Econom¨ªa recortar¨¢ 2.000 millones m¨¢s si se incumple el crecimiento previsto

La econom¨ªa ficci¨®n se ha vuelto crucial para los gobernantes espa?oles. El ejercicio, antes rutinario, de estimar c¨®mo afecta a los principales indicadores un peor desempe?o del PIB merece ahora toda la atenci¨®n. Porque cualquier desviaci¨®n tiene consecuencias. El Gobierno cree que si al final no se cumple su previsi¨®n de aumento del PIB (1,3%), sino que tiene raz¨®n el consenso del mercado (0,8%), el d¨¦ficit subir¨¢ dos d¨¦cimas: pasar¨¢ del 6% al 6,2%. En cualquier otro momento, ese leve alejamiento de la meta constituir¨ªa un ¨¦xito. Ahora, la eventual brecha tendr¨¢ que corregirse con un ajuste adicional de 2.000 millones de euros, seg¨²n confirma el Ministerio de Econom¨ªa.

Esas dos d¨¦cimas, contempladas en el nuevo plan de estabilidad que el Gobierno aprob¨® hace 10 d¨ªas, pesan poco en el contexto de los casi 30.000 millones de desequilibrio que ya hay que corregir este a?o para alcanzar el 6% de d¨¦ficit. Pero ning¨²n esfuerzo es indoloro. Los 2.000 millones superan, por ejemplo, el ahorro atribuido a la impopular congelaci¨®n de pensiones de este a?o. Otras soluciones pueden ser menos agresivas, pero a la larga m¨¢s perjudiciales. "Lo primero que se recorta es la inversi¨®n. Primero vienen las infraestructuras, luego la investigaci¨®n, la educaci¨®n...", avisa Manuel Balmaseda, responsable del Servicio de Estudios de la cementera Cemex.

El Ejecutivo ha prometido adoptar medidas adicionales si es necesario

La mayor¨ªa de los analistas respaldan el mantra repetido durante un a?o por Econom¨ªa. "El objetivo de d¨¦ficit es irrenunciable", reiteran en ese departamento desde la vicepresidenta, Elena Salgado, hasta los portavoces. El Ejecutivo entiende que la credibilidad espa?ola en los mercados radica, por encima de otros par¨¢metros, en el cumplimiento del compromiso de d¨¦ficit. Y a ese fin se emplea con fe casi ciega.

El tal¨®n de Aquiles de ese saldo deriva del supuesto de crecimiento en que descansa: un avance del PIB del 1,3% en 2011, por encima de lo que estima el mercado. Al Gobierno le avala el acierto en las previsiones de 2009 y 2010, pero la modestia del crecimiento del primer trimestre -el 0,2%, seg¨²n el avance del Banco de Espa?a- siembra dudas sobre esa meta. El Gobierno est¨¢ obligado a contemplar escenarios m¨¢s adversos. El programa de estabilidad que acaba de remitir a Bruselas recoge varios supuestos: el principal coincide con el horizonte de crecimiento que espera la media de los expertos para 2011, el 0,8%. Con esa base, el d¨¦ficit alcanzar¨¢ el 6,2% y la deuda ser¨¢ medio punto superior a lo esperado (v¨¦ase cuadro).

Al proyectar ese menor avance del PIB hasta 2014, las dificultades de ajuste son a¨²n mayores. M¨¢s all¨¢ de las declaraciones, el propio programa de estabilidad despeja por escrito las dudas sobre cu¨¢l ser¨¢ el remedio en ese caso: "El Gobierno adoptar¨¢ medidas adicionales extraordinarias para reconducir el d¨¦ficit a los objetivos establecidos".

A diferencia de lo que ocurre con las hip¨®tesis de crecimiento, los expertos consultados consideran cre¨ªble el compromiso del d¨¦ficit. "Las desviaciones derivadas de un menor crecimiento ser¨¢n manejables y el Gobierno se ha comprometido a tomar medidas adicionales si es necesario. Ese compromiso es claro y, despu¨¦s de lo visto el a?o pasado, cre¨ªble", consideran en el ¨¢rea de an¨¢lisis de La Caixa. Con la estimaci¨®n de crecimiento m¨¢s baja (0,5% del PIB para 2011) del panel de Funcas, La Caixa calcula un d¨¦ficit del 6,4%, la media de los expertos.

La principal desviaci¨®n respecto al pron¨®stico del Gobierno la ofrece Ceprede. Este organismo vinculado a la Aut¨®noma de Madrid no cree que el pa¨ªs avance m¨¢s de un 0,6% interanual, lo que arrojar¨¢ un desequilibrio del 7,7% en las cuentas p¨²blicas. Su responsable de estudios, Juan Jos¨¦ M¨¦ndez, avanza que ese pron¨®stico se corregir¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas, aunque continuar¨¢ alejado del 6% que estima el Ejecutivo. M¨¢s que el objetivo de este a?o, M¨¦ndez cuestiona el de los sucesivos. "?Alcanzar el 3% en 2013? Es demasiado optimista para lo que habr¨¢ crecido para entonces la carga de intereses de la deuda; habr¨ªa que aplicar un tremendo castigo al presupuesto o tener una bonanza de ingresos espectacular", considera este experto, que augura una oleada de austeridad adicional a la vuelta del verano, con los Gobiernos locales y aut¨®nomos que surjan de las elecciones.

El horizonte m¨¢s pr¨®spero lo contempla Jos¨¦ Carlos D¨ªez, economista jefe de Intermoney, que ve factible un avance del PIB del 1,1% con unos desequilibrios p¨²blicos id¨¦nticos a los que ofrece el Ejecutivo. D¨ªez llama la atenci¨®n sobre la importancia del d¨¦ficit en el juicio que hacen los mercados de Espa?a: "El paro no eleva la prima de riesgo. Los mercados no est¨¢n mirando nuestros fundamentales, sino las posibilidades de retorno de la deuda. Si no hubiera ese efecto manada, muchas de esas medidas de austeridad no se hubiesen tenido que adoptar".

Los expertos dirigen el foco hacia las comunidades como principal inc¨®gnita. "No s¨¦ hasta qu¨¦ punto el Estado puede compensar las posibles desviaciones", apunta Balmaseda, que recuerda que el Gobierno "tiene instrumentos" para obligarlas a cumplir. M¨¢s confiado se muestra Xavier Segura, de CatalunyaCaixa. "Es normal que las comunidades opongan resistencia, pero tal como est¨¢ el foco exterior y la necesidad de desmarcarnos de los pa¨ªses perif¨¦ricos, se har¨¢ lo que sea para alcanzar el 6%", vaticina.

El Ejecutivo cuenta con un aliado para cuadrar las cuentas. Se trata de la inflaci¨®n, perjudicial para casi todo pero beneficiosa para las arcas del Estado. Las subidas de precios elevan autom¨¢ticamente lo que recibe Hacienda de lo consumido. Tambi¨¦n permiten sacar m¨¢s jugo al IRPF si los salarios se ajustan a la inflaci¨®n y no ocurre lo mismo con los par¨¢metros del impuesto.