Juzgan por estafa a dos gestores que ofrec¨ªan cr¨¦ditos a personas con apuros econ¨®micos

Desde mediados de 2005, la financiera Definesa, con sede social en la ciudad de A Coru?a, se publicit¨® a bombo y platillo en los medios de comunicaci¨®n, principalmente en prensa, ofertando servicios que iban dirigidos a clientes con graves apuros econ¨®micos a los que se les promet¨ªa una financiaci¨®n r¨¢pida. Pero detr¨¢s de las operaciones hab¨ªa una gran estafa que se pudo desmontar cuando Definesa llevaba operando apenas un a?o.

El plan de los dos intermediarios, los acusados R. N. R y S. P. P., seg¨²n la Fiscal¨ªa, era formalizar pr¨¦stamos con conocidas entidades financieras por el mayor importe posible, inflando los datos patrimoniales con las firmas de los solicitantes para despu¨¦s quedarse el dinero.

El fraude se descubri¨® cuando a los clientes les lleg¨® el cargo de las primeras mensualidades por unos cr¨¦ditos que no todav¨ªa no hab¨ªan recibido. De hecho, uno de los acusados, R. N. R., fue denuncia y se le detuvo el 21 de junio de 2007, por lo que estuvo un a?o en prisi¨®n que abandon¨® tras pagar una fianza de 60.000 euros.

Los dos presuntos estafadores, un hombre y una mujer, ser¨¢n juzgados el pr¨®ximo martes en la Audiencia de A Coru?a por enga?ar hasta ocho clientes y estafar casi 100.000 euros a cinco entidades financieras de ¨¢mbito nacional, como Cetelem, Finanmadrid, Santander Consumer y Tarcredit. La Fiscal¨ªa pide una condena de 6 a?os para cada uno, adem¨¢s de la devoluci¨®n del dinero cobrado y una multa a raz¨®n de nueve euros diarios con la responsabilidad personal subsidiaria de 180 d¨ªas para el caso de impago, as¨ª como el abono de las costas procesales.

Seg¨²n el escrito de acusaci¨®n de la fiscal Ana Mar¨ªa Casto, desde septiembre de 2005 hasta agosto de 2006, los acusados formalizaron contratos de pr¨¦stamos a nombre de los clientes que previamente hab¨ªan captado a trav¨¦s de la financiera Definesa.

Falsificaci¨®n de documentos

Para dar a los clientes una aparente solvencia econ¨®mica, ambos acusados falsificaron firmas y documentaci¨®n patrimonial con datos que le hab¨ªan facilitado los solicitantes. As¨ª, en los contratos de pr¨¦stamo se hac¨ªa constar productos y bienes aunque de ellos no exist¨ªan, o no figuraba la transmisi¨®n de la propiedad o incluso estaban a nombre de empresas vinculadas a los presuntos estafadores.

Una vez aprobadas las operaciones de financiaci¨®n, y para quedarse con el importe de los pr¨¦stamos concedidos sin levantar sospechas, los c¨®mplices ingresaban el dinero en una cuenta que figuraba a nombre de la empresa Alquimaquinaria de la que era administradora ¨²nica la acusada S. P. P. Pero las mensualidades de los pr¨¦stamos se cargaban en la cuenta de los afectados.

Un coche de lujo a costa de los endeudados

El escrito de acusaci¨®n desgrana las cinco operaciones de cr¨¦dito que realizaron los intermediarios. En los tres primeros meses obtuvieron tres cr¨¦ditos de 24.000, 17.000 y 12.000 euros. El segundo fue reclamado al cliente por la entidad Aktiv Kapital Portolio Investiments A.G., a quien Finanmadrid hab¨ªa transmitido el pr¨¦stamo.

Con el tercer cr¨¦dito de 18.360 euros concedido por Santander Consumer a uno de los clientes que estaba diagnosticado de limitaciones ps¨ªquicas, se constat¨® que los presuntos estafadores lo destinaron a comprarse un Mercedes C 220 CDI en un concesionario de Lugo.

Las siguientes operaciones se firmaron por importe de 27.359 euros (en el que se falsific¨® la firma de la mujer del beneficiario como su fiadora del pr¨¦stamo), de 18.700, 24.027 y 13.500. El perjudicado de este ¨²ltimo lleg¨® a abonar al banco 57 mensualidades.