Las empresas del Ibex no tuitean con sus inversores
Las sociedades cotizadas necesitan ampliar y mejorar sus canales de comunicaci¨®n con los accionistas
Las juntas de accionistas de las grandes empresas suelen ser como las voladuras controladas de un edificio: cualquier intervenci¨®n de los inversores se espera, canaliza y resuelve con mecanismos reglados por la compa?¨ªa. Pero ?qu¨¦ sucede antes? Ese d¨ªa clave para cualquier sociedad cotizada est¨¢ precedido de un periodo de informaci¨®n al inversor regulado por ley. Y el canal m¨¢s potente para comunicarse con ¨¦l, la web corporativa, no se aprovecha en toda su dimensi¨®n. Esa es una de las conclusiones de un estudio de la consultora Deloitte que analiza hasta qu¨¦ punto las empresas del Ibex-35 se han adaptado a las nuevas formas de comunicaci¨®n para facilitar el ejercicio de los derechos de quienes, en definitiva, son sus propietarios.
El informe constata que todas las sociedades del Ibex facilitan los datos sobre la junta general a no m¨¢s de tres pasos de navegaci¨®n (clicks), pero esa informaci¨®n es heterog¨¦nea, se presenta en secciones con distintos nombres dependiendo a la empresa, y no resulta accesible para personas con alguna discapacidad. Deloitte ha hecho la evaluaci¨®n junto con Ilunion, el conglomerado societario de la ONCE, utilizando como referencia la iniciativa sobre accesibilidad (WAI) desarrollada por World Wide Web Consortium. Y concluye que muchas empresas presentan deficiencias en aspectos como la navegaci¨®n, las im¨¢genes, la estructura o en cuestiones m¨¢s t¨¦cnicas como los script (archivos que se utilizan para realizar tareas con los usuarios). Ninguna de las grandes sociedades cumple una norma b¨¢sica: utilizar documentos en formato pdf accesibles, lo que provoca ¡°graves problemas de acceso a la informaci¨®n¡±.
Dicho lo anterior no es extra?o que, a pesar de la extensi¨®n de las nuevas tecnolog¨ªas, la oficina del accionista se mantenga, seg¨²n Deloitte, ¡°como uno de los principales mecanismos de comunicaci¨®n entre las sociedades cotizadas y sus inversores, especialmente para un sector de la poblaci¨®n de mayor edad que prefiere una atenci¨®n personalizada a sus consultas¡±. Todas esas oficinas est¨¢n situadas en las respectivas sedes sociales excepto en el caso de las siete entidades financieras del Ibex, que ampl¨ªan esa funci¨®n a su red de sucursales. Otro de los canales utilizados, el tel¨¦fono, presenta algunos inconvenientes. S¨®lo ocho empresas ponen a disposici¨®n de los inversores n¨²meros gratuitos (900). La mayor¨ªa (22) cuentan con n¨²meros nacionales de pago y otras siete ofrecen un 902, tambi¨¦n de pago.
Marta Garc¨ªa, una de las autoras del estudio, constata que las grandes empresas mejoran cada a?o y que todas cumplen con lo que les exige la ley. ¡°Pero m¨¢s all¨¢ de eso podr¨ªan acercar la informaci¨®n al gran p¨²blico¡±, matiza. Las redes sociales, que ganan protagonismo, se utilizan m¨¢s para transmitir informaci¨®n publicitaria que de gesti¨®n de la compa?¨ªa. Siete sociedades del Ibex est¨¢n completamente ausentes de las redes frente a otras 17 que tienen presencia en al menos cinco y otras 11 difunden su informaci¨®n en cinco o m¨¢s plataformas. Un total de 28 sociedades tienen perfil en Twitter y 23 en Facebook, sin embargo el uso que hacen es ¡°limitado¡±, para difundir informaci¨®n sobre las juntas. El medio electr¨®nico m¨¢s utilizado es el e-mail, aunque en algunos casos se exploran otros formatos, como los formularios abiertos de solicitud de informaci¨®n a trav¨¦s de la web. Dos empresas no disponen de foro de accionistas desde su p¨¢gina pese a que est¨¢n obligadas por ley.
El uso de medios electr¨®nicos para facilitar el voto est¨¢ cada vez m¨¢s extendido. El informe aprecia un ¡°notable esfuerzo¡±, para incentivar este mecanismo, que utilizan 34 de las 35 sociedades analizadas. De ellas, 15 ya ha dado el salto a los dispositivos m¨®viles para este fin. El futuro, seg¨²n Garc¨ªa, pasa porque desarrollen mecanismos para permitir que los inversores interact¨²en en las juntas sin estar f¨ªsicamente presentes. Para que puedan intervenir o votar sin limitarse a seguir el desarrollo de la reuni¨®n al otro lado del plasma, como ocurre ahora con las retransmisiones online.
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