Salarios y crecimiento
Los bancos centrales y la Comisi¨®n est¨¢n preocupados por la contenci¨®n de los salarios
La moderaci¨®n salarial ya no es solo una cuesti¨®n social. Ahora se ha convertido en uno de los problemas m¨¢s complejos a los que se enfrentan bancos centrales y gobiernos.
Los salarios se estancan en Espa?a y otros pa¨ªses con paro elevado. Pero tampoco aumentan tanto como cabr¨ªa esperar en pa¨ªses que gozan de pleno empleo, tanto en Europa como en EE.UU y Jap¨®n. En cambio, en ¨¦pocas anteriores de escasez de mano de obra, los asalariados consegu¨ªan importantes aumentos salariales.
Se estima por ejemplo que, durante los tres ¨²ltimos a?os, la econom¨ªa americana consigui¨® recuperar los niveles de empleo anteriores a la crisis. Sin embargo el incremento anual de los salarios reales no llega al 1%, la mitad que antes de la crisis. Asimismo la falta de trabajadores a la que se enfrenta la industria alemana se nota poco en las n¨®minas. Algo similar ocurre en el sector tur¨ªstico de algunas comunidades como Baleares, al borde de la saturaci¨®n.
La moderaci¨®n salarial produce perplejidad a los bancos centrales. Sus modelos, basados en la relaci¨®n hist¨®rica entre salarios y paro, prev¨¦n unas tensiones en los mercados laborales que en la actualidad no se producen. Seg¨²n el Fondo Monetario Internacional, la ¡°an¨®mala¡± contenci¨®n de los salarios ser¨ªa una de las principales explicaciones de la baja inflaci¨®n que caracteriza el mundo occidental hoy en d¨ªa.
Esta situaci¨®n complica la pol¨ªtica monetaria. En principio, los bancos centrales gu¨ªan sus decisiones en funci¨®n de la evoluci¨®n de la inflaci¨®n con respecto al objetivo, que en el caso de Europa es del 2%. Pero en pr¨¢cticamente todos los pa¨ªses los precios aumentan por debajo del objetivo. Esto podr¨ªa llevar los bancos centrales a inyectar aun m¨¢s liquidez, lo que podr¨ªa generar burbujas de cr¨¦dito y una asignaci¨®n ineficiente del ahorro, como ocurri¨® durante la bonanza del ladrillo.
El Banco Internacional de Pagos lleva tiempo alertando de este riesgo, que podr¨ªa desembocar en una nueva crisis financiera. Por ello recomienda a los bancos centrales que se fijen en un amplio arsenal de indicadores, no solo la inflaci¨®n, y que no duden en endurecer las condiciones de financiaci¨®n de la econom¨ªa aunque los precios y los salarios evolucionen de manera contenida.
Por otra parte, los gobiernos est¨¢n faltos de instrumentos de gesti¨®n macroecon¨®mica, por el elevado volumen de deuda p¨²blica. De ah¨ª que la Comisi¨®n Europea se posicionara esta semana a favor de un mayor activismo de la pol¨ªtica de rentas ¨Cun giro saludable en el discurso de Bruselas.
Entonces, ?por qu¨¦ no crecen los salarios? Una explicaci¨®n es la baja productividad. En EE.UU, frontera avanzada del progreso tecnol¨®gico, la productividad del trabajo apenas aumenta. Su crecimiento anual fue del 0,9% durante el periodo 2008-2016, la mitad que en el anterior ciclo. El cataclismo que hac¨ªa prever la revoluci¨®n de los robots (sustituci¨®n del trabajo humano por las m¨¢quinas y aumento masivo de la productividad) no se ve en los datos agregados.
Por otra parte, las empresas se mueven en un entorno competitivo que deja poco margen para aumentar los precios o mejorar las condiciones laborales. La producci¨®n est¨¢ interconectada internacionalmente, y no es f¨¢cil que un eslab¨®n de esa cadena se desvincule de la pol¨ªtica de rentas del grupo. Por ello la Comisi¨®n recomienda una acci¨®n a nivel europeo, empezando por aquellos pa¨ªses donde las empresas ostentan mayor poder de mercado.
Las reformas laborales y la multiplicaci¨®n de formas at¨ªpicas de empleo, como los contratos sin horario especificado, el free lance y el auto-empleo tambi¨¦n han provocado una p¨¦rdida de peso de los salarios en la distribuci¨®n de la renta. No obstante, existen respuestas a esta situaci¨®n que no perjudican la creaci¨®n de empleo. Ver por ejemplo las experiencias recientes de modernizaci¨®n de la normativa laboral en varios pa¨ªses anglosajones y Holanda, o la extensi¨®n de la protecci¨®n social a los nuevos colectivos de trabajadores en Alemania y Suecia.
En los pr¨®ximos a?os, la pol¨ªtica de rentas podr¨ªa desempe?ar un papel central en la gesti¨®n de las econom¨ªas desarrolladas. Lo que parece claro es que las viejas recetas no funcionar¨¢n.
Retribuciones
Seg¨²n la Encuesta de Poblaci¨®n Activa para el a?o 2016, la mitad de los asalariados ganaban menos de 1594,5 euros por mes en t¨¦rminos brutos, un descenso de dos euros respecto a un a?o antes. El 30% de los asalariados ganaban menos de 1,229.3 euros, pero ese porcentaje era del 40,3% para las mujeres, frente al 20,7% entre los hombres. El diferencial se invierte para los salarios altos (superiores a 3.316,9 euros brutos por mes). Las mujeres representan el 7,2% del decil m¨¢s elevado de salarios, frente al 12,5% de los hombres.
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