El desembarco de Netflix

La industria del cine espera como agua de mayo el desembarco de Netflix en Espa?a, previsto para enero de 2012. El sector ha puesto muchas esperanzas en que la apuesta de la compa?¨ªa estadounidense por el alquiler de pel¨ªculas a trav¨¦s de Internet seduzca al p¨²blico y contribuya a reducir los escandalosos niveles de pirater¨ªa en el pa¨ªs. "Esperamos que funcione, tanto por la oferta como por los precios", asegura Juan Manuel Tourn¨¦, responsable de la Uni¨®n Videogr¨¢fica Espa?ola (UVE). Un grado de confianza que se explica por el hecho de que Netflix es, sin duda, la empresa de mayor ¨¦xito del mundo en su especialidad. De hecho, le han bastado nueve a?os para multiplicar su cifra de suscriptores por 30, de 867.000 en 2001 a los 25,5 millones de junio de este a?o. Tan popular es su servicio que en marzo de este a?o el streaming -o difusi¨®n por Internet en tiempo real- de sus v¨ªdeos supuso nada menos que el 22,2% de todo el tr¨¢fico en EE UU.

Apenas el 1% de las descargas de cine en Espa?a son legales, dice el sector

El servicio l¨ªder de cine en Europa, Voddler, tambi¨¦n est¨¢ en pruebas

Pionera del sector a ese lado del Atl¨¢ntico, Netflix ha sido uno de los fen¨®menos m¨¢s apabullantes del Nasdaq. Despu¨¦s de entrar en la Bolsa neoyorquina en 2002, su cotizaci¨®n protagoniz¨® una escalada en plena crisis, que llev¨® sus acciones desde los 32 d¨®lares de 2009 hasta los 295 de julio de este a?o. Y su facturaci¨®n se duplic¨® en estos ¨²ltimos tres a?os, al pasar de 1.205 millones de d¨®lares en 2007 a 2.162 millones en 2010. Un ¨¦xito que los portales online de cine (o videoclubes de Internet) espa?oles, entre ellos Filmin, Filmotech o Wuaki TV, no han logrado reproducir. Pese a que algunos de estos llevan varios a?os funcionando, sus cifras de descargas siguen siendo tan bajas que prefieren no publicitarlas. Unos cuantos miles de visionados, nada en comparaci¨®n con los cerca de 400 millones de descargas ilegales de las que hablan diversas fuentes.

Filmin ofrece un servicio de suscripci¨®n por streaming a partir de 10 euros que cuenta con unos 1.300 t¨ªtulos. El problema, para algunos, es su especializaci¨®n en pel¨ªculas de autor y cine independiente (europeo), una estrategia que le resta mercado potencial. "Ahora mismo", explica Juan Carlos Tous, su fundador, "tenemos unos mil suscriptores. En agosto recibimos m¨¢s de 160.000 visitas". Tampoco Filmotech, iniciativa a la que se sumaron unos 350 productores espa?oles, con 1.400 pel¨ªculas disponibles y que cobra 1,42 euros por visionado en streaming, ha logrado imponerse de forma contundente. Algo que quiz¨¢ se deba a que ofrece b¨¢sicamente cine espa?ol.

El que quiz¨¢ est¨¦ atrayendo mayor atenci¨®n es Wuaki TV, fundado por un grupo de profesionales procedentes del capital riesgo (Nauta Capital), la tecnolog¨ªa (IBM y Oracle) y la industria del cine (Sony y Filmax), un c¨®ctel ganador. Wuaki, que empez¨® a operar en julio (para televisores LG y Samsung), tiene un cat¨¢logo de m¨¢s de mil pel¨ªculas, de Hollywood y nacionales. Jacinto Roca, su director general y uno de los fundadores, afirma que el balance es positivo. "Desde julio, llevamos cerca de 10.000 usuarios y unas 15.000 descargas". Claro que, como ¨¦l mismo explica, "solo nos interesan pel¨ªculas taquilleras, nada de cine de autor", explica Roca.

Por supuesto que, debido al bajo n¨²mero de visionados, ninguno ha empezado a ganar dinero. "Solo el 1% de las descargas de cine en Espa?a son legales", reconoce Rafael S¨¢nchez, director de negocio de Filmotech. De todos modos, seg¨²n Roca, de Wuaki, "este es un negocio que requiere mucha inversi¨®n. Tardaremos al menos dos a?os en empezar a ganar dinero". La gran discusi¨®n es, pues, si Netflix podr¨¢ reproducir en Espa?a el ¨¦xito obtenido en EE UU y en Canad¨¢. En el sector se conf¨ªa en que ella s¨ª podr¨¢. El sistema de suscripci¨®n de la firma americana, que por nueve d¨®lares te permite visionar (v¨ªa streaming) cerca de 100.000 t¨ªtulos, resulta imbatible.

Frente a esto, otros portales, la mayor parte de los espa?oles, han optado por cobrar a tanto por pel¨ªcula alquilada. En Wuaki TV cobran 1,99 euros por las cl¨¢sicas y entre 2,99 y 3,99 por los estrenos. Roca justifica su modelo debido a que "tenemos todos los estrenos de Warner, Paramount, Disney y Sony, y eso hay que pagarlo. Netflix te permite ver todo el cat¨¢logo, pero no los estrenos". Dicho esto, todos asienten en que la llegada de Netflix no solo beneficiar¨¢ a la industria, sino a los portales espa?oles. "Su desembarco", asegura Tous, "nos ayudar¨¢ a los dem¨¢s a construir un mercado".

Claro que subsisten dudas. Tous, de Wuaki TV, considera que "las cifras de aceptaci¨®n de Netflix en EE UU no son trasladables a Espa?a. La cultura de pagar por la televisi¨®n es mucho m¨¢s elevada all¨ª". Otro punto es que "en EE UU", dice Tourn¨¦, "hay una legislaci¨®n contra la pirater¨ªa, que adem¨¢s se aplica. Algo que en Espa?a no se da. Aqu¨ª hubo intervenciones policiales contra los portales de descargas ilegales que no dieron resultado porque los jueces aplicaron criterios diversos". Este responsable destaca adem¨¢s la escasa cultura existente aqu¨ª en materia de comercio electr¨®nico. "Mientras los usuarios de Internet, seg¨²n el INE, est¨¢n por encima del 60%, los que efect¨²an operaciones de comercio electr¨®nico no llegan al 15%".

Muchos son los que condicionan el ¨¦xito del Netflix al desenlace pr¨¢ctico de la ley Sinde. S¨¢nchez, de Filmotech, apunta que "hace falta un mecanismo r¨¢pido. Hemos denunciado a algunos portales y pusieron la vista del juicio para tres a?os despu¨¦s".

La reciente decisi¨®n de Netflix de subir sus precios, algo que ha sido muy mal recibido por parte de sus clientes y, sobre todo, por los inversores, podr¨ªa entorpecer su aceptaci¨®n en Espa?a. El 1 de septiembre, la suscripci¨®n t¨ªpica, de 9,99 d¨®lares, subir¨¢ hasta los 15,99 en EE UU. Se apunta que en Espa?a podr¨ªa costar 16 euros, un precio quiz¨¢ muy caro. La subida se adopt¨® adem¨¢s en un momento en el que la hegemon¨ªa de Netflix, fundada en 1997, est¨¢ siendo puesta a prueba por todo tipo de nuevos rivales. El l¨ªder no solo est¨¢ siendo atacado por las plataformas de televisi¨®n de pago, como HBO, sino que estos ¨²ltimos meses se ha acrecentado la competencia por parte de otros operadores como Hulu o de empresas como Amazon, Apple o

Wal-Mart, que tratan de hacerse un hueco en el nuevo negocio. Quiz¨¢ por eso, Netflix, que empez¨® a operar en Canad¨¢, ha anunciado su expansi¨®n en Latinoam¨¦rica y Europa.

En Espa?a no ser¨¢ la primera de las multinacionales en desembarcar. Ya tenemos a Apple funcionando y a la sueca Voddler a punto de hacerlo. La firma de la manzana, que est¨¢ operativa en Espa?a desde septiembre de 2010 (a trav¨¦s de iTunes) cuando lanz¨® su Apple TV, da la posibilidad al p¨²blico de comprar o alquilar pel¨ªculas (por descarga o streaming) que pueden ser visionadas en cualquiera de los soportes de la marca.

Voddler, el servicio sueco l¨ªder de cine en Europa, est¨¢ ya en pruebas en Espa?a. Su riesgo es que un 80% de sus contenidos son gratuitos (financiados por publicidad). En el caso de las pel¨ªculas de pago, su precio oscila en torno a los tres euros.

De todos modos, y pese a las dudas, el ambiente respecto a la posibilidad de un cambio en los h¨¢bitos de consumo de cine en casa es positivo. Aun cuando no se espera que los piratas redomados cesen f¨¢cilmente en sus pr¨¢cticas, se conf¨ªa en que estos nuevos portales se hagan un hueco significativo entre un p¨²blico m¨¢s amplio.

Quiz¨¢ por eso, los portales con vocaci¨®n de servir a grandes p¨²blicos han optado por primar la televisi¨®n (conectada a Internet) sobre el ordenador. Es el caso de Netflix, en el que el 89% de los clientes visionan las pel¨ªculas por televisi¨®n. Tambi¨¦n Wuaki TV, que permite el acceso a trav¨¦s del ordenador, ha primado el modelo televisor y por ello ha firmado acuerdos con distintos fabricantes. "La posibilidad de acceder a los mejores estrenos y cl¨¢sicos a trav¨¦s de un clic de tu mando a distancia creo que es lo que nos puede dar el ¨¦xito", dice Tous. "A la gente le gusta ver cine en el sof¨¢, delante del televisor".