Banquero prudente y empresario audaz
Con la desaparici¨®n de Emilio Bot¨ªn, el sistema financiero espa?ol pierde a una personalidad extraordinaria que ha liderado la evoluci¨®n del sector en las tres ¨²ltimas d¨¦cadas.
Desde su incorporaci¨®n a la Presidencia del Santander en el a?o 1986, el banco ha marcado el rumbo del sistema financiero espa?ol, desde decisiones de gran alcance estrat¨¦gico, como la introducci¨®n en 1989 de la supercuenta al amparo de la liberalizaci¨®n de tipos de inter¨¦s, hasta la absorci¨®n gradual de una parte de la banca en nuestro pa¨ªs: primero a trav¨¦s del crecimiento org¨¢nico y luego con la compra de Banesto en 1994 y la fusi¨®n con BCH en 1999.
Lider¨®, asimismo, la expansi¨®n internacional de la banca, clave para una gesti¨®n diversificada del riesgo y para superar, con ¨¦xito, la importante crisis financiera iniciada en 2007.
A trav¨¦s de estas actuaciones, propias de un banquero prudente; pero, al tiempo, de un empresario audaz con visi¨®n de futuro, consigui¨® colocar al Santander entre las diez primeras entidades financieras del mundo y la primera de la eurozona, cuando al alcanzar la presidencia el Banco Santander no figuraba siquiera entre los primeros 104 bancos del mundo. Visi¨®n, tenacidad, atenci¨®n al detalle y una inmensa capacidad de trabajo explican este ¨¦xito.
En el plano personal, tuve la fortuna de compartir con Emilio Bot¨ªn, gracias a su confianza, algunos momentos de excepcional importancia para el banco. La compra de Banesto, la fusi¨®n con el BCH, fueron algunos de los m¨¢s relevantes. Me impresion¨® siempre comprobar su seguridad, su altura de miras y la visi¨®n con las que dirig¨ªa cada uno de los pasos de operaciones de enorme delicadeza y trascendencia para el futuro del Banco. Nunca le vi un momento de des¨¢nimo ni una visi¨®n pesimista ante los objetivos que nos propon¨ªamos alcanzar. Al contrario, era capaz de transmitir, de forma casi contagiosa, energ¨ªa y una visi¨®n positiva para enfrentarnos ante cualquier obst¨¢culo.
Su atenci¨®n al detalle era otra de sus caracter¨ªsticas principales. Era incansable en el an¨¢lisis pormenorizado, por ejemplo, en materia de riesgos, y recuerdo, desde mis primeros tiempos en el banco, largas sesiones dedicadas a examinar las principales operaciones crediticias de la entidad. En algunos casos hac¨ªa uso de su excepcional memoria para traer a colaci¨®n antecedentes y detalles que ayudaban a tomar las decisiones m¨¢s correctas.
Daba una gran importancia a la relaci¨®n con los clientes, con sus colegas de la banca internacional y, siempre, con los accionistas del Banco Santander. Su cortes¨ªa al atender a sus interlocutores, sin impaciencias y con un cuidado exquisito en los detalles, siempre me llamaron la atenci¨®n, pues constituyeron su rasgo distintivo de su personalidad.Sus constantes visitas a las sedes del Santander, tanto en Espa?a como en otros pa¨ªses, formaban parte de su forma de entender la gesti¨®n, buscando la proximidad directa con los equipos.
Siempre recog¨ªa de estas visitas datos o experiencias que sab¨ªa utilizar para impulsar en la l¨ªnea m¨¢s correcta la actuaci¨®n del banco.
Era, por todas estas razones, muy respetado dentro de la entidad que presid¨ªa y ejerc¨ªa su autoridad sin artificios, de una manera sencilla.
Atento a sus interlocutores, preguntaba con una inquieta curiosidad sobre todos los detalles que le pudieran interesar, sobre todo si se refer¨ªa a cuestiones relacionadas con la econom¨ªa y con la banca. Admit¨ªa de buen grado las observaciones de sus colaboradores y no vacilaba en aceptar todas aquellas que consideraba razonables.
Supo, sin desatender ni un momento su gesti¨®n en el banco, acercar este al mundo de la inteligencia y la cultura y la labor de m¨¢s de veinte a?os en favor de las universidades ha dejado huella de su liderazgo.
El sistema financiero espa?ol, la econom¨ªa de nuestro pa¨ªs y la imagen internacional de Espa?a son distintos y mejores gracias a la infatigable tarea a lo largo de m¨¢s de tres d¨¦cadas de Emilio Bot¨ªn.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.