Este cuento no es de hadas
D¨ªas despu¨¦s, se confirma: el mejor resultado de la cumbre fue que solemniz¨® la supervivencia del euro. Nadie serio escribe ya con acento apocal¨ªptico sobre su ruptura, su hundimiento o la vuelta a las viejas divisas. Porque si un club se muestra dispuesto a rehacer sus reglas constitucionales, incluso a costa de semidescolgar a un gran socio, ser¨¢ que va en serio.
El debate ahora es sobre Cameron; sobre el encaje jur¨ªdico del nuevo Tratado y los actuales; y, de nuevo, sobre los instrumentos perentorios (BCE, Fondo de rescate, eurobonos, papel del FMI) para desactivar la crisis de la deuda soberana.
?Es un giro copernicano! ?O no lo es el paso de agonizar (seg¨²n muchos), a resucitar? Pero no lo resuelve todo. No. Esto no es un cuento de hadas. Menos a¨²n cuando acecha la doble recesi¨®n: las coyunturas d¨¦biles cotizan siempre contra el futuro del proyecto europeo.
La cumbre dio un giro copernicano: salv¨® al euro. Pero faltan los cortafuegos de la deuda
Los mercados han sido hoscos con los resultados de la cumbre: por lo que le falt¨®. Hoscos, no catastrofistas, los de valores y de divisas, y desiguales los de la deuda, mejores con las letras del Tesoro espa?ol en la subasta del martes, peores con los bonos italianos.
Bajo esa fachada, palpita a¨²n una noticia clave. Siempre oportunista, la agencia descalificadora Standard & Poor's amenaz¨® el d¨ªa 5 con rebajar las notas al grueso de la eurozona, incluidas las triple A de Alemania, Francia, Holanda y otros. Los mercados pasaron ol¨ªmpicamente. Porque lo hab¨ªan descontado, o porque rebajar a todos equivale a rebajar a nadie.
Quiz¨¢ tambi¨¦n la ignoren (depender¨¢ del momento) cuando ejecute esa amenaza. Ahora bien, cuando lo hizo con EE UU, el 5 de agosto, tras equivocar c¨¢lculos por dos billones de d¨®lares, y no arrepentirse, pag¨® factura. Apenas dos semanas despu¨¦s, el 23, su presidente Deven Sharma dimit¨ªa. El economista jefe para Europa, Jean-Michel Six, ?seguir¨¢ ah¨ª?
El acuerdo de los 26 cubre el flanco del imperativo de austeridad de largo plazo, el palo. Y menos, el del necesario cortafuegos de la crisis de la deuda a corto, a cargo del BCE y el Fondo de rescate, la zanahoria; aunque ?son desde?ables los 200.000 millones que se vehicular¨¢n al FMI, para su retorno a los pa¨ªses en peligro? "Ha sido un gran paso; los alemanes y el Bundesbank han logrado casi todo lo que quer¨ªan, luego pienso que actuar¨¢n si es necesario", concluye un alem¨¢n especial, el exministro verde Joschka Fischer.
Adem¨¢s de activar los cortafuegos, sobre los que deberemos insistir, los l¨ªderes deber¨¢n aclarar unas cuantas cosas. Jur¨ªdicas: las conexiones entre tratados, por supuesto. Y econ¨®micas. Por ejemplo: juran que la quita a la deuda de Grecia fue "¨²nica y excepcional". Por tanto, se concluye que las deudas soberanas son archiseguras. ?Por qu¨¦, pues, la Autoridad Bancaria Europea urge a que los bancos aumenten su capital alegando que esas deudas valen menos en sus balances? ?Valen todo, o valen menos? Y esa es solo una confusi¨®n entre muchas.
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