es l¨ªcito enriquecerse de manera no honesta, aunque los dem¨¢s lo hagan..." "Y si es l¨ªcito callar que alguien ha delinquido, aunque los dem¨¢s lo hagan", interviene Mu?oz. Y ambos coinciden en que el meollo de la funci¨®n "es la fragilidad de la familia, tal y como la concebimos hace siglos". El montaje, apenas representado en Espa?a, coincide ahora en las carteleras de Londres, Nueva York y Buenos Aires.
Babelia
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