Bielorrusia se estanca

Bielorrusia ha recibido esta semana un nuevo varapalo que debilita a¨²n m¨¢s su alica¨ªda econom¨ªa. Standard & Poor's ha rebajado un escal¨®n su clasificaci¨®n de cr¨¦dito soberano a perspectiva negativa. La agencia de calificaci¨®n advierte de la excesiva dependencia del financiamiento externo del pa¨ªs, lo que se traduce en un abultado d¨¦ficit por cuenta corriente. En los ¨²ltimos dos a?os el desequilibrio, que refleja la diferencia entre pagos e ingresos recibidos del exterior, ha cerrado en cifras cercanas al 15% del PIB. La valoraci¨®n de S&P se suma as¨ª a la rebaja que ya realiz¨® hace unas semanas Moody's.

Durante todo el a?o Bielorrusia ha tenido serios problemas para pagar sus compromisos externos, lo que sumado a un bajo nivel de reservas disponibles, ha generado una ca¨ªda en picado en la confianza internacional en su econom¨ªa. La exrep¨²blica sovi¨¦tica se caracteriza por un fuerte control de la econom¨ªa, de las empresas -la mayor¨ªa re-nacionalizadas a partir de 2005-, los tipos de inter¨¦s y de cambio. Una econom¨ªa planificada que no ha sabido adaptarse a la fuerte ca¨ªda de la demanda internacional de los bienes y servicios y que poco a poco pierde el apoyo econ¨®mico de Rusia, su principal aliado financiero.

El d¨¦ficit por cuenta corriente se ha situado cerca del 15% del PIB

Bielorrusia recibe menos dinero del exterior pero no logra reducir sus importaciones, lo que ha generado una elevada deuda exterior que crece a pasos agigantados. Las estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) indican que la deuda rondar¨¢ el 35,6% del PIB en 2011, tras el 22,1% de 2010 y el 55,9% previsto para 2016. Los expertos del FMI creen que existe un d¨¦ficit de financiaci¨®n inmediato de 6.300 millones de d¨®lares.

Pero el Gobierno de Minsk no est¨¢ realizando los esfuerzos necesarios para revertir la situaci¨®n. El FMI ha denunciado que las pol¨ªticas puestas en marcha no solo han sido insuficientes sino que han contribuido a empeorar la situaci¨®n. De ah¨ª que sus responsables hayan condicionado un nuevo paquete de ayudas por valor de 8.000 millones a "un compromiso con pol¨ªticas s¨®lidas y reformas estructurales" que devuelvan la confianza a los mercados. En 2009, Bielorrusia ya recibi¨® 3.500 millones del FMI.

El principal reto es mejorar la competitividad, lo que necesariamente pasa por un ordenado proceso de liberalizaci¨®n de sus pol¨ªticas monetarias y de su aparato productivo. El pa¨ªs gobernado desde su escisi¨®n de la URSS por Alexandr Lukashenko ha aumentado los tipos de inter¨¦s y ha liberado parcialmente el tipo de cambio. Nada de eso ha servido para controlar la inflaci¨®n, que pod¨ªa superar este a?o el 40% de crecimiento anual, mientras que la divisa se ha devaluado dos veces en lo que va de a?o, en mayo un 36% y a mediados de este mes otro 40%.

En medio de estas dificultades, la econom¨ªa bielorrusa amenaza con ralentizarse dr¨¢sticamente. Las previsiones de las autoridades vaticinan un pobre crecimiento en torno al 1% este a?o y un crecimiento negativo -el primero desde la crisis- a partir de 2012. El FMI es m¨¢s optimista y cree que el crecimiento podr¨ªa ser del 5% este a?o y del 1,2% el curso siguiente. No obstante, todo depender¨¢ de la recuperaci¨®n de la credibilidad internacional y de la rapidez con que el pa¨ªs logre equilibrar su balanza por cuenta corriente a trav¨¦s de pr¨¦stamos extranjeros del FMI o de Rusia.