?Bruselas? ?Hay alguien ah¨ª? (toma 2)
Las claves de la cita de hoy en Bruselas pasan por Grecia, la banca y el fondo de rescate y con Berlusconi en el papel de artista invitado
Los mercados relativamente tranquilos y la canciller alemana, Angela Merkel, en el Bundestag (el parlamento germano), aprobando lo que por la tarde se discutir¨¢ en Bruselas: he ah¨ª los signos vitales de los mandarines del euro -Alemania y los mercados, y puede que no precisamente por ese orden- horas antes de una cumbre que se adivina crucial. Esa frase -una cumbre que se adivina crucial- se repite insistentemente desde hace ya casi dos a?os, desde que el incendio fiscal griego empez¨® a extenderse por toda Europa. Ante la tentaci¨®n del 'esta vez es diferente', un dato: se trata de la segunda cumbre de alto nivel en solo cuatro d¨ªas, con el agravante de que lo m¨¢ximo a lo que puede aspirarse hoy es a alcanzar un acuerdo pol¨ªtico para despu¨¦s cerrar los aspectos m¨¢s t¨¦cnicos (y el diablo est¨¢ siempre en esos tecnicismos que antes se llamaban letra peque?a) en un Ecofn con los ministros de Finanzas que ni siquiera est¨¢ en la agenda todav¨ªa.
El acuerdo de hoy, en fin, deber¨ªa tener tres patas: la suspensi¨®n de pagos ordenada de Grecia, la recapitalizaci¨®n de los bancos y el dise?o del nuevo fondo de rescate, el parteaguas que deber¨ªa acabar con los problemas en los mercados de deuda de los pa¨ªses con problemas. Pero el consenso no parece cercano en muchos de esos aspectos. Todo eso, adem¨¢s, en medio del embrollo pol¨ªtico que causan las diferencias con Reino Unido, el runr¨²n que llega de Roma con un Silvio Berlusconi que aparecer¨¢ en Bruselas con un documento de 15 p¨¢ginas con difusas promesas de ajustes y reformas, y el ruido de sables entre una Francia cuya debilidad econ¨®mica lleva aparejada un menor peso en las decisiones importantes y una Alemania que se sabe m¨¢s fuerte que nunca y ha cambiado las reglas del juego con esa precumbre en el Bundestag, que ejerce una suerte de censura previa sobre la cumbre de los 27 Jefes de Estado y de Gobierno en una mole de hormig¨®n propiedad de la Comisi¨®n Europea justo al lado de la plaza Schumann.
- Grecia: No hay acuerdo a¨²n sobre la quita que se aplicar¨¢ a la deuda griega para lograr que Atenas pueda salir de la situaci¨®n de asfixia. Las instituciones europeas discuten con la banca recortes que van desde el 40% al 60%, cuando hace solo tres meses pactaron una quita voluntaria del 21%. Lo bueno es que esta vez parece que Bruselas ha testado con los bancos todas las posibles soluciones, para evitar la guerra de cifras y la sensaci¨®n de caos posterior al cuerdo de julio, con nefastas consecuencias en los mercados. La clave es c¨®mo proteger a la banca griega para evitar un golpe fatal al fr¨¢gil sistema financiero hel¨¦nico, y c¨®mo evitar un posible efecto contagio si al final los mercados decretan que el acuerdo con la banca no es voluntario sino obligatorio.
- La banca: Bruselas exigir¨¢ un 9% de capital de m¨¢xima calidad, y eso supondr¨¢ la necesidad de inyectar unos 108.000 millones de euros en los bancos europeos (pr¨¢cticamente la mitad de lo que el FMI dec¨ªa). No est¨¢ claro lo que es "capital de m¨¢xima calidad" en un momento extra?o para las finanzas mundiales, en el que la deuda p¨²blica, que se supon¨ªa el activo m¨¢s seguro, parece la causa de todos los males. Tampoco est¨¢ claro c¨®mo se va a repartir esa cifra por pa¨ªses: en Espa?a, el 9% afectar¨ªa a Santander, BBVA, La Caixa, Porpular y Bankia. En principio, solo BBVA, Popular y Bankia necesitar¨ªan acudir al mercado para esa inyecci¨®n de fondos. Pero al final lo que necesite la banca depender¨¢ del acuerdo sobre Grecia, y ambas cosas del nuevo fondo de rescate para los pa¨ªses con problemas.
- Fondo de rescate: Apenas hay detalles del dise?o del nuevo EFSF (por sus siglas en ingl¨¦s). De la cantidad inicial aprobada en las pasadas cumbres, quedan disponibles 250.000 millones: el objetivo es que el fondo act¨²e como un mecanismo de seguro que pueda avalar deuda de pa¨ªses con problemas por valor de un bill¨®n de euros. La cifra coincide exactamente con las necesidades de financiaci¨®n de Italia y Espa?a para los tres pr¨®ximos a?os, seg¨²n el analista Juan Ignacio Crespo. De esa manera, el fondo asegurar¨ªa hasta un 30% de la deuda; en caso de p¨¦rdidas, correr¨ªan a cargo de los compradores. En paralelo, Bruselas quiere poner en marcha un segundo fondo, con dinero procedente del FMI y de los pa¨ªses emergentes, para comprar deuda directamente en el mercado. Brasil ya ha dicho que no. China parece m¨¢s receptiva, al igual que el FMI, dirigido por la francesa Christine Lagarde. Pero todo son problemas: los l¨ªderes europeos no quieren poner m¨¢s dinero sobre la mesa y siguen convencidos que con un bazoca adecuado que amague con intervenir si es necesario, los mercados se calmar¨¢n. Adem¨¢s, no deja de ser parad¨®jico que eso pueda provocar que Francia pierda su nota de m¨¢xima solvencia (la triple A), o que Italia y Espa?a deban avalar esa respuesta para luego ser los beneficiarios de ella. En fin, Europa tiene estas cosas.
- La pol¨ªtica: Berlusconi es, una vez m¨¢s, la m¨¢xima preocupaci¨®n en Bruselas. Tiene el mandato de aprobar nuevas medidas de ajuste, con una reforma de pensiones complicada, a lo que hay que sumar una reforma laboral, de la justicia y medidas para potenciar el crecimiento y evitar ese continuo flirteo con la recesi¨®n. Tiene un problema de credibilidad: ni Europa ni los mercados se creen ya sus promesas. Y otro de cocina: sus socios no quieren ver ni en pintura esos ajustes. En paralelo, el presidente franc¨¦s Nicolas Sarkozy ha protagonizado encontronazos con Berlusconi y tambi¨¦n con el primer ministro brit¨¢nico, David Cameron. Y Alemania ha azuzado la incertidumbre con el papel que debe jugar en todo esto el Banco Central Europeo. Al cabo, en casi dos a?os de cumbres apenas ha habido nada m¨¢s que parches. El BCE, si la cosa se pone fea, es la ¨²nica instituci¨®n que puede salvar los muebles. Pero incluso ese rol est¨¢ en discusi¨®n, tanto desde Alemania (ante el dogma de la sacrosanta independencia del Eurobanco) como desde el propio BCE, cuya sede no es otra que Fr¨¢ncfort, no muy lejos del Bundesbank.
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