Cambia la estacionalidad, pero no la tendencia
Afortunadamente, en Espa?a los enfrentamientos entre partidos pol¨ªticos no llevan aparejado el cierre de los servicios p¨²blicos y las estad¨ªsticas siguen public¨¢ndose en las fechas previstas. Aqu¨ª los problemas son otros, como la mala costumbre de algunos gobernantes de anunciar lo bueno que va a ser un dato unos d¨ªas antes de que se publique y lo conozcamos todos en igualdad de oportunidades. Esto es algo que en los pa¨ªses serios se juzga muy mal y hace perder credibilidad al propio sistema estad¨ªstico.
Los datos estrella de la semana fueron el paro y afiliaciones a la Seguridad Social. Ambos dieron cifras algo mejor de lo previsto, pero en l¨ªnea con la tendencia de los ¨²ltimos meses. Y cuando digo tendencia me refiero a eso, no a la estacionalidad. En estos d¨ªas hemos o¨ªdo a muchos pol¨ªticos y tertulianos decir que, tras una tendencia de seis meses consecutivos de descenso, el paro ha vuelto a aumentar en septiembre. Este concepto de tendencia es incorrecto y si no utilizamos las palabras correctas, la confusi¨®n est¨¢ servida. En realidad, el descenso del paro entre marzo y julio no fue una tendencia, sino pura estacionalidad, lo mismo que el aumento de septiembre. La tendencia a corto plazo se obtiene corrigiendo la estacionalidad y erraticidad de las series estad¨ªsticas. Haciendo esto, en los gr¨¢ficos podemos ver que el nivel del paro registrado toc¨® techo en los meses de primavera y principio del verano y ha empezado a caer (cambio de tendencia) en agosto y septiembre. Esta es la buena noticia, si bien la calidad de esta estad¨ªstica no es la ¨®ptima. Habr¨¢ que esperar a la EPA del tercer trimestre para confirmar este cambio de tendencia.
Pero el descenso actual del paro no es consecuencia a¨²n de la creaci¨®n de empleo. Otro error muy com¨²n es equiparar los descensos del paro con aumentos del empleo, o viceversa. El paro es la diferencia entre la poblaci¨®n activa y la poblaci¨®n ocupada, y sus variaciones provienen, por tanto, de estas dos variables, no solo de una. En estos momentos, el descenso del paro obedece a la disminuci¨®n de la poblaci¨®n activa. Hay menos personas que se ofrecen para trabajar, fundamentalmente porque muchas emigran. El aumento del empleo a¨²n tardaremos unos trimestres en verlo, si es que las cosas van como se prev¨¦n. De momento, lo que nos dicen los datos de la afiliaci¨®n a la Seguridad Social es que el ritmo de destrucci¨®n de empleo se frena. Tomando las cifras medias del tercer trimestre, la serie de afiliados sin cuidadores no profesionales da un descenso anualizado del 1% respecto al segundo trimestre, unas ocho d¨¦cimas menos de lo que descendi¨® ese trimestre respecto al primero. Dado que este es un buen indicador del comportamiento del empleo en el conjunto de la econom¨ªa, y teniendo en cuenta que la productividad por trabajador aumenta ¨²ltimamente entre el 1,5% y el 2% anual, esta ca¨ªda de afiliados ser¨ªa compatible con una ligera alza del PIB en el tercer trimestre, que podr¨ªamos concretar provisionalmente en una d¨¦cima porcentual (0,4% en tasa anualizada). Es poco, pero por algo se empieza.
La ca¨ªda del n¨²mero de afiliados ser¨ªa compatible con una ligera alza del PIB este trimestre
Adem¨¢s, los diarios se llenaron esta semana de comentarios sobre los PGE-2014. Son unos presupuestos continuistas. Su objetivo principal es reducir ligeramente el d¨¦ficit p¨²blico desde el 6,5% del PIB esperado para este a?o hasta el 5,8%, en un contexto econ¨®mico previsiblemente m¨¢s favorable que el de 2013. Esta reducci¨®n se har¨¢ como en los ¨²ltimos a?os, es decir, recortando los gastos y aumentando la recaudaci¨®n impositiva para compensar la ca¨ªda de ingresos ligada a las fuerzas del ciclo econ¨®mico. Nada ambicioso (reformas estructurales) ni dif¨ªcil de conseguir. El mayor obst¨¢culo es la relajaci¨®n de los gobernantes, como est¨¢ ocurriendo: al acabar la primera mitad del a?o, el d¨¦ficit acumulado en los cuatro ¨²ltimos trimestres (excluidos los gastos por p¨¦rdidas ligadas a las ayudas a instituciones financieras) era del 7,5% del PIB, seis d¨¦cimas m¨¢s que al finalizar 2012, lo que hace bastante dif¨ªcil lograr el 6,5% en lo que queda del a?o. Respecto a las previsiones macroecon¨®micas (crecimiento del PIB del 0,7%, ca¨ªda del empleo del 0,2% y descenso de la tasa de paro en medio punto porcentual, hasta el 25,9%), las cifras son bastante razonables. Parece que el Gobierno aprende a hacer previsiones.
?ngel Laborda es director de coyuntura de la Fundaci¨®n de las Cajas de Ahorros (Funcas).
Las ventas de las empresas dejan de caer
La Agencia Tributaria difundi¨® esta semana los datos de ventas, empleo y salarios declarados por las grandes empresas en los meses de julio y agosto. En este ¨²ltimo mes se observa una ca¨ªda fuerte, mayor que la de los meses previos, de las ventas a precios constantes respecto al mismo mes del a?o anterior. Lo mismo se produjo en el ¨ªndice de ventas del comercio al por menor que public¨® el INE la semana anterior. Esto no hay que interpretarlo como una reca¨ªda o cambio en la tendencia de relativa mejor¨ªa observada desde el comienzo del a?o, sino que tiene que ver con el adelanto de compras a agosto que produjo la subida del IVA en septiembre de 2012. Por ello, la comparaci¨®n relevante no es la interanual, sino la intermensual o intertrimestral. Haciendo la media de julio y agosto, tanto las ventas interiores como las totales se estabilizan respecto al segundo trimestre del a?o, acabando con ca¨ªdas continuadas e intensas durante muchos trimestres.
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