?Bruselas? ?Hay alguien ah¨ª? (toma 1)
La UE ha dado hasta ahora una respuesta pusil¨¢nime a la crisis, con Bruselas y los pa¨ªses miembros empe?ados en aplazar una soluci¨®n que a medida que pasa el tiempo se encarece
Sostiene Leonard Cohen que "igual que un hombre no es un DNI, una calificaci¨®n de deuda no es un pa¨ªs". Y sin embargo, estos son tiempos de incertidumbres en los que esos conceptos tienden a confundirse. Europa se enfrenta hoy a un d¨ªa importante para aclararse con su DNI y de paso con su deuda: los jefes de Estado y de Gobierno se re¨²nen en Bruselas para dilucidar, entre la cumbre de hoy y la del pr¨®ximo mi¨¦rcoles, el destino de esa moneda sin patria -sin DNI-, el euro, en plena crisis de identidad por los problemas de su deuda p¨²blica, de sus bancos y por las dudas sobre su capacidad para gestionar la crisis y deshacer el entuerto. En el tablero hay multitud de jugadores, todo tipo de reglas e intereses creados, efectos colaterales y dem¨¢s: el arte de la pol¨ªtica -pol¨ªtica econ¨®mica, en este caso- suele ser apasionante. Y desesperante: la respuesta pusil¨¢nime de la UE es hasta este momento la t¨®nica, con Bruselas y los l¨ªderes empe?ados en aplazar una soluci¨®n que no llega y que a medida que pasa el tiempo se complica. Y se encarece. Esta es una tentativa de resumen de lo que est¨¢ en juego. Que es mucho.
Los pa¨ªses europeos deben pactar una quita no inferior al 50% para devolver a Atenas a una situaci¨®n "sostenible"
La propuesta de reforzar los colchones de la banca contra eventuales p¨¦rdidas en la deuda estigmatiza los bonos de los perif¨¦ricos
Trichet ya ha advertido de que la ciudadan¨ªa no est¨¢ lista para otra ronda de ayudas a los bancos
La soluci¨®n pactada por Bruselas y los pa¨ªses socios hasta el d¨ªa de hoy ha sido poner parches
- Grecia, cap¨ªtulo final (o no): Una econom¨ªa que supone el 2% del PIB europeo y el 0,5% del PIB mundial ha puesto en jaque el proyecto europeo. Grecia no puede pagar sus deudas, que se encaminan al 200% de su PIB, y necesita una quita: pagar¨¢ finalmente la mitad de lo que debe, o menos, en la primera suspensi¨®n de pagos de un pa¨ªs europeo en muchos, muchos a?os. Grecia necesita ayuda, pero los ortodoxos alegan problemas de riesgo moral: si se le da dinero gratis nunca har¨¢ las reformas necesarias. Con esa excusa, Europa y el FMI le han impuesto una cura a base de ricino: un plan de recortes y austeridad draconiano, dur¨ªsimo, que pr¨¢cticamente le condena a una larga recesi¨®n que durar¨¢ a?os. Y sin crecimiento es muy dif¨ªcil pagar las deudas: eso es lo que viene a llamarse un c¨ªrculo vicioso en toda regla.
El primer plan de rescate lleg¨® en 2010. Fue un desastre: impon¨ªa cr¨¦ditos a devolver con tipos de inter¨¦s punitivos. Hace tres meses lleg¨® un segundo plan de ayudas: m¨¢s dinero, pero esta vez con la exigencia de que el sector privado (esto es, la banca) asumiera parte de la factura, con una quita de la deuda del 21%. Apenas un trimestre despu¨¦s se constata que esa f¨®rmula no ha funcionado: la crisis griega es dur¨ªsima, la deuda sigue creciendo a toda velocidad y los pa¨ªses europeos deben pactar ahora una quita no inferior al 50% para devolver a Atenas a una situaci¨®n "sostenible". Falta saber si los bancos aceptar¨¢n eso voluntariamente o no. Francia quiere un plan voluntario: sus bancos nadan en deuda de Grecia y de lo contrario Par¨ªs (y el BCE) sostiene que el efecto contagio ser¨ªa muy duro. Alemania aboga por la receta m¨¢s dura: una quita obligatoria de hasta el 60%, a la que se opone el BCE para evitar el temido p¨¢nico en los mercados, cuya respuesta se ver¨¢ tan pronto como ma?ana lunes. Lo m¨¢s probable es una soluci¨®n intermedia: una quita fuerte, del 50%, pero con un calendario de repago amplio para que Grecia pueda salir del pozo, y a la vez apoyo para los bancos (con una recapitalizaci¨®n para evitar el p¨¢nico en los mercados).
- La banca gana: En el principio fue la crisis financiera: el hurac¨¢n llev¨® a los pa¨ªses del Atl¨¢ntico Norte a dar a los bancos todo tipo de ayudas. La crisis bancaria deriv¨® en crisis econ¨®mica. Y entre lo que los Estados pagaron para salvar sus bancos y lo que pagan para suavizar el batacazo (prestaciones por desempleo, menores ingresos impositivos y dem¨¢s) ha llegado una crisis fiscal de a¨²pa: problemas en los mercados de deuda, que ya no conf¨ªan en los bonos europeos de algunos pa¨ªses. Y eso lleva de nuevo a los bancos, poseedores de la mayor parte de la deuda p¨²blica, hasta anteayer el activo financiero m¨¢s seguro del mundo y ahora con su credibilidad en entredicho. La crisis bancaria ha vuelto. Se trata, en la mayor¨ªa de los casos, de un problema grave de liquidez, pero en algunas entidades y con el estr¨¦s actual eso puede derivar con rapidez en una crisis de solvencia (como ha ocurrido con Dexia). De ah¨ª la desconfianza de los mercados, las ca¨ªdas de las Bolsas, la apuesta de la UE por recapitalizar sus bancos para que vuelva la confianza, para que desaparezca la sensaci¨®n de miedo.
Pero esa recapitalizaci¨®n tiene varios problemas: si se obliga a los bancos a dotarse de m¨¢s capital cerrar¨¢n el grifo del cr¨¦dito, y la recesi¨®n puede ser peor. Adem¨¢s, es dif¨ªcil decir de cu¨¢nto dinero se trata: eso depende de cu¨¢n dolorosa sea la crisis de la deuda p¨²blica. En un principio, solo Grecia va a dejar de pagar sus bonos. Pero las autoridades europeas pretenden que los bancos tengan colchones de capital para amortiguar el golpe que supondr¨ªa un recorte en los pa¨ªses con problemas: Portugal e Irlanda, y en menor medida Italia y Espa?a. El problema es que eso supone estigmatizar la deuda de esos pa¨ªses: si la UE decide que es posible que una parte de la deuda puede que no se pague, los inversores interpretar¨¢n que efectivamente eso va a ser as¨ª. La teor¨ªa de la profec¨ªa autocumplida. El pez que se muerde la cola. Lo m¨¢s probable es que finalmente haya una recapitalizaci¨®n blanda: 100.000 millones de euros, cuando el FMI y otras estimaciones cifran las necesidades en 200.000, hasta en 300.000 millones, para que los ratios de capital sean los adecuados. La UE quiere un colch¨®n de capital de m¨¢xima calidad del 9% para los grandes bancos, los llamados sist¨¦micos, los demasiado grandes para caer: los que pueden llevarse a un pa¨ªs por delante. ?Hay que meter m¨¢s dinero es esos bancos, y sobre todo ese dinero tiene que salir del bolsillo de los contribuyentes? El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, dijo hace unos meses que la ciudadan¨ªa europea no est¨¢ preparada para una segunda ronda de ayudas a la banca. Los bancos son indispensables para que una econom¨ªa funcione, pero los ciudadanos, cada vez m¨¢s indignados, dif¨ªcilmente van a permitir una segunda ronda de ayudas p¨²blicas a la banca. El soci¨®logo Alain Touraine se maravilla del "silencio de las v¨ªctimas" en este ya casi primer lustro de crisis. Pero eso puede cambiar. Sobre todo si se cumplen algunos vaticinios: "Europa est¨¢ iniciando lo que parece una d¨¦cada perdida", dice Simon Tilford, del think tank brit¨¢nico Center for European Reform.
- Fondo de rescate, el quid de la cuesti¨®n: La tercera pata del reguero de cumbres iniciado el viernes pasado, y que no culminar¨¢ hasta el pr¨®ximo mi¨¦rcoles, es el fondo de rescate: el denominado EFSF. Todo el mundo est¨¢ de acuerdo en que hay que potenciarlo para hacer de ¨¦l un arma disuasoria, una suerte de bot¨®n nuclear para que los especuladores no sigan castigando la deuda p¨²blica de varios pa¨ªses. Con el tama?o actual (440.000 millones) puede valer para Grecia, Irlanda y Portugal, pero no para la caza mayor en la que se ha convertido la crisis europea: los ataques a Italia y en menor medida a Espa?a. Y los primeros escarceos con Francia, por cierto, a?aden a¨²n m¨¢s incertidumbre sobre la talla y la potencia que debe tener el fondo. Par¨ªs quiere que el EFSF sea un banco para que pueda pedir todo el cr¨¦dito que sea necesario al BCE. Alemania, no: Berl¨ªn quiere que el fondo sea una suerte de seguro que garantice las deudas de los pa¨ªses del euro, para que los bonos de Italia o Espa?a ganen credibilidad. El mecanismo de ayuda garantizar¨ªa as¨ª hasta el 30% de las posibles p¨¦rdidas derivadas de la tenencia de deuda p¨²blica en los balances de los bancos. Esa es la soluci¨®n minimalista que probablemente saldr¨¢ adelante. Y que probablemente no sea suficiente. Demasiados probablemente: no est¨¢ del todo claro qu¨¦ van a acordar Par¨ªs y Berl¨ªn, o mejor dicho Berl¨ªn y Par¨ªs: la canciller alemana Angela Merkel ha cambiado todas las reglas del juego y deber¨¢ volver a la capital alemana para obtener luz verde del Bundestag a cualquier acuerdo. Merkel est¨¢ al mando, por si alguien lo dudaba.
En las ¨²ltimas horas emerge una soluci¨®n complementaria: crear un segundo fondo, con participaci¨®n del sector privado, para intervenir directamente en el mercado secundario de deuda p¨²blica. Ese nuevo 'veh¨ªculo especial' ya se discuti¨® en la ¨²ltima reuni¨®n de ministros de Finanzas del G-20. Actuar¨ªa en paralelo al fondo de rescate (EFSF), pero a¨²n es solo una posibilidad que est¨¢ sobre la mesa a la espera de lo que decidan los socios europeos.
- Quinielas: Lo que realmente ocurre est¨¢ meridianamente claro: Grecia no puede pagar, Irlanda y Portugal tienen problemas de liquidez, que pueden llevarles tambi¨¦n a tener problemas de solvencia si se activa el temido efecto contagio, y Espa?a e Italia (y por detr¨¢s B¨¦lgica) son el siguiente dique de contenci¨®n. Y esa crisis fiscal est¨¢ entrelazada con la crisis financiera: los bancos pueden sufrir porque en sus balances guardan grandes cantidades de deuda p¨²blica, y ese es el canal por el que la crisis europea puede contagiar al resto del mundo, con un temido momento Lehman (por la quiebra de Lehman Brothers). Esa es la situaci¨®n. La soluci¨®n hasta el d¨ªa de hoy ha sido poner parches, y los tres puntos anteriores de este art¨ªculo son b¨¢sicamente eso, parches: en Bruselas hay una contradicci¨®n constante entre lo que se dice que se har¨¢ y lo que realmente se hace (que es poco o nada).
Pero entre los analistas se impone un consenso que no acaba de llegar a la arena pol¨ªtica: dejar quebrar a Grecia, con una quita importante, y dar garant¨ªas a sus bancos y al resto de entidades europeas (a trav¨¦s del BCE) para evitar males mayores: una suspensi¨®n de pagos ordenada, si es que eso puede existir. Y hay que pedirle m¨¢s madera al BCE: que el Eurobanco anuncie que va a comprar toda la deuda que sea necesario (algo que desespera a Alemania, lo que hace muy dif¨ªcil esta v¨ªa de salida). Eso supondr¨ªa grandes desembolsos iniciales, "pero una vez los mercados vean el bazoca del BCE la especulaci¨®n cesar¨¢", sostiene el economista Paul De Grauwe. A medio plazo, no cabe otra opci¨®n que potenciar el fondo de rescate y seguir dando pasos hacia un Tesoro ¨²nico, un ministerio de finanzas europeo, todo eso que ahora parece tan ut¨®pico como improbables parec¨ªan los pasos que ha ido dando Europa para lidiar con la crisis. Y aun as¨ª, lo deseable y lo probable casi nunca coinciden cuando se trata de Bruselas: el escenario m¨¢s plausible es que hoy simplemente se d¨¦ un paso adelante en la recapitalizaci¨®n bancaria y la quita de Grecia. Todo lo dem¨¢s, todos los detalles, se dejar¨¢ para la cumbre del mi¨¦rcoles. Los anglosajones llaman a eso kick the can down the road. Traducci¨®n bastarda: patada hacia adelante.
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