Los hijos de Facebook
La revuelta que ha estallado en todo Egipto es hist¨®rica por muchos motivos, y encamina la naci¨®n hacia un futuro esperanzador. Lo m¨¢s inesperado, incluso para los propios egipcios, es que esta intifada la encabecen los j¨®venes, los llamados hijos de Facebook, sin ning¨²n plan religioso ni ideol¨®gico aparte de un futuro mejor para Egipto y su pueblo.
En estos momentos dif¨ªciles, el Ej¨¦rcito se ha granjeado el respeto de las masas por actuar con profesionalidad a la hora de mantener la seguridad y la estabilidad, como guardi¨¢n del pueblo. Con su voluntad de ser due?os del futuro y, al mismo tiempo, mantener la estabilidad, estas dos fuerzas, los j¨®venes y el Ej¨¦rcito, est¨¢n ofreci¨¦ndonos esperanzas de que pueda haber una transici¨®n ordenada.
El Ej¨¦rcito y los j¨®venes nos ofrecen esperanzas de una transici¨®n ordenada
Es evidente que ha llegado la hora de que en Egipto se produzcan cambios fundamentales, no meras alteraciones superficiales. Existen varias razones para la rebeli¨®n actual que es preciso analizar para saber qu¨¦ hacer ahora. El pueblo egipcio ha perdido la paciencia, despu¨¦s de mucho tiempo, con los juegos de poder entre los miembros del entorno del presidente a prop¨®sito de la sucesi¨®n y el nombramiento de su hijo, Gamal Mubarak, la falta de transparencia entre quienes ocupan los puestos de poder, y las elecciones fraudulentas que hicieron que en el ¨²ltimo Parlamento hubiera una mayor¨ªa del partido de Mubarak y pr¨¢cticamente nada de oposici¨®n.
Aunque Egipto ha vivido ciertos avances econ¨®micos en los ¨²ltimos a?os, las masas pobres se han quedado atr¨¢s y la clase media ha retrocedido. Solo la peque?a ¨¦lite que ocupa la cima social se ha beneficiado en abundancia, al aprovechar la combinaci¨®n de su influencia pol¨ªtica y el capital. La corrupci¨®n resultante de ese maridaje y el hecho de que los funcionarios est¨¦n exigiendo sobornos han acabado por agotar la tolerancia de la gente.
Por ¨²ltimo, el sistema educativo, que es crucial para que cualquier hogar egipcio pueda aspirar a progresar, se ha deteriorado y se encuentra en un estado lamentable, muy inferior a la posici¨®n que ocupa Egipto en el mundo. El sistema ha fracasado de forma estrepitosa, sobre todo si lo comparo con el que yo viv¨ª personalmente cuando era estudiante en Alejandr¨ªa en los a?os sesenta. Adem¨¢s, la investigaci¨®n cient¨ªfica en Egipto, que estaba por delante de la de Corea del Sur, ha retrocedido hasta la cola de las clasificaciones mundiales en los 30 a?os del r¨¦gimen.
?Qu¨¦ hacemos ahora? Hay cuatro medidas importantes que es necesario tomar para resolver la crisis actual:
La primera, reunir un consejo de sabios (tanto hombres como mujeres) que elaboren una nueva visi¨®n nacional y redacten una Constituci¨®n nueva basada en la libertad, los derechos humanos y el traspaso ordenado de poder.
Segunda, garantizar la independencia del Poder Judicial.
Tercera, celebrar elecciones limpias y justas a las dos c¨¢maras del Parlamento y a la presidencia, supervisadas por los jueces.
Cuarta, formar un nuevo Gobierno de transici¨®n, de unidad nacional, lo antes posible.
Egipto est¨¢ en plena transici¨®n, y es importante que los ciudadanos se den cuenta de que, en los pr¨®ximos d¨ªas, la solidaridad ser¨¢ un factor esencial para obtener resultados positivos. El papel del Ej¨¦rcito debe ser el de mantener el orden y proteger a la poblaci¨®n de los saqueos y los cr¨ªmenes en este periodo de transici¨®n, sin interferir en la formaci¨®n del Gobierno de unidad. Los partidos pol¨ªticos y las organizaciones tradicionales deben dejar al margen por el momento sus intereses y dar prioridad a la construcci¨®n de un camino estable hacia el futuro democr¨¢tico del pa¨ªs.
Para que este plan salga adelante y tenga legitimidad, el presidente debe dimitir ya. Mubarak lleg¨® al poder como un h¨¦roe que hab¨ªa luchado con valent¨ªa en varias guerras. Ahora tiene ocasi¨®n de volver a actuar con hero¨ªsmo si abandona el poder de inmediato, para que la transici¨®n a un nuevo Egipto pueda ser ordenada y pac¨ªfica.
Ahmed Zewail obtuvo el Premio Nobel de Qu¨ªmica en 1999. Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia. ? 2011. Global Viewpoint Network. Distribuido por Tribune Media Services.
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