El FMI avisa de que el empleo parcial, temporal y la baja productividad lastran los sueldos

El incremento de los salarios contin¨²a siendo marcadamente m¨¢s bajo en las econom¨ªas avanzadas que durante la etapa previa a la Gran Recesi¨®n. Los t¨¦cnicos del FMI recurren a varios factores para explicarlo. Los dos m¨¢s evidentes son la aton¨ªa que se vive en el mercado laboral en potencias como la de EE UU y la tendencia generalizada a una moderaci¨®n en la productividad.

El organismo tambi¨¦n apunta en algunos casos a una correcci¨®n en la din¨¢mica de salarios previa a la crisis, porque los sueldos crec¨ªan a un ritmo que se hizo insostenible. Y esta tendencia coincide, adem¨¢s, con una reducci¨®n de las horas trabajadas por los empleados, el nivel de trabajadores que firman contratos a tiempo parcial porque no tienen otra opci¨®n y por el incremento en la temporalidad.

El FMI se?ala que el empleo involuntario a tiempo parcial es mejor alternativa que el paro. Pero es evidente, a?ade, que pasa factura del lado de las remuneraciones. Por eso anticipa que la presi¨®n inflacionista del lado de los sueldos continuar¨¢ baja ¡°hasta que no se reduzca la proporci¨®n de personas forzadas a trabajar a tiempo parcial y no repunte la productividad¡±. La reducci¨®n del paro, por tanto, no basta.

Los economistas vuelven a se?alar que las rigideces en los mercados laborales de algunos pa¨ªses impiden a las empresas a contratar empleados a tiempo pleno. Al mismo tiempo indica que el empleo a tiempo parcial, la temporalidad y la reducci¨®n de horas laborales reflejan, en parte, un cambio en el empleo desde sectores que suelen firmar contratos tradicionales hacia otros m¨¢s flexibles.

Poder de negociaci¨®n

Malhar Naber, autor del estudio, explica que se tomaron como referencia 29 pa¨ªses avanzados para entender las fuentes que lastran la evoluci¨®n de los salarios. Los factores tradicionales valen para explican la situaci¨®n. Pero le sorprende que durante los ¨²ltimos dos a?os se haya producido una desconexi¨®n entre la evoluci¨®n del desempleo y los salarios, porque ha surgido nuevas fuerzas.

En este sentido hay un factor estructural adicional que alimenta esta tendencia. El FMI apunta a un cambio en la naturaleza de la relaci¨®n de los empleados y las empresas para las que trabajan, vinculado con el cambio tecnol¨®gico. El impacto en el poder de negociaci¨®n de los salarios depender¨¢ de la complementariedad que haya entre las nuevas tecnolog¨ªas y la cualificaci¨®n.

En un extremo, la automatizaci¨®n puede sustituir a empleos rutinarios que requieren de baja formaci¨®n. ¡°Eso puede llevar a t¨¦rminos menos atractivos para el asalariado¡±, indica. Por el contrario, los empleos de alta cualificaci¨®n t¨¦cnica en ingenier¨ªa y dise?o se considera pueden elevar la productividad de las empresas y, por tanto, les da m¨¢s margen para negociar al alza los sueldos.

La competencia internacional tambi¨¦n puede tener un efecto en el poder de negociaci¨®n de los salarios, tanto por v¨ªa del comercio como de las empresas que tienen cadenas de suministro globales. ¡°Eso puede alimentar la amenaza de la relocalizaci¨®n de las f¨¢bricas en econom¨ªas donde los costes son m¨¢s bajos¡±, explica. Si se combina con la automatizaci¨®n, el papel de los sindicatos merma.

Dilema inflacionista

La debilidad con la que crecen los salarios explica, en parte, por qu¨¦ la inflaci¨®n no termina de tomar cuerpo. La presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, dedic¨® un discurso este martes al dilema que est¨¢ planteando a los bancos centrales la din¨¢mica de precios. Como dice la jefa de la autoridad monetaria estadounidense, la tendencia actual es un misterio y admite que pueden estar malinterpretando los datos.

El informe t¨¦cnico del FMI se?ala en este sentido que ¡°la inflaci¨®n permanecer¨¢ baja mientras que el incremento en los salarios no se acelere m¨¢s all¨¢ del crecimiento de la productividad de una manera sostenida¡±. La laxitud de la pol¨ªtica monetaria, a?ade, puede contribuir a estimular la demanda y rebajar el paro. El resto, se?ala, est¨¢ en definir el momento preciso para abandonar los est¨ªmulos.

A partir de ah¨ª hace una serie de recomendaciones para hacer frente a las vulnerabilidades que afrontan los empleados forzados a trabajar con contratos a tiempo parcial. Las iniciativas que propone incluyen reforzar los programas de formaci¨®n o medidas que permitan equilibrar estos contratos con los beneficios que se negocian en los contratos a tiempo pleno, como pagas m¨ªnimas, bajas y ayudas familiares.