El desconcierto, versi¨®n rescate espa?ol
Espa?a asegura que las condiciones est¨¢n pr¨¢cticamente pactadas y achaca a Alemania los retrasos. Bruselas augura una soluci¨®n ¡®en unas semanas¡¯
"El rescate de Espa?a es un misterio¡±, explica en su despacho el ministro de Finanzas de uno de los 17 pa¨ªses de la eurozona, con la grabadora apagada y casi en un susurro, como si temiera la reprimenda de Berl¨ªn o la ira de Madrid por revelar lo que en realidad es ya un secreto a voces. La ayuda europea a Espa?a llegar¨¢ en unas semanas, seg¨²n fuentes de Bruselas. La negociaci¨®n se ha llevado fuera de los focos, pero est¨¢ pr¨¢cticamente cerrada, seg¨²n fuentes del Gobierno espa?ol. Y sin embargo no va a concluir de inmediato: sobre todo el asunto reina una extra?a confusi¨®n alimentada desde Madrid y Berl¨ªn. A juzgar por las declaraciones del presidente Rajoy y de la canciller Merkel, el rescate est¨¢ en el aire, a pesar de que cualquier cosa ¡ªcualquier cosa¡ª puede salir mal, alborotar los mercados y obligar a tomar una decisi¨®n fundamental para el futuro del euro, y no digamos de Espa?a, a todo correr. ¡°Ni Berl¨ªn ni Madrid dan pistas de c¨®mo van las cosas¡±, apunta el ministro con aires de saber m¨¢s de lo que dice.
Junto con ¨¦l, los titulares de Finanzas de la eurozona se re¨²nen ma?ana en Luxemburgo para discutir la situaci¨®n econ¨®mica y a las reformas emprendidas en Espa?a, seg¨²n la agenda del Eurogrupo. A priori, no habr¨¢ ni una palabra del rescate. Nadie alude oficialmente a la posibilidad de que ni siquiera se discuta el estado de las negociaciones ¡ª¡°?hay negociaciones?¡±, ironiza un diplom¨¢tico de uno de los pa¨ªses implicados¡ª, y de momento solo hay declaraciones que parecen sacadas de una mala partida de cartas: ¡°No necesitamos un rescate; lo contrario es un malentendido¡±, apuntaba De Guindos el jueves en Londres.
El Gobierno dice que Merkel quiere una soluci¨®n global para la Eurozona, que incluir¨ªa a Italia
Y aun as¨ª, una mir¨ªada de analistas da por sentado ese rescate. Est¨¢ hecho. Al 100%. No cabe duda: los grandes peri¨®dicos de este pa¨ªs y hasta Televisi¨®n Espa?ola preparan programas especiales al respecto. Se especula sobre la fecha (tan pronto como hoy, seg¨²n la quiniela de Reuters; en el plazo de unas semanas, seg¨²n las fuentes consultadas), con la modalidad, con las condiciones. Lo curioso del caso es que frente a esa apariencia de seguridad son precisamente los dos actores claves ¡ªMadrid y Berl¨ªn¡ª quienes dicen que no. Que a¨²n no. Que tal vez ¡ªaseguran, al menos en p¨²blico, con cara de p¨®quer¡ª nunca haya un rescate.
Pero la petici¨®n es m¨¢s que probable. El Gobierno espa?ol apunta que las condiciones ya est¨¢n pr¨¢cticamente pactadas y achaca el retraso a Alemania, seg¨²n una fuente del Ejecutivo. Berl¨ªn no quiere que los rescates que est¨¢n sobre la mesa vayan decant¨¢ndose uno a uno, como en un sistema de goteo: quiere una ¡°soluci¨®n conjunta¡±, seg¨²n la citada fuente, un paquete completo que incluya a Espa?a, Chipre y potencialmente a Eslovenia, pero tambi¨¦n las revisiones de Grecia y Portugal, y ¡ªatenci¨®n¡ª a Italia. La recesi¨®n italiana va a peor, y al final la falta de crecimiento se dejar¨¢ notar sobre las cuentas p¨²blicas. Fuentes espa?olas alegan que Italia ha logrado quedarse de perfil detr¨¢s de Espa?a, pero Berl¨ªn presiona para que forme parte de ese paquete. Eso dificulta la jugada: requiere m¨¢s diplomacia y m¨¢s tiempo. Consultado por este peri¨®dico, un portavoz del Gobierno alem¨¢n neg¨® ayer esa opci¨®n, y rechaz¨® que Berl¨ªn sea responsable de que el rescate no acabe de llegar.
Berl¨ªn alega que ni Madrid aclara que quiera la ayuda ni siquiera que la necesite
Las maniobras de distracci¨®n tienen m¨²ltiples explicaciones. Rajoy quiere evitar el estigma de una segunda ¡°l¨ªnea de cr¨¦dito¡±, de ¡°eso que ustedes llaman rescate¡±, en palabras de Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa. Quiere asegurarse buenas condiciones. Prefiere esperar y ver mientras el mercado no le obligue a pedir el dinero. Y, sobre todo, le viene bien diferir la solicitud hasta que pasen las elecciones vascas y gallegas. A la postre, barrunta el Ejecutivo, tal vez todo se solucione, quiz¨¢ Espa?a logre cumplir sus compromisos de d¨¦ficit para este a?o e incluso las previsiones incluidas en los Presupuestos de 2013 (una ca¨ªda del PIB del 0,5%), poco veros¨ªmiles ante una conjunci¨®n astral de crisis: bancaria, econ¨®mica, de deuda, pol¨ªtica e institucional.
Alemania y sus aliados tienen tambi¨¦n sus motivos: Berl¨ªn asegura que ni Espa?a parece querer el rescate, a juzgar por las declaraciones de Rajoy y Guindos, ni est¨¢ claro que lo necesite. Seg¨²n las tesis de Alemania, Espa?a sigue fianci¨¢ndose en el mercado (cierto) a tipos de inter¨¦s muy razonables (muy discutible: si fuera as¨ª el BCE no estar¨ªa a punto de activar el bot¨®n nuclear). Seg¨²n diversas fuentes, Alemania prefiere agrupar todos los problemas de la periferia -incluida Italia, apostillan fuentes del Gobierno espa?ol- en un solo voto en el Bundestag para evitar el desgaste pol¨ªtico, y para impedir que el BCE tenga que disparar a r¨¢fagas y la soluci¨®n a la crisis europea siga llegando con cuentagotas. Y en caso de rascarse el bolsillo, quiere condiciones leoninas.
Pese a esa ambig¨¹edad calculada en canciller¨ªas y ministerios, para las fuentes consultadas (uno de los inversores que se reunieron con Guindos en Londres, funcionarios del Consejo y la Comisi¨®n, dos ministros de la eurozona, fuentes pr¨®ximas al BCE y al FMI), el resumen de lo que va a suceder es el que sigue. Espa?a pedir¨¢ ayuda ¡°en el plazo de unas semanas¡±, aseguran tanto una alta fuente en Bruselas como un ejecutivo de un gran fondo. La modalidad del rescate ser¨¢ una ¡°l¨ªnea de cr¨¦dito con condicionada reforzada¡±, seg¨²n la deliciosa jerga de Bruselas: una especie de aval con el que los inversores quedar¨ªan cubiertos por el fondo de rescate de una quita del 20% o el 30% del valor de la deuda emitida. Eso permitir¨ªa no tener que gastar m¨¢s fondos (salvo en caso de impago), aunque la compra directa de bonos no est¨¢ totalmente descartada. En cuanto a las condiciones, el aspecto m¨¢s peliagudo de la jugada, dependen del tempo que Rajoy emplee. ¡°Puede seguir amagando mientras el mercado est¨¦ tranquilo, pero a nadie se le escapa que esa tranquilidad solo resistir¨¢ mientras el mercado crea que va a acudir al rescate¡±, explican fuentes diplom¨¢ticas. ¡°Hay que pedir el rescate mientras a¨²n no se desate el incendio¡±, abunda Santiago Carb¨®, de la Universidad de Bangor. Si en el momento de la petici¨®n sigue el viento a favor, ¡°Espa?a podr¨¢ asegurarse unas condiciones iniciales relativamente suaves porque ha hecho los deberes¡±, indican fuentes pr¨®ximas al FMI. Si empieza el vendaval, las condiciones ser¨¢n dur¨ªsimas. Pero atenci¨®n: ¡°Aunque al inicio las condiciones sean suaves, en cuanto llegue la primera revisi¨®n del programa y se vea que no hay forma de cumplir con el d¨¦ficit las condiciones se volver¨¢n sever¨ªsimas. As¨ª ha sido siempre¡±, apostilla un alto funcionario comunitario.
Espa?a mantiene que esas condiciones est¨¢n ya pr¨¢cticamente pactadas. Una: elevar la edad efectiva de jubilaci¨®n para acercarla a la legal y reformar el sistema de pensiones con la aceleraci¨®n del factor de sostenibilidad (para acompasar la esperanza de vida a los principales par¨¢metros del sistema). Dos: una nueva vuelta de tuerca a la reforma laboral si no da los resultados esperados. Y tres: posible negativa a la revalorizaci¨®n de las pensiones. Madrid, adem¨¢s, pretende que a la postre la petici¨®n active al BCE, pero que el fondo europeo no gaste un solo euro: de lo contrario las agencias de calificaci¨®n de riesgos rebajar¨ªan el rating espa?ol a bono basura y Espa?a saldr¨ªa del mercado, lo que puede tener efectos catastr¨®ficos.
?La jugada est¨¢ clara? Mueve Alemania, seg¨²n Madrid. De eso nada, seg¨²n Berl¨ªn. As¨ª est¨¢n las cosas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.