Beber mate, el peque?o placer de los refugiados sirios
Lo han abandonado todo en busca de una vida m¨¢s segura, pero si hay una cosa a la que los refugiados sirios en el L¨ªbano no han renunciado es al placer de beber mate, una costumbre importada de Latinoam¨¦rica que se han llevado al exilio.
La vida est¨¢ llena de estrecheces en la regi¨®n libanesa de Arsal, un ¨¢rido pedregal en la frontera con Siria, donde habitan miles de refugiados que han huido de la violencia en su pa¨ªs.
Las necesidades son m¨²ltiples entre los reci¨¦n llegados y aquellos que ven que su estancia se prolonga m¨¢s tiempo del deseado en las tiendas de campa?a que inundan el ¨¢spero paisaje.
En medio de esta desolaci¨®n, un grupo de vecinos y familiares del campamento de Abu Nur se re¨²ne en una de las tiendas para visitar a un enfermo. Una mujer llega con una bandeja para servir caf¨¦ y t¨¦, y en medio de las tazas aparece una bombilla y un mate.
"En Siria nos encanta el mate, lo bebemos a todas horas, pero sobre todo por la ma?ana, es un placer", explica a Efe Nader, responsable del campamento.
Esta costumbre fue tra¨ªda a Siria a mediados del siglo pasado por los inmigrantes que se marcharon a Latinoam¨¦rica a trabajar y la trasladaron cuando volvieron al territorio sirio, donde pronto se extendi¨®.
El mate no solo est¨¢ presente en el L¨ªbano de la mano de los refugiados sirios, sino tambi¨¦n de los propios emigrantes libaneses, que cruzaron el charco y luego lo trajeron a su pa¨ªs, y es especialmente popular entre los drusos.
Es f¨¢cil encontrar mate en el campamento de Abu Nur, uno de las decenas de asentamientos de sirios que pueblan la zona, y en la misma ciudad de Arsal.
Seg¨²n Nader, la infusi¨®n que ellos beben procede de Siria, que contin¨²a exportando un gran n¨²mero de productos al L¨ªbano porque son m¨¢s baratos, pese a que su producci¨®n se ha resentido por la guerra.
El mate es suministrado de forma gratuita a los refugiados por organizaciones locales que canalizan las donaciones de otros pa¨ªses ¨¢rabes, como Catar y Arabia Saud¨ª.
En la tienda de campa?a, mientras algunos beben caf¨¦ preparado al estilo turco, otros toman la infusi¨®n. Es distinta de la consumida en Latinoam¨¦rica, ya que tiene un sabor "arabizado": M¨¢s suave, e incluso dulz¨®n, pese a que no le a?aden az¨²car.
A falta de un trabajo en el L¨ªbano, muchos pasan el tiempo consumiendo mate, caf¨¦ o t¨¦, mientras tratan de recomponer sus vidas y olvidar los horrores sufridos, en medio de una existencia precaria.
Matan las horas eternas conversando sobre las ¨²ltimas noticias que llegan de Siria, visit¨¢ndose los unos a los otros y d¨¢ndose consuelo.
Antes del inicio del conflicto en marzo de 2011, Siria era el principal importador mundial de mate argentino; de hecho, en 2009 el pa¨ªs ¨¢rabe compr¨® m¨¢s del 70 % de las exportaciones argentinas de esta yerba, seg¨²n datos oficiales.
"El mate es t¨ªpico de Yabrud, de all¨ª es la familia de (Carlos) Menem", el expresidente argentino, afirma a Efe Mohamed, un anciano que ha venido a visitar a la familia que reside en la tienda de campa?a.
Esta ciudad al norte de Damasco, que recientemente ha aparecido en los titulares de prensa por la ofensiva del Ej¨¦rcito sirio contra los rebeldes, alberga las principales plantas de procesamiento y empaquetado de mate en Siria, que, a falta de cultivos, compra la yerba a otros pa¨ªses.
Pero no solo es famosa en Yabrud, sino tambi¨¦n en toda la regi¨®n de Al Qalam¨²n, donde se ubica esta localidad; as¨ª como en Homs y Hama, en el centro, y en las provincias costeras, como Tart¨²s, donde es la bebida oficial; aunque tambi¨¦n puede encontrarse en otras partes de Siria.
A diferencia de la costumbre de compartir el mate entre varios, los sirios toman el suyo individualmente.
Y es que, pese a que la infusi¨®n no es originaria de su pa¨ªs, la han tomado como propia y su consumo est¨¢n entre los peque?os placeres diarios.
Por eso, aunque sea aqu¨ª, en el p¨¢ramo de Arsal, no han renunciado a un h¨¢bito que se ha hecho sirio y que les trae recuerdos de la vida que han dejado atr¨¢s.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.