"Espa?a ha hecho mucho, pero a¨²n queda mucho por hacer"
En medio de la mayor crisis de la eurozona desde su creaci¨®n, con tres pa¨ªses rescatados, grandes presiones en los mercados e incluso rumores sobre una posible reestructuraci¨®n de la deuda en Grecia, el gobernador del eurobanco considera "absurda" la idea de que alg¨²n pa¨ªs pueda abandonar el euro y defiende el impulso reformista en Espa?a.
Erigido en una de las grandes figuras europeas en el manejo de la interminable crisis del euro, Jean-Claude Trichet (Lyon, 1942) encara sus ¨²ltimos meses al frente del Banco Central Europeo (BCE) con el incendio fiscal prendiendo a¨²n en Grecia, Irlanda y Portugal, y qui¨¦n sabe si en alg¨²n pa¨ªs m¨¢s. Alemania y el norte de Europa crecen a gran velocidad, pero la periferia sufre. Y la crisis ha puesto al descubierto una cacofon¨ªa de voces muy da?ina para la eurozona, un coro del que sobresale la cordura, el tono firme de Trichet: "La situaci¨®n fiscal de la zona euro en su conjunto est¨¢ mucho mejor que la de EE UU o Jap¨®n. La paradoja es que tenemos algunos pa¨ªses en una situaci¨®n muy mala, que exige fuertes ajustes". Afable, sereno en las circunstancias dif¨ªciles y con un gran prestigio tanto en la academia como en los cen¨¢culos de la pol¨ªtica internacional, Trichet ve "absurda" la idea de que alg¨²n pa¨ªs -Grecia- pueda abandonar el euro. Sigue empe?ado en descartar una reestructuraci¨®n de la deuda en los pa¨ªses con problemas: de nuevo Grecia. Y reclama para ello el cumplimiento estricto de los planes de ajuste, no solo en Grecia: "Espa?a ha hecho mucho, pero le queda mucho por hacer", avisa.
"Es una hip¨®tesis absurda que alg¨²n pa¨ªs pueda abandonar el euro"
"Para Grecia no hay otra v¨ªa que la estricta aplicaci¨®n de los planes de ajuste"
"En Espa?a hay que abordar la reforma laboral que discuten los agentes sociales"
"Las l¨ªneas rojas son los objetivos fiscales, las cajas y las reformas"
"La eurozona en su conjunto est¨¢ en una situaci¨®n fiscal mejor que EE UU"
"El objetivo de d¨¦ficit es esencial para la credibilidad" de la econom¨ªa
Prototipo de alto funcionario y con el manejo de crisis en su ADN desde sus tiempos en el Tesoro franc¨¦s y en el Club de Par¨ªs -donde, por cierto, lidi¨® con las severas crisis fiscales latinoamericanas en los a?os ochenta-, Trichet combina a lo largo de la entrevista varios silencios con el discurso-r¨ªo que ha caracterizado una presidencia muy marcada por las turbulencias financieras, econ¨®micas, fiscales y pr¨¢cticamente de todo tipo. Se va en octubre. Los expertos aseguran que el euro le va a echar de menos.
Pregunta. ?C¨®mo describir¨ªa la situaci¨®n del euro?
Respuesta. Estamos en una uni¨®n econ¨®mica y monetaria. Desde mi punto de vista, la uni¨®n monetaria ha funcionado bien: hemos dotado de estabilidad de precios los primeros 12 a?os del euro, cumpliendo a rajatabla con nuestra definici¨®n de mantener la inflaci¨®n por debajo pero cerca del 2%. El euro es una moneda s¨®lida y cre¨ªble, y las expectativas de inflaci¨®n est¨¢n firmemente ancladas para un horizonte de cinco o 10 a?os. La parte econ¨®mica de la uni¨®n ha mostrado sus debilidades durante esta crisis global y tiene que mejorar de forma muy significativa. Todos los pilares de la uni¨®n econ¨®mica tienen que ser reforzados: primero, necesitamos reforzar el Pacto de Estabilidad y Crecimiento para asegurar la vigilancia rigurosa de la pol¨ªtica fiscal. Segundo, necesitamos hacer un seguimiento m¨¢s detallado de los indicadores de competitividad y de los desequilibrios de la zona euro. Y tenemos que acelerar las reformas estructurales para aumentar el crecimiento potencial de las econom¨ªas europeas.
P. ?A qu¨¦ atribuye la desafecci¨®n que parece afectar al euro?
R. Creo que hay cr¨ªticas sobre el comportamiento de algunos Gobiernos en relaci¨®n con sus propias pol¨ªticas econ¨®micas y fiscales, as¨ª como de otros por no haber ejercido la adecuada supervisi¨®n. Pero no creo que sean cr¨ªticas contra la moneda ¨²nica, que es un ¨¦xito obvio. He podido ver muchas encuestas en distintos pa¨ªses que demuestran que los ciudadanos apoyan al euro. Ese es el caso de Espa?a.
P. ?El empeoramiento de la crisis fiscal sugiere que el euro puede estar en peligro?
R. El euro es una moneda s¨®lida y cre¨ªble. La econom¨ªa de la zona euro en su conjunto est¨¢ en una situaci¨®n fiscal mucho mejor que la de EE UU o Jap¨®n, con un d¨¦ficit que probablemente este a?o ser¨¢ algo m¨¢s del doble que en el caso de la eurozona. Los problemas con la deuda soberana son globales, no son solo un problema europeo. La paradoja es que con un relativamente buen desempe?o fiscal a nivel europeo en su conjunto, tenemos algunos pa¨ªses en la zona euro en una situaci¨®n obviamente dif¨ªcil, que exige un fuerte ajuste.
P. El BCE lo niega, pero los mercados insisten en que la reestructuraci¨®n es la ¨²nica salida para Grecia. ?Qui¨¦n se equivoca?
R. La posici¨®n del BCE ha sido meridianamente clara desde el principio. Tenemos un plan de ajuste del FMI y de la Comisi¨®n Europea. Estamos pidiendo que se aplique el plan de forma tan estricta como sea posible, tal y como fue negociado, con esfuerzos muy rigurosos por parte de Grecia. El ajuste es esencial para el crecimiento sostenible a mediano plazo, la creaci¨®n de empleo y la estabilidad en la zona euro. No hay otra v¨ªa que no sea la estricta aplicaci¨®n de los planes de ajuste.
P. ?Qu¨¦ podemos esperar de la cumbre del lunes en Bruselas?
R. El Ecofin y el Eurogrupo analizar¨¢n varios temas, entre ellos el programa de Portugal, que ha sido negociado con el FMI y la Comisi¨®n Europea, en coordinaci¨®n con el BCE. Para el BCE es de gran relevancia que ese programa ha sido aprobado por varias facciones pol¨ªticas en Portugal.
P. ?Descarta entonces que un pa¨ªs pueda abandonar el euro?
R. Esa me parece una hip¨®tesis absurda. Si en 1998 nos hubieran dicho que 12 a?os despu¨¦s tendr¨ªamos una moneda com¨²n que mantendr¨ªa su valor de manera considerable, con una media de inflaci¨®n de menos del 2%, con mejor resultado que el de cualquier pa¨ªs miembro en los 50 a?os anteriores, probablemente muchos dir¨ªan que era demasiado bueno para ser verdad. Hoy es una realidad: todos esos logros est¨¢n documentados.
P. ?Est¨¢ en riesgo la calificaci¨®n del BCE ante las rebajas de rating de los pa¨ªses de los que ha aceptado mucha deuda?
R. Estamos aplicando nuestras propias reglas a ese respecto y prestamos mucha atenci¨®n a la gesti¨®n del riesgo. Hablamos de tres econom¨ªas que representan aproximadamente el 6% del PIB. El otro 94% del PIB de la UE est¨¢ en una situaci¨®n muy diferente.
P. El BCE se ha embarcado en la compra de deuda p¨²blica. ?Por qu¨¦ hay tanta discontinuidad en las adquisiciones justo ahora que los problemas se agravan?
R. Siempre he dicho que somos transparentes en la gesti¨®n de este tema. No tengo otro comentario.
P. Pero esa es una funci¨®n que se supone que no deber¨ªa haber asumido el BCE: no es parte de su mandato. ?Lo deber¨ªa asumir otra instituci¨®n?
R. Todas las medidas excepcionales han sido decisi¨®n del Consejo de Gobierno y se han tomado para mejorar el funcionamiento de las decisiones de pol¨ªtica monetaria durante la crisis financiera. Son acordes con nuestro mandato. Y todas, incluyendo la barra libre de liquidez a la banca, son temporales por definici¨®n.
P. Tres a?os despu¨¦s de la crisis, ?en qu¨¦ momento estamos?
R. Desde el comienzo de la recuperaci¨®n, en el tercer trimestre de 2009, la econom¨ªa europea ha experimentado frecuentemente revisiones al alza del crecimiento. Ha superado las expectativas. Eso ha sido particularmente ilustrativo en este primer trimestre, con un crecimiento del 0,8% -m¨¢s de lo proyectado- y con un buen n¨²mero de pa¨ªses con resultados mejores, incluso significativamente mejores, de lo previsto. Incluso Espa?a, que est¨¢ creciendo un poco mejor de lo esperado. No es tiempo de complacencia, pero pienso que eso es alentador.
P. El problema es que es el Norte quien crece; la periferia sufre. ?Complica eso el papel del banco central?
R. El BCE es responsable de 17 pa¨ªses, de 331 millones de ciudadanos, y es normal que a veces haya pa¨ªses que vayan m¨¢s deprisa y otros m¨¢s despacio. Lo que cuenta es que no sean siempre los mismos los que van a esos ritmos porque eso ser¨ªa insostenible. Hubo un tiempo en el que Grecia e Irlanda aceleraban y entonces era Alemania la que iba retrasada. Por eso es bueno que ahora haya pa¨ªses, incluyendo Alemania, que est¨¢n creciendo r¨¢pido y recuperando lo perdido, mientras que otros tienen que abordar profundos ajustes. Lo importante es que en el conjunto de la zona euro la recuperaci¨®n est¨¢ confirmada. Aunque queda mucho trabajo por hacer.
P. El petr¨®leo ha bajado m¨¢s de 10 d¨®lares desde que el BCE subi¨® tipos. ?Sigue preocup¨¢ndole la estabilidad de precios en estos momentos?
R. El descenso del precio del petr¨®leo es una buena noticia: reduce el impacto inflacionista y el efecto depresivo de esas cotizaciones sobre la econom¨ªa. Pero hay un elevado grado de volatilidad. El nivel de precios es elevado: el 2,8% en la eurozona. No podemos hacer nada para influir directamente sobre la cotizaci¨®n de las materias primas, pero haremos todo lo necesario para que quienes fijan los precios entiendan totalmente que el objetivo a largo plazo es ese menos del 2%, pero cerca del 2% de inflaci¨®n. Esa es la raz¨®n por la que existe un banco central independiente, para tomar las decisiones que sirvan para prevenir subidas de la inflaci¨®n.
P. ?Ve subidas salariales excesivamente elevadas?
R. D¨¦jeme decir algo a la sociedad espa?ola: estamos proporcionando una estabilidad de precios en l¨ªnea con nuestra definici¨®n -una media del 1,97% en estos primeros 12 a?os-, esa credibilidad sirve para los pr¨®ximos cinco o 10 a?os y eso tiene que estar completamente asumido en toda la toma de decisiones dentro de la UE. Si los precios y los costes de una econom¨ªa en particular est¨¢n permanentemente por encima de ese nivel, con una espiral de subidas en precios y salarios, se producir¨¢n p¨¦rdidas de competitividad. Y menos crecimiento, y menor creaci¨®n de empleo.
P. ?Ese mensaje es para Espa?a en particular?
R. Para todos los pa¨ªses sin excepci¨®n, por supuesto para Espa?a en particular tambi¨¦n.
P. ?Entonces, la negociaci¨®n salarial deber¨ªa olvidarse de los datos nacionales de precios?
R. Todos los agentes econ¨®micos que fijan precios deben ser conscientes de que eso es algo absolutamente esencial. Si los costes laborales nacionales no est¨¢n en l¨ªnea con la evoluci¨®n de la zona euro en su conjunto, la p¨¦rdida de competitividad es inevitable. Con consecuencias en t¨¦rminos de crecimiento y de empleo. Lo peor que puede pasarle a la recuperaci¨®n europea es empezar a dar las se?ales equivocadas en costes y precios.
P. Ese es el an¨¢lisis que mucha gente hace de los problemas de Espa?a. ?Lo comparte?
R. Ese fen¨®meno se produjo en el pasado, indudablemente. Pero creo que ahora todo el mundo se da cuenta de que la competitividad es esencial para la econom¨ªa espa?ola.
P. Es comprensible que los alemanes est¨¦n preocupados por la inflaci¨®n y a su econom¨ªa le convenga una subida de tipos. ?No es m¨¢s dudoso que los ciudadanos del sur de Europa entiendan la subida de tipos con esta crisis?
R. Creo que se ha entendido. Porque si perdi¨¦ramos la credibilidad en la estabilidad de precios, entonces todos los tipos de inter¨¦s en Europa, los fijados por el mercado, subir¨ªan empujados por las mayores expectativas de inflaci¨®n. Ah¨ª todos, sin excepciones, sufrir¨ªamos las tensiones del entorno financiero y su impacto sobre el crecimiento y la creaci¨®n de empleo.
P. Pero esta situaci¨®n recuerda a la de julio de 2008. ?Sigue defendiendo aquella subida de tipos?
R. Por supuesto: fue una decisi¨®n apropiada. El colapso de Lehman Brothers vino despu¨¦s y entonces tomamos las medidas adecuadas para sobrellevar la dram¨¢tica crisis. Pero en el momento en el que decidimos subir los tipos ve¨ªamos un aumento no deseado de las expectativas de inflaci¨®n. Al tomar esa medida confirmamos que somos extremadamente en¨¦rgicos en esa lucha. Eso ha sido de gran ayuda durante toda la crisis para controlar los riesgos de inflaci¨®n, pero tambi¨¦n de deflaci¨®n: ha sido un elemento clave para superar la crisis.
P. J¨¹rgen Stark, miembro del consejo del BCE, dice que la crisis de deuda puede ser nuestro Lehman Brothers particular...
R. Estamos experimentando a nivel global un segundo episodio de la crisis. Tras la del sector privado, ahora estamos viendo importantes tensiones en el sector p¨²blico y en el riesgo soberano. Se trata de un fen¨®meno global en todas las grandes econom¨ªas desarrolladas. El correcto manejo de estas tendencias, especialmente en Europa, es absolutamente crucial.
P. Espa?a ha aplicado reformas estructurales, y sin embargo la tensi¨®n no cede. ?Los mercados no est¨¢n entendiendo esas reformas?
R. Desde mi punto de vista, hay tres grandes temas: las pol¨ªticas fiscales, el sector financiero y las reformas estructurales. Espa?a est¨¢ avanzando en esas tres ¨¢reas, ha tomado decisiones: ha fijado objetivos y ha hecho mucho, pero a¨²n queda mucho por hacer. Yo dir¨ªa que eso lo han apreciado los inversores, que consideran que el pa¨ªs va en la buena direcci¨®n. Pero no es tiempo de complacencias. En el lado fiscal, el Gobierno ha sido convincente, pero hay que seguir adoptando medidas y el objetivo del 3% de d¨¦ficit en 2013 es esencial para la credibilidad. Por lo que respecta al sector financiero, hay una enorme diferencia con respecto a hace unos meses, pero el trabajo tampoco se ha terminado todav¨ªa. Y en cuanto a las reformas estructurales, son absolutamente esenciales porque es a trav¨¦s de ellas como aumenta el crecimiento potencial. Ah¨ª hay reformas que tienen que abordarse, en especial la reforma del mercado de trabajo que est¨¢ en discusi¨®n por los agentes sociales. Todo esto es cierto para Espa?a pero tambi¨¦n para toda Europa, que tiene que avanzar en reformas estructurales m¨¢s valientes.
P. ?La ortodoxia fiscal, la oleada de austeridad en pa¨ªses que van bien y en los que tienen problemas, no puede condenar a Europa a un lento crecimiento durante mucho tiempo?
R. Al contrario. La solidez fiscal es esencial para la confianza, y la confianza es el ingrediente m¨¢s importante para un crecimiento sostenido. La solidez financiera y las reformas estructurales son tambi¨¦n esenciales. D¨¦jeme darle dos o tres datos: en los ¨²ltimos 12 a?os, el PIB per c¨¢pita europeo ha crecido igual que en EE UU, en torno al 1%. En el mercado laboral, a pesar de los a?os de crisis, la zona euro ha creado 14 millones de empleos desde el nacimiento del euro: aproximadamente seis millones m¨¢s que EE UU. Aunque no se puede decir que estemos ni mucho menos satisfechos cuando el paro es tan elevado.
P. La econom¨ªa espa?ola se acerca a los cinco millones de parados. ?Espa?a es la l¨ªnea roja que no se puede rebasar en la Uni¨®n Europea?
R. Espa?a ha demostrado en el pasado una capacidad formidable para innovar, para la creatividad, ha sido un pa¨ªs din¨¢mico. Eso me hace ser optimista, siempre que se pongan en marcha muy activamente los planes fiscales, la reestructuraci¨®n financiera y las reformas estructurales.
P. Y en Espa?a, ?las cajas son la l¨ªnea roja?
R. Espa?a tiene esos tres desaf¨ªos. En el caso de las cajas de ahorros se ha hecho buena parte del trabajo duro. Aun as¨ª, hay que proseguir con el resto del trabajo de forma muy activa.
P. Especialmente tras las filtraciones que se han producido en Alemania, ?cree que todos los socios europeos, y en especial los l¨ªderes pol¨ªticos, son conscientes del peligro de la actual situaci¨®n?
R. Hago un llamamiento a todos los Gobiernos a la sensatez y a la responsabilidad, individual y colectivamente.
P. Al principio no parec¨ªa muy c¨®modo con la presencia del FMI en los rescates. Hubo quien pidi¨® incluso un Fondo Monetario Europeo. ?Por qu¨¦ cambi¨® su punto de vista?
R. Lo peor que pod¨ªa haber sucedido fue haber desatendido a los ciudadanos europeos, y creo que ese fue un gran peligro al principio. Una vez superado ese riesgo, el FMI y los socios de la eurozona trabajaron juntos en las condiciones de los planes de ayuda financiera. Y eso era imprescindible.
P. Acerca de los eurobonos, Europa carece de un Tesoro com¨²n, a diferencia de EE UU. ?Cree que esa es una posibilidad de dar un paso en esa direcci¨®n?
R. En la etapa actual de la integraci¨®n europea, con el presupuesto actual y con el marco institucional que existe, consideramos que una mejora en la gobernanza, particularmente en la pol¨ªtica fiscal, es decisiva. Pero en la etapa actual no estoy a favor de los eurobonos.
P. ?Qu¨¦ opini¨®n tiene de Zapatero?
R. No es labor del presidente del BCE juzgar, dar buenas o malas notas a los primeros ministros. El banco central es ferozmente independiente de los Ejecutivos y nuestro deber es fortalecer esa independencia respecto a las distintas sensibilidades pol¨ªticas que gobiernan en la eurozona.
P. ?Y sobre Mario Draghi, el candidato italiano a sucederle a finales de octubre?
R. El nombramiento del presidente del BCE es responsabilidad de los jefes de Estado y de Gobierno de la eurozona, tras recibir el asesoramiento del Parlamento y del Consejo de Gobierno del BCE.
P. ?Su perfil es el adecuado?
R. Tenemos un consejo de gobierno fant¨¢stico, con colegas muy experimentados. Y tengo que decir que Miguel , Mario [Draghi] y todos los dem¨¢s miembros del consejo han demostrado tener el adecuado esp¨ªritu de equipo. Ese esp¨ªritu de equipo es lo que al final queda.
P. En estos ocho a?os, ?cu¨¢l ha sido su peor momento? ?Mayo de 2010, los d¨ªas previos al rescate de Grecia?
R. Tuvimos grandes desaf¨ªos desde el comienzo. Inmediatamente despu¨¦s de mi llegada el mayor pa¨ªs de la zona euro, Alemania, estaba preguntando por una suavizaci¨®n de los criterios de estabilidad, incluso por desmantelar el Pacto de Estabilidad Crecimiento. Tuvimos que pelear duro por eso. Y ha habido grandes desaf¨ªos despu¨¦s: desde luego que la crisis lo ha sido. Se trata de la mayor crisis desde la II Guerra Mundial. Podr¨ªa haber sido a¨²n peor -la crisis m¨¢s profunda desde la I Guerra Mundial- si no hubi¨¦ramos tomado las decisiones que tomamos. Son tiempos que han requerido mucho esfuerzo. Por eso me refer¨ªa al gran esp¨ªritu de trabajo del consejo de gobierno, de todo el personal del BCE y del resto de bancos centrales del Eurosistema. Ha habido momentos de m¨¢ximo desaf¨ªo en los que mi mayor satisfacci¨®n es haber visto esa enorme dedicaci¨®n al euro, a la construcci¨®n de Europa y a los 331 millones de ciudadanos europeos.
P. ?Qu¨¦ va a hacer despu¨¦s del 31 de octubre?
R. Ni idea. Queda trabajo muy duro por delante. Hasta el final de octubre estar¨¦ enteramente metido en ese trabajo.
P. ?Cu¨¢l es su legado?
R. No soy yo quien tiene que hablar de eso.
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