En qu¨¦ falla la resoluci¨®n bancaria
Asimetr¨ªa Italia-Espa?a; auditor¨ªa secreta, pero filtrada; y apoyo ¨²ltimo, problemas a corregir
De las ¨²ltimas resoluciones bancarias, la del Popular, los dos bancos v¨¦netos y el Monte dei Paschi di Siena se constatan fallos, lecciones a extraer para mejorar el tratamiento europeo a las crisis del sector. Como estas:
La evaluaci¨®n del auditor independiente. Exigida por el reglamento UE 1093/14, art.20, la encarga la Junta ?nica de Resoluci¨®n (JUR, agencia que cuelga de la Comisi¨®n). Realizada para el Popular por Deloitte, se discute la opacidad de sus m¨¦todos y la sorprendente horquilla de su valoraci¨®n: entre menos 2.000 y menos 8.200 millones, seg¨²n distintos escenarios, por un lado, seg¨²n filtr¨® el FROB espa?ol; y 1.300 millones positivos, que ocult¨®.
Se critica el secretismo de todo el informe y se reprueba su filtraci¨®n parcial/interesada: corregible con mejor pr¨¢ctica. Y es pol¨¦mica su necesidad legal misma (?desconoce la JUR los datos?) o el momento de hacerse, precipitado, cuando se quiere establecer el ¡°valor de resoluci¨®n¡±, que tender¨¢ a ser m¨¢s opinativo que t¨¦cnico, con sesgo de derribo, y fuente inacabable de litigios.
Prestamista de ¨²ltimo recurso. Popular capot¨® por crisis de liquidez, aunque avizoraba una probable insolvencia. El problema, en m¨¢s global, es: ?debe resolverse un banco si ¨²nicamente exhibe falta de liquidez? Es una de las cuatro causas que exhibe la directiva 2014/59 y el reglamento citado, art. 18: p¨¦rdidas que agoten los fondos propios, pasivo superior al activo; necesidad de ayuda p¨²blica extraordinaria e imposibilidad de pagar deudas (iliquidez).
Se cumpli¨® la legalidad, pero con est¨¢ndares de liquidez menos rigurosos sobre las garant¨ªas (colaterales), quiz¨¢ se habr¨ªa salvado el banco, si era en verdad solvente. La norma europea vigente reduce la capacidad del BCE/Bancos nacionales de actuar como prestamistas de ¨²ltima instancia de forma, si no ilimitada, holgada. Pero posibilita al Tesoro (espa?ol) garantizar una l¨ªnea del Banco de Espa?a (art.32 de la directiva), como ocurri¨® en otras crisis (Banesto, 1993). El Gobierno lo desech¨®, por activa o por pasiva.
Una hucha poco dotada. El Fondo ¨²nico de Resoluci¨®n se rellenar¨¢ poco a poco: en 2023 contar¨¢ con 55.000 millones de euros (1% de los dep¨®sitos garantizados). De forma que la JUR no puede echar mano del mismo para una urgencia. Contar con esa liquidez de urgencia es lo que plante¨® el ministro de Econom¨ªa, Luis de Guindos, tras la crisis.
Asimetr¨ªas entre bancos y pa¨ªses. Lo m¨¢s relevante. La letra de la normativa europea permite soluciones contradictorias (resoluci¨®n del Popular por absorci¨®n; liquidaci¨®n de los v¨¦netos con inyecci¨®n de dinero p¨²blico, hasta 17.000 millones), pero su esp¨ªritu era evitar cualquier coste al contribuyente. La asimetr¨ªa afecta a acreedores y erarios p¨²blicos; y tambi¨¦n a los bancos y su capacidad de competencia: tras los ¨²ltimos episodios, la banca italiana goza de una garant¨ªa impl¨ªcita del Estado de la que otras carecen. Salidas posibles: o endurecer la normativa europea para limitar m¨¢s cualquier apoyo p¨²blico; o armonizar las leyes nacionales de insolvencia bancaria, para equiparar sus condiciones en toda la UE.
Y eso no es todo. Seguiremos.
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