Rep¨²blica Popular de Catalu?a

El proceso de construcci¨®n nacional en Catalu?a comenz¨® hace d¨¦cadas, financiado por la burgues¨ªa y liderado por el pujolismo. Como siempre sucede en la historia, estos procesos siguen una din¨¢mica ca¨®tica e impredecible. Uno sabe c¨®mo empieza el proceso, pero nunca c¨®mo acaba. Envuelto en un relato rom¨¢ntico, la burgues¨ªa catalana ha despertado el esp¨ªritu anarquista que hist¨®ricamente ha estado muy arraigado en Catalu?a.

La CUP se inspira en las revoluciones latinoamericanas de extrema izquierda del siglo XX. Su programa econ¨®mico es el mismo que instaur¨® Fidel Castro en Cuba en los a?os sesenta y posteriormente Hugo Ch¨¢vez en Venezuela. Y hoy ya sabemos que generan pobreza e infelicidad. La CUP propone en su programa la nacionalizaci¨®n de todos los sectores estrat¨¦gicos: bancos, luz, agua, gas, petr¨®leo...

Los l¨ªderes de Podemos tambi¨¦n provienen del mismo origen y su programa electoral de las europeas de 2014 era muy similar al de la CUP. No obstante, su programa para los comicios de 2016 pretend¨ªa ser socialdem¨®crata, aunque a¨²n mantiene vestigios de revoluci¨®n popular latinoamericana. Pero en Catalu?a Podemos se ha convertido en un partido irrelevante y es Ada Colau la que lidera el movimiento. Colau es una ciudadana antisistema profesional y desde joven ha defendido los mismos postulados que los de la rep¨²blica popular catalana que defiende la CUP. Solo as¨ª se puede explicar que una de sus principales banderas ideol¨®gicas sea la renacionalizaci¨®n del agua.

Barcelona es un referente mundial en gesti¨®n eficiente del agua y su modelo mixto p¨²blico-privado es el que Fidel Castro eligi¨® en la ciudad de La Habana. Y es el modelo que recomienda la ONU para afrontar los retos del cambio clim¨¢tico en su agenda 2030. Hoy muchos catalanes han despertado del Pa¨ªs de Nunca Jam¨¢s al ver c¨®mo la Sociedad General de Aguas de Barcelona ha decidido cambiar su sede. En los ochenta tuvimos que luchar contra el dogmatismo de Reagan y Thatcher que demonizaron lo p¨²blico y ahora debemos luchar contra estos dogm¨¢ticos que demonizan lo privado.

Cientos de miles de catalanes creyeron que la independencia mejorar¨ªa su nivel de vida. El tsunami de la pasada semana les ha generado miedo por el futuro de sus empleos y de sus hijos y nietos. En 1978 m¨¢s del 90% de los catalanes vot¨® s¨ª en el refer¨¦ndum de la Constituci¨®n. Hemos aumentando la poblaci¨®n en 10 millones de personas desde 1977 y hemos convergido en renta con nuestros socios europeos. Espa?a es el quinto pa¨ªs del mundo desarrollado donde m¨¢s ha crecido el empleo.

Los espa?oles hemos multiplicado por diez la inversi¨®n por habitante en educaci¨®n y hemos erradicado el analfabetismo. Hemos pasado de una tasa de universitarios del 3% al 30% en la actualidad. Hemos multiplicado por diez la inversi¨®n en la sanidad p¨²blica, hemos universalizado las pensiones.

No habr¨¢ independencia y vamos de nuevo a elecciones anticipadas en Catalu?a. Una mayor¨ªa de catalanes tiene la posibilidad de acabar con el virus de la rep¨²blica popular que es la principal amenaza para su bienestar futuro.