Circunscripciones a medida
?Se puede hacer caer al Gobierno h¨²ngaro en las pr¨®ximas elecciones, previstas para 2014, con una nueva ley electoral claramente dise?ada para favorecer a las fuerzas pol¨ªticas en el Gobierno? Esa es la pregunta que preocupa no solo a los partidos de la oposici¨®n y a sus votantes en Hungr¨ªa, sino tambi¨¦n a la mayor¨ªa de los interesados europeos y a los l¨ªderes de opini¨®n. La respuesta empieza as¨ª: "S¨ª, pero...".
En 2010, la alianza de los partidos de derechas Fidesz y KDNP se asegur¨® una victoria aplastante en las elecciones parlamentarias, al conseguir una mayor¨ªa de dos tercios en el Parlamento, aun cuando solo obtuvo el 53% de los votos. Fidesz pudo alcanzar este resultado gracias a un sistema electoral extraordinariamente complicado en el que 210 parlamentarios (del total de 386) fueron elegidos seg¨²n un m¨¦todo m¨¢s o menos proporcional, junto con 176 circunscripciones de un solo representante (en las que Fidesz-KDNP obtuvo no menos de 173 esca?os). Teniendo una mayor¨ªa as¨ª en el Parlamento, el Gobierno tuvo la oportunidad de adoptar, entre otras cosas, una nueva Constituci¨®n y una nueva ley electoral, ambas sin ning¨²n apoyo de los partidos de la oposici¨®n.
El partido del Gobierno ha hecho todo lo posible para salir beneficiado
Es f¨¢cil identificar indicios de manipulaci¨®n pol¨ªtica en el mapa
El nuevo sistema electoral pasa a regirse por el principio de la mayor¨ªa, lo cual plantea la amenaza de que los futuros resultados electorales se vuelvan todav¨ªa m¨¢s desproporcionados cuando se comparan las proporciones de los representantes en un Parlamento m¨¢s peque?o con las proporciones de los repartos de votos de las listas de los partidos. El nuevo Parlamento tendr¨¢ 199 miembros, con 106 parlamentarios procedentes de circunscripciones de un solo representante junto con un m¨¢ximo de 93 parlamentarios asignados a partir de la lista nacional. Sin embargo, la tendencia en s¨ª no puede interpretarse como un perjuicio para la democracia. Aun cuando hay otros elementos inusuales en la ley que benefician al ganador, no hay ninguna garant¨ªa de que Fidesz-KDNP siga siendo realmente ese ganador. Veamos lo que significa todo esto.
El principal objetivo del Gobierno con el nuevo sistema electoral es crear una situaci¨®n en la que el partido comparativamente m¨¢s grande tenga la oportunidad de obtener una mayor¨ªa absoluta de parlamentarios. Los pol¨ªticos de Fidesz son conscientes de la disminuci¨®n de sus apoyos, aun si consiguen mantener la posici¨®n como partido relativamente m¨¢s grande de Hungr¨ªa (puede que solo tengan asegurado el 25%-35% de todos los votos); sus candidatos de representaci¨®n ¨²nica podr¨ªan seguir triunfando en la mayor¨ªa de las circunscripciones individuales. Sin embargo, si los partidos de oposici¨®n de centro-izquierda, actualmente divididos, consiguen desarrollar una alianza electoral, pueden obtener f¨¢cilmente una mayor¨ªa relativa, de modo que sus candidatos pueden alzarse con la victoria en la mayor¨ªa de las circunscripciones. El partido de extrema derecha Jobbik se est¨¢ volviendo a¨²n m¨¢s fuerte, por lo que puede obtener algunos representantes individuales, aunque su presencia en la mayor¨ªa de las circunscripciones solo servir¨¢ para repartir los votos entre sus propios candidatos y los de Fidesz-KDNP.
Si se da esta posible situaci¨®n, puede que Fidesz-KDNP termine estando igual de infrarrepresentado en el pr¨®ximo Parlamento como superrepresentado pretende estar. Este es el motivo por el que resulta arriesgado crear un sistema electoral que beneficia a una fuerza pol¨ªtica en un momento dado, sin calcular sus posibles efectos futuros (si no, que se lo pregunten a los franceses: pusieron en pr¨¢ctica importantes cambios en el sistema electoral dos veces en la d¨¦cada de 1980 y el monstruo se rebel¨® contra su creador en ambos casos).
Aun cuando la mayor¨ªa de los cambios en el sistema electoral beneficien a la formaci¨®n m¨¢s fuerte del mercado pol¨ªtico (que puede ser cualquiera), hay una cosa que siempre favorece a las fuerzas de derechas: un mapa de circunscripciones que hace surgir la sospecha de la manipulaci¨®n.
Aunque la letra de la ley establece las principales salvaguardas contra la manipulaci¨®n de las fronteras, parece f¨¢cil identificar indicios de manipulaci¨®n pol¨ªtica en el mapa. La poblaci¨®n de los distritos con tendencias predominantemente de izquierdas supera en 6.000 personas de media a la de los distritos con votantes que tradicionalmente optan por la derecha pol¨ªtica. Por tanto, los votantes de estos ¨²ltimos distritos obviamente tienen m¨¢s peso que los de los primeros, puesto que un parlamentario en un distrito de derechas necesita menos votos para ser elegido que su hom¨®logo en un distrito con una poblaci¨®n de votantes predominantemente de izquierdas. Es enormemente improbable que esta distribuci¨®n se deba a coincidencias casuales.
La nueva ley por s¨ª sola no puede considerarse antidemocr¨¢tica, puesto que los principios de sufragio universal e igualitario parecen estar m¨¢s o menos intactos. Sin embargo, hay varios detalles que a¨²n no se han revelado. Se espera que la ley sobre el procedimiento electoral se apruebe en primavera, por lo que hay detalles importantes -los l¨ªmites de tiempo, las normas de la campa?a, las limitaciones publicitarias, los m¨¦todos de votaci¨®n desde fuera del pa¨ªs- que todav¨ªa no se conocen. Hay indicios de que el Gobierno tiene intenci¨®n de poner en pr¨¢ctica la inscripci¨®n en el padr¨®n como requisito para votar. Esta medida podr¨ªa reducir considerablemente el grupo de posibles votantes, lo que realmente podr¨ªa constituir un da?o a la democracia h¨²ngara. Si no se aprueban m¨¢s impedimentos, es posible que Fidesz-KDNP resulte derrotado; no obstante, ha hecho todo lo posible por pon¨¦rselo m¨¢s dif¨ªcil que nunca a sus contrincantes.
Robert L¨¢szlo es especialista en elecciones de Political Capital de Budapest.
Traducci¨®n de Newsclip.
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