Rasquera, un pueblo marcado por la marihuana

Rasquera es hoy el pueblo tranquilo que hab¨ªa sido siempre, antes de que el plan anticrisis que propon¨ªa promover plantaciones de cannabis a gran escala en el municipio situara a esta villa de 900 habitantes en primera l¨ªnea informativa.

La glorieta, nombre con la que se conoce la primera plaza que se encuentra al entrar en el pueblo es hoy, como siempre ha sido, centro de tertulias entre peque?os grupos de hombres.

La presi¨®n medi¨¢tica de hace un a?o les ha convertido en recelosos hacia los medios, pero romper el hielo con algunos saludos cordiales les anima a hablar, tanto a partidarios como a detractores del proyecto.

"Ya ves. Todo muy bien por aqu¨ª. Gracias a la marihuana ha entrado mucho dinero. ?No lo ves? Mira si ha servido el eco medi¨¢tico que nos hemos hecho todos ricos", suelta en un tono burl¨®n un hombre sentado en uno de los bancos.

Desde la distancia mira esta escena otro vecino, claramente a favor del proyecto. "Ante de la duda, hac¨ªa falta probarlo. Y creo que si los pol¨ªticos lo quieren, finalmente todo esto tirar¨¢ adelante", explica.

"Yo, en parte, veo mal que Bernat (Pellisa) deje de ser alcalde porque ha hecho muchas cosas buenas para el pueblo, pero entiendo que est¨¢ hasta la coronilla", afirma, por su parte, Josep M¨²rria, que se ha animado a hablar con los periodistas sin temor a identificarse.

El acuerdo del municipio con la asociaci¨®n cann¨¢bica ABCDA para que el ayuntamiento les cediera unos terrenos donde plantar marihuana y obtener a cambio 1,3 millones de euros en dos a?os sacudi¨® por completo la vida del pueblo y de sus ciudadanos.

A muchos de los habitantes les cuesta todav¨ªa entender qu¨¦ se planteaba y c¨®mo, hasta el punto de que acabaron centrando el debate en la figura de su alcalde, Bernat Pellisa, y el refer¨¦ndum del 10 de abril de 2012 acab¨® siendo as¨ª un plebiscito sobre su figura.

El 57 % de los vecinos que fueron a votar mostraron su apoyo a la propuesta de Pellisa, pero el alcalde hab¨ªa prometido previamente, convencido de que obtendr¨ªa un apoyo muy amplio, que abandonar¨ªa la alcald¨ªa si no obten¨ªa un 75 % de los votos.

Tras esto, la dimisi¨®n de Pellisa, sin el cual no se hubiera entendido nunca este proyecto, se debe hacer efectiva el pr¨®ximo 14 de junio, por las fiesta mayor de Rasquera.

"No es un paso atr¨¢s para huir del tema. Es una cuesti¨®n ya de salud, no puedo continuar llevando la presi¨®n que he tenido durante este tiempo", manifiesta el alcalde, que contin¨²a: "No har¨¦ como hizo (Jos¨¦ Mar¨ªa) Aznar, que design¨® a su sucesor: la persona que tiene que hacerlo debe dar un paso adelante y yo me pondr¨¦ a su disposici¨®n. Colaborar¨¦ para que el proyecto tire adelante".

Pero nadie sabe qu¨¦ pasar¨¢ despu¨¦s de esto con el proyecto cann¨¢bico, no solo porque su principal impulsor -junto con el abogado Mart¨ª C¨¤naves- ya no estar¨¢ al frente, sino porque el pulso con los tribunales contin¨²a abierto y la dilataci¨®n del proceso en el tiempo puede hacerlo caer en el olvido.

"El 28 de marzo pasado solicitamos a la Fiscal¨ªa que procediera al archivo de las diligencias informativas. No hay ning¨²n motivo para incoar unas diligencias porque no se ha cometido ning¨²n delito", explica por su parte C¨¤naves.

Un a?o despu¨¦s de aquel terremoto, Pellisa manifiesta que "el ayuntamiento ha luchado, lucha y luchar¨¢ por su plan anticrisis".

"Nos dijeron que vend¨ªamos humo, pero hemos demostrado con hechos que no era as¨ª", prosigue el alcalde consciente de que est¨¢ "investigado y reinvestigado y que si hubieran encontrado algo ilegal, me hubieran fundido".

A la espera del 'milagro' de la marihuana, Rasquera ha tenido durante este tiempo que "actualizar sus impuestos", reformar el catastro y pedir 1,8 millones al Estado, con los cuales ha conseguido "estabilizar la situaci¨®n" de uno de los pueblos m¨¢s endeudados de la provincia de Tarragona.

Ahora, el consistorio quiere trasladar este debate al Parlamento catal¨¢n y reclama tambi¨¦n que las poblaciones y ciudades que acogen estos clubes can¨¢abicos den la cara.

M¨¢s all¨¢ de los debates, el plan de Rasquera tiene su futuro en el tribunal contencioso administrativo de Tarragona y su dictamen, sea positivo o no, acabar¨¢ sentando un precedente que trascender¨¢ mucho m¨¢s all¨¢ de las calles de este peque?o pueblo.