Gobierno, sindicatos y empresarios mexicanos pactan una subida del salario m¨ªnimo
Los cuatro d¨®lares actuales sit¨²an a M¨¦xico como el tercer pa¨ªs de Am¨¦rica Latina con el suelo salarial m¨¢s bajo. El porcentaje de incremento a¨²n no ha sido concretado
El salario m¨ªnimo en M¨¦xico, el m¨¢s bajo de la OCDE y uno de los m¨¢s reducidos de Am¨¦rica Latina, subir¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas. Gobierno, sindicatos y empresarios han acordado este mi¨¦rcoles un aumento en el suelo salarial mexicano para alinearlo con las necesidades m¨¢s b¨¢sicas de sus receptores, pero no han hecho p¨²blica su nueva cuant¨ªa. La Comisi¨®n Nacional de Salarios M¨ªnimos (Conasami) ¡ªel ¨®rgano que re¨²ne a todos los agentes sociales mexicanos¡ª s¨ª ha anunciado que seguir¨¢ la misma f¨®rmula utilizada el a?o pasado: en los pr¨®ximos d¨ªas fijar¨¢ un aumento en pesos y a final de a?o sumar¨¢ un segundo incremento en porcentaje. Hoy, el salario m¨ªnimo en M¨¦xico es de poco m¨¢s de 80 pesos (4,2 d¨®lares al tipo de cambio actual) diarios y no da para cubrir los gastos del d¨ªa a d¨ªa de una persona.
El aumento era un imperativo moral: pese a ser uno de los pa¨ªses m¨¢s pr¨®speros de Latinoam¨¦rica, M¨¦xico tiene el tercer salario m¨ªnimo real ¡ªteniendo en cuenta el poder adquisitivo en cada pa¨ªs¡ª m¨¢s bajo de la regi¨®n, solo por delante de Nicaragua y Venezuela. Tambi¨¦n el m¨¢s bajo de la Organizaci¨®n de Cooperaci¨®n y Desarrollo Econ¨®mico (OCDE), el think tank que re¨²ne a las econom¨ªas avanzadas. Solo seis de cada diez nuevos puestos de trabajo creados en M¨¦xico son de tiempo completo y proporcionan un nivel de ingresos suficiente para que el trabajador pueda satisfacer sus necesidades del d¨ªa a d¨ªa. A eso hay que a?adir la presi¨®n inflacionista: la subida de los precios, superior al 6% en septiembre, castiga con mayor crudeza a las capas m¨¢s pobres de la poblaci¨®n.
El aumento del salario m¨ªnimo el a?o pasado, cuando subi¨® siete pesos (de 73 a 80 pesos al d¨ªa), no tuvo efectos perniciosos sobre la econom¨ªa, seg¨²n la mayor¨ªa de acad¨¦micos que han estudiado el tema en profundidad. En contra de lo que auguraban algunos, la subida no provoc¨® incrementos proporcionales en el resto de salarios ¡ªel denominado efecto faro¡ª. Tampoco afect¨® a la inflaci¨®n ni empuj¨® a trabajadores a la informalidad. Y, dadas las buenas cifras de creaci¨®n de empleo en lo que va de a?o, tambi¨¦n se puede concluir que no desaceler¨® su ritmo de crecimiento.
La patronal Coparmex, parad¨®jicamente uno de los agentes sociales que m¨¢s ha empujado en los ¨²ltimos meses en el seno de la Conasami para que se produjese el aumento, pide que el nuevo salario m¨ªnimo sea de 95,2 pesos (5 d¨®lares) al d¨ªa para que todas las personas que trabajan en la econom¨ªa formal "obtengan, al menos, el 100%" de la suma requerida para satisfacer sus necesidades m¨¢s b¨¢sicas. Su propuesta no difiere mucho de la de los trabajadores ¡ªlas organizaciones que representan a estos ¨²ltimos ped¨ªan que el nuevo salario m¨ªnimo superase los 100 pesos (5,2 d¨®lares) diarios¡ª, pero se espera que la cifra final est¨¦ m¨¢s cerca de la propuesta patronal que de la sindical.
Los 80 pesos actuales apenas alcanzan para cubrir el 84% de las necesidades que establece la l¨ªnea de bienestar del Consejo Nacional de Evaluaci¨®n de la Pol¨ªtica de Desarrollo Social (Coneval). ¡°El retraso en el alineamiento del salario m¨ªnimo a la l¨ªnea de bienestar ha sido injustificado. Ahora, el reto de M¨¦xico no es solo crear 1,2 millones de puestos de trabajo cada a?o, sino que sean empleos de calidad¡±, subraya la Coparmex en un comunicado.
En la misma l¨ªnea, en junio pasado un nutrido grupo de acad¨¦micos y representantes de la sociedad civil mexicana exigi¨® que el salario m¨ªnimo subiese hasta los 94 pesos. La propuesta, respaldada por la asociaci¨®n Acci¨®n Ciudadana Frente a la Pobreza, el Centro de Estudios Espinosa Yglesias, la Uni¨®n Social de Empresarios de M¨¦xico y Oxfam, y por 118 personalidades ¨Centre otros el exrector de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico (UNAM), Juan Ram¨®n de la Fuente, y economistas como Luis de la Calle, Gerardo Esquivel, Rolando Cordera o Jonathan Heath¨C, subrayaba que las condiciones econ¨®micas ¡°permit¨ªan y respaldaban¡± la subida. ¡°No hay razones para posponerlo¡±, zanjaban. Con m¨¢s de cuatro meses de retraso, sus s¨²plicas son finalmente escuchadas; ahora solo falta saber si la nueva cuant¨ªa va acorde a lo solicitado.
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