El refer¨¦ndum sobre el rescate desata la guerra pol¨ªtica en Grecia
La moci¨®n de confianza al primer ministro Papandreu amenaza al rescate de su pa¨ªs
"Traidor, traidor...", gritaban. Karolos Papoulias, el presidente de Grecia, fue incapaz de soportar los abucheos el d¨ªa de la fiesta nacional, el viernes 28 de octubre. Huy¨® precipitadamente del gran desfile militar de Tesal¨®nica, que se qued¨® petrificado y tuvo que reanudarse m¨¢s tarde sin ¨¦l. Los abucheos el 12 de octubre son habituales en Espa?a desde hace a?os, pero en Grecia no. Y la piel de Papoulias no pudo con ello. Tampoco la de Yorgos Papandreu ha aguantado m¨¢s el colosal descr¨¦dito que sufre ante sus ciudadanos. El c¨²mulo de protestas, con el bochorno del viernes como colof¨®n, ha acabado de disparar los resortes del primer ministro, coincid¨ªan ayer varias fuentes en Atenas. Pero el pu?etazo que ha dado en la mesa puede hacer saltar por los aires esa moneda ¨²nica europea que est¨¢ a punto de cumplir 10 a?os de vida.
Pol¨ªtica y mercados se soliviantaron al un¨ªsono con el refer¨¦ndum impulsado por Papandreu para aprobar el segundo rescate de Grecia, aprobado hace menos de una semana en Bruselas, y que te¨®ricamente no estaba en cuesti¨®n. El primer ministro arranc¨® a su Consejo de Ministros el visto bueno a la consulta, a duras penas, pero la rebeli¨®n interna de su partido, el socialista PASOK, se ha recrudecido con esta iniciativa de su l¨ªder, y algunos dirigentes ya piden su dimisi¨®n. La oposici¨®n le tiene contra las cuerdas, porque solo controla 152 de los 300 esca?os en el Parlamento y, adem¨¢s, el viernes debe afrontar una moci¨®n de confianza que le puede apear del Gobierno.
Todo est¨¢ en el aire. El plan europeo para Grecia incluye una entrega de 130.000 millones de euros hasta 2014 y una quita del 50% de la deuda contra¨ªda con la banca, pero tambi¨¦n m¨¢s recortes sociales que no se han concretado. El 60% de la poblaci¨®n lo rechaza, seg¨²n una encuesta publicada el pasado fin de semana. Decir no al rescate, empujar¨ªa a Grecia a la suspensi¨®n de pagos y el abandono del euro. Por eso, Alemania y Francia reclamaban ayer que la consulta plantease la pregunta sobre la permanencia en el euro, que s¨ª cuenta con el respaldo ciudadano.
El Gobierno de Atenas, sin embargo, no quiere poner el euro en cuesti¨®n, seg¨²n el ministro del Interior, Haris Kastanidis, la pregunta ser¨¢ si se "acepta o no el acuerdo" del nuevo rescate de 130.000 millones. Kastanidis ha descartado que se pregunte sobre la permanencia en el euro: "El Gobierno no puede poner en entredicho el camino del pa¨ªs en Europa", ha justificado el ministro. Ante las informaciones aparecidas a lo largo del d¨ªa que apuntaban en sentido contrario, el portavoz del Ejecutivo, Angelos Tolkas, insisti¨® en que la preguntar¨¢ versar¨¢ sobre los planes de ajuste.
Pero el mero hecho de la celebraci¨®n del refer¨¦ndum puede tener consecuencias nefastas. Bruselas, de momento, congela los 8.000 millones del sexto tramo del primer plan de rescate. Y el tiempo corre en contra de Grecia, que apenas tiene fondos para seguir manteniendo la maquinaria del Estado hasta diciembre.
Una comisi¨®n del Ejecutivo de Papandreu trabaja para celebrar la consulta cuanto antes, a mediados de diciembre, pero ese mes y medio es una eternidad en el hurac¨¢n de los mercados. Los inversores se llevan las manos a la cabeza: por el bono griego a dos a?os se exig¨ªa ayer en el mercado una rentabilidad del 97%, casi de la totalidad de su valor. No hay ejemplos m¨¢s gr¨¢ficos de la sensaci¨®n de que Grecia no va a poder pagar.
"Lo ¨²nico que intenta Papandreu con el refer¨¦ndum es ganar tiempo, aferrarse al poder, aun a costa de perjudicar al pa¨ªs. ?Por qu¨¦, si no, no pidi¨® el refer¨¦ndum en el primer rescate? ?Y c¨®mo se puede votar un acuerdo del que no se conoce el contenido", critica duramente la periodista Corina Vasilopoulou, del Eleftherotipia, un diario de izquierdas y l¨¢tigo del PASOK. "Papandreu cree que las elecciones anticipadas ser¨ªan malas para el pa¨ªs, as¨ª que decidi¨® apostar por algo que siempre tuvo en su mente, el refer¨¦ndum. Un s¨ª legitimar¨ªa a su partido para seguir en el Gobierno", dice Nikos Konstantaras, director adjunto del peri¨®dico, Kathimerini, de centro-derecha. A su juicio, la pregunta de la consulta tratar¨¢ de cubrir de alguna forma tanto el rescate como la permanencia en el euro.
"La democracia est¨¢ por encima del apetito de los mercados", proclam¨® Papandreu con solemnidad. Pero pocos han recibido la consulta como un gesto democr¨¢tico. Cuando menos, reina la estupefacci¨®n. Los sindicatos Adedy, de la funci¨®n p¨²blica, o GSEE, del sector privado, por ejemplo, no cesaron ayer de celebrar reuniones para decidir una postura oficial al respecto. La del l¨ªder de la oposici¨®n, Nueva Democracia, es clara. Antonis Samaras calific¨® la decisi¨®n de Papandreu como un "chantaje descarado" a la ciudadan¨ªa y exigi¨®, por en¨¦sima vez, la convocatoria de elecciones. Pero con las deserciones que sufre en su partido —ocho diputados en dos a?os— y los parlamentarios que amenazan con votar en su contra en la moci¨®n de confianza del viernes, el Gabinete puede caer inmediatamente, y exigen un Gobierno de concentraci¨®n. Papandreu necesita 120 de los 300 votos para superar la moci¨®n.
Papandreu echa un pulso a Bruselas, para negociar los nuevos recortes a la baja, pero tambi¨¦n a sus ciudadanos. Pide a los suyos que escojan entre la espada, m¨¢s sacrificios, o la pared, explorar ese abismo de una bancarrota y vuelta al dracma. Se lo pregunta a una Grecia que se ahoga en recortes sociales: reducci¨®n de 150.000 funcionarios, recorte de salarios, de pensiones, nuevos impuestos... Los sindicatos calculan una merma de ingresos del 20% al 40% en funci¨®n de los casos.
El sentimiento de orgullo herido y de p¨¦rdida de soberan¨ªa se desprende en cada paso o comentario que se haga en la vieja Atenas.
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