La moderaci¨®n salarial va para largo
La contenci¨®n de sueldos necesita tambi¨¦n de la ayuda de precios y beneficios
La patronal de cajas de ahorro y los sindicatos est¨¢n negociando la renovaci¨®n de convenios. Sobre la mesa, los empresarios han propuesto una congelaci¨®n de los sueldos para los pr¨®ximos a?os. No hay acuerdo. Lo m¨¢s probable es que los representantes de los trabajadores no lo acepten. No es la ¨²nica negociaci¨®n que ha tropezado con este escollo. El estado comatoso de la econom¨ªa espa?ola sigue afectando a las empresas y estas miran a una de sus principales partidas de gasto, la de personal, para hacer frente a las dificultades. Y para reducir ese cap¨ªtulo hay dos v¨ªas: plantilla -es decir, despidos- o salarios.
A comienzos de 2010, UGT y CC OO firmaron un pacto trienal con CEOE para mantener los salarios a raya en plena crisis a cambio del "mantenimiento y la recuperaci¨®n del empleo". Casi se aconsej¨® la congelaci¨®n de sueldos ese a?o y una subida entre el 1% y el 2% para este. "Se espera que esta situaci¨®n mejore", dice una frase en la introducci¨®n del texto del acuerdo. Entonces el Gobierno esperaba un crecimiento del 1,8% en 2011. No ser¨¢ as¨ª. Pocos dudan ya de que el a?o acabar¨¢ por debajo del 1%. La recuperaci¨®n econ¨®mica amenaza con irse al traste por la crisis de deuda soberana. Y, de nuevo, los salarios, que seg¨²n la estad¨ªstica crecen al 2,65% (convenios) o al 0,8% (encuesta de coste laboral), vuelven al disparadero.
"No aceptaremos control de salarios, si no lo hay de precios", dicen los sindicatos
Una rebaja de cuotas para recortar costes laborales tiene que ser significativa
"Hay que ponerlo en el contexto de c¨®mo se ha tornado la situaci¨®n mundial. La perspectiva de bajar impuestos no existe. Las empresas no tienen margen. El coste que queda es el de los sueldos. Desde este punto de vista, se entiende la moderaci¨®n salarial", explica Miguel ?ngel Malo, profesor de Econom¨ªa Laboral de la Universidad de Salamanca.
"No hemos salido todav¨ªa de la recesi¨®n", ahonda Florentino Felgueroso, de la Universidad de Oviedo, "hay que seguir moderando los salarios". "Va a ser por unos cuantos a?os. Aun cuando crezca el empleo habr¨¢ que moderarse", contin¨²a, en l¨ªnea con Malo y casi todos los expertos consultados para este reportaje. "Lustros", ha llegado a declarar el ministro de Trabajo, Valeriano G¨®mez.
Tambi¨¦n Jos¨¦ Ignacio P¨¦rez Infante, de la Comisi¨®n de Convenios, dependiente del Ministerio de Trabajo, es partidario de la moderaci¨®n. "Tal como est¨¢n las cosas no hay una salida f¨¢cil", justifica. Pero matiza que en Espa?a ya hay moderaci¨®n -"en realidad, la hay desde los Pactos de la Moncloa [en 1977]"- . Y achaca fen¨®menos como los de 2009, cuando los salarios subieron mientras ca¨ªan los precios, a "la inercia de la negociaci¨®n colectiva".
Santos Ruesga, catedr¨¢tico de Econom¨ªa Aplicada de la Universidad Complutense, no es un firme partidario del control de los sueldos como norma general. "Hay que bajar a las empresas y los sectores. Ver d¨®nde hay riesgo para el empleo".
El mismo Ruesga, pr¨®ximo a las tesis sindicales, advierte de que la moderaci¨®n salarial "puede tener riesgos importantes si perjudica a la demanda agregada". O lo que es lo mismo, si los salarios pierden poder adquisitivo puede caer el ya deprimido consumo.
"Tambi¨¦n el paro perjudica a las rentas agregadas", responde Felgueroso, ligado a Fedea, una fundaci¨®n de corte liberal, "?qu¨¦ es mejor rebajar el sueldo o despedir?".
El protagonismo de los salarios como v¨ªa de salida de la crisis tiene mucho que ver con que Espa?a est¨¦ en el euro y no se pueda devaluar de la moneda para impulsar las exportaciones. Los sindicatos son conscientes de ello. Est¨¢n dispuestos a prolongar el pacto firmado el a?o pasado. "Hasta 2014", fija el secretario de Acci¨®n Sindical de CC OO, Ram¨®n G¨®rriz, "pero que nadie piense que vamos a aceptar control de salarios si no hay control de precios". "Ya hay moderaci¨®n salarial", defiende Toni Ferrer, hom¨®logo de UGT, "el problema de nuestra econom¨ªa est¨¢ en los precios y en el cr¨¦dito".
Por su parte, la patronal, que ha declinado participar en este reportaje, ha pedido que se replantee la subida prevista para 2012 en el pacto vigente (entre el 1,5% y el 2,5%).
El objetivo ¨²ltimo es ganar competitividad. "La que hemos perdido", comenta Florentino Felgueroso. En concreto, entre 1993 y 2010 el tradicional comportamiento inflacionista de Espa?a respecto a sus socios europeos, donde se dirigen la gran parte de sus ventas al exterior, hizo que sus precios crecieran 18,4 puntos m¨¢s. Ahora se trata de desandar este camino. En rom¨¢n paladino, que sea m¨¢s barato producir en Espa?a para vender fuera.
Se conf¨ªa en las exportaciones para que arranquen el motor de la econom¨ªa espa?ola y el empleo, gripado por el consumo interno y la construcci¨®n. Pero para eso se antoja que hace falta algo m¨¢s que moderaci¨®n salarial: los precios y los beneficios tambi¨¦n tienen algo que decir jugar a la luz de los datos.
Si se observa el deflactor del producto interior bruto, que es un indicador que mide los precios del lado de la producci¨®n y no del consumo -eso lo hace el IPC-, se ve que los beneficios han tirado m¨¢s de los precios que los salarios en los ¨²ltimos a?os. Algo similar ocurre al destripar la contabilidad nacional y observar el reparto de la riqueza nacional: mientras impuestos y rentas empresariales han subido en los ¨²ltimos a?os, los salarios han bajado. En CC OO calculan que el trasvase ha sido de casi 30.000 millones que no han ido a conservar empleo, si no a reducir unos 21.000 millones de deuda corporativa.
"No es solo moderaci¨®n salarial", reconoce Felgueroso. Y a?ade: "Hay que hacer m¨¢s reformas". Habla de cambios en el mercado de la energ¨ªa o los servicios. No cree que el control de precios que proponen los sindicatos sea la soluci¨®n.
Pero hay otra v¨ªa para contener, o incluso rebajar, los costes laborales. El Fondo Monetario Internacional la ha propuesto reiteradamente: rebajar las cuotas sociales y aumentar los impuestos indirectos para compensar a la Seguridad Social. Portugal, que ha recurrido a la ayuda de los socios de la zona euro y del FMI, ya ha seguido este camino, era una de las condiciones del plan de rescate.
El IVA es un gravamen que solo se paga de fronteras para adentro, mientras que las cotizaciones repercuten en la producci¨®n. "No estoy en desacuerdo con esta propuesta", se arranca Ruesga, "lo que pasa es que para que tenga efecto tiene que tener un impacto importante". Traducci¨®n: el recorte de cotizaciones tendr¨ªa que ser de tres o cuatro puntos, lo que supondr¨ªa entre 7.500 y 10.000 millones menos de recaudaci¨®n de la Seguridad Social.
"Es una alternativa. Pero hay que tener mucho cuidado, tambi¨¦n con el ritmo al que se introduce. Puede provocar inflaci¨®n. Es muy complicada", advierte Jos¨¦ I. P¨¦rez Infante, de la Comisi¨®n Nacional de Convenios. Y si para algo sirve la historia, hay que recordar que en 1995, se rebaj¨® las cuotas y se subi¨® el IVA. La Seguridad Social perdi¨® ingresos y la recaudaci¨®n del impuesto indirecto por antonomasia no compens¨® lo que se hab¨ªa calculado.
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