¡®FinTech¡¯ sin due?o
Los servicios financieros tecnol¨®gicos avanzan sin freno pero no deben esquivar jurisdicciones
Hace a?os entabl¨¦ amistad con uno de los mejores economistas financieros que han gozado del raro privilegio de la admiraci¨®n conjunta en el mundo profesional y en el acad¨¦mico. Y me dec¨ªa: ¡°En los servicios financieros se hace siempre lo mismo, lo que cambia es el modo de hacerlo. Y eso, a veces, lo es todo¡±. Creo que eso es lo que sucede con el fintech. En la tradicional divisi¨®n de un sistema financiero entre instituciones, mercados e instrumentos, el fintech no tiene due?o. Hay entidades de diversa naturaleza que entrar¨ªan en esa definici¨®n en ¨¢reas como pagos, pr¨¦stamos o comparativas de servicios. Hay mercados donde se negocia con tecnolog¨ªas de este tipo exclusivamente, como las recientes ofertas iniciales de moneda (ICOs), de tan sorprendente crecimiento.
Lo que esto implica para el sector bancario ¡ªtradicional dominador ante la irrupci¨®n de cualquier innovaci¨®n en el mundo financiero¡ª es m¨¢s competencia pero, sobre todo, modos de aprender y mucha colaboraci¨®n. Inicialmente, hubo una apresurada identificaci¨®n del fintech como el leviat¨¢n de la banca, cuando en realidad era todo un campo de expansi¨®n y de nuevas relaciones en el mundo digital. Pocos se atreven a reconocer que, con estas tecnolog¨ªas, por ejemplo, podremos saber mejor que nunca hasta ahora c¨®mo se construyen las relaciones de confianza entre oferentes y demandantes de servicios financieros. Ning¨²n banco o consultora que se precie obvia el fintech como v¨ªa de colaboraci¨®n y aprendizaje y, poco a poco, se va usando desde la inteligencia artificial hasta la neurolog¨ªa para dar servicios cada vez m¨¢s personales, aunque sea con menos presencia f¨ªsica. Este martes, por ejemplo, se presentan en el Observatorio de la Digitalizaci¨®n de Funcas, en colaboraci¨®n con KPMG, las ¨²ltimas tendencias y c¨®mo los espa?oles se enfrentan a ellas.
Hace a?os era dif¨ªcil pensar en comprar un traje online o encargar por esa v¨ªa el vino que beber¨ªamos durante la Navidad. En poco tiempo, negociar algunos tipos de cr¨¦dito v¨ªa telem¨¢tica ser¨¢ as¨ª de sencillo. Pero con lo financiero hacen falta precauciones adicionales, como con la salud. La estabilidad financiera es un animal delicado cuyas riendas no se pueden perder. Y el negocio fintech no puede ser una v¨ªa para sortear jurisdicciones ni abusar de la virtualidad. Mientras que las ventas online de vino suponen unos 350 millones de d¨®lares anuales, las emisiones ICO de este a?o han superado ya los 3.000 millones de d¨®lares. Y las compras online en Europa superan los 600.000 millones. Y, en China, el bill¨®n.
No se trata de poner el cascabel al gato sino de ordenar la gatera. Y tampoco se trata de olvidar el componente humano. Los servicios bancarios, los financieros en general, van a necesitar m¨¢s que nunca la inteligencia emocional que tan dif¨ªcil es de simular y la capacidad de abarcar diferentes campos para contar con verdaderos solucionadores de problemas y aportadores de soluciones financieras. Entre otras cosas, como gu¨ªas y delimitadores de lo digital de nuestras finanzas.
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