Espa?a tambi¨¦n quiere multas contra la brecha salarial entre hombres y mujeres
Los grandes partidos siguen el ejemplo island¨¦s y perfilan iniciativas con auditor¨ªas y castigos a las empresas que discriminen a las mujeres en el trabajo
Ellos trabajaban de peones. Y ellas, de limpiadoras. 137 empleadas del Hospital Gregorio Mara?¨®n de Madrid denunciaron que sus compa?eros, con funciones similares, cobraban m¨¢s por estar en otra categor¨ªa. El Tribunal Constitucional les dio la raz¨®n y su caso sent¨® jurisprudencia: "La categor¨ªa profesional es un elemento secundario cuando se constata la esencial identidad en la prestaci¨®n laboral". Era principios de los a?os 90 del pasado siglo y, a igual nivel de estudios y de trabajo realizado, las espa?olas cobraban de media un 20% menos que los hombres. Casi 30 a?os y una Ley de Igualdad m¨¢s tarde, la brecha salarial y el goteo de sentencias persisten. El Tribunal Superior de Justicia de Canarias anul¨® en noviembre el reparto de pluses de productividad diferentes en un hotel de Tenerife a las camareras de piso (mujeres) y los camareros de sala (hombres) que recib¨ªan 139 euros frente a 640 euros de complemento, respectivamente.
Espa?a lleva m¨¢s de tres a?os ignorando las recomendaciones que lanz¨® Europa en 2014 para alcanzar la igualdad salarial. Hasta ahora. Tres de los grandes partidos ¡ªPSOE, Podemos y Ciudadanos, que suman mayor¨ªa absoluta¡ª quieren prohibir la brecha por ley y aplicar sanciones, como ya ha aprobado Islandia. Todos preparan propuestas de ley. El PP, que no prev¨¦ un texto espec¨ªfico propio, defiende la transparencia y las auditor¨ªas y est¨¢ ¡°abierto a estudiar la posibilidad de las sanciones¡±.
La realidad laboral espa?ola no es una excepci¨®n y ni siquiera es la que sale peor en la foto. Las diferencias en sueldos y reconocimiento a las trabajadoras persisten en todo el mundo y, al ritmo actual, las brechas (en plural) tardar¨¢n m¨¢s de 100 a?os en cerrarse. La provocada porque ellas acaban en trabajos peor remunerados y asumen con m¨¢s frecuencia un recorte de jornada para conciliar. Pero tambi¨¦n la que, como en el caso de los peones y las limpiadoras, supone que una mujer y un hombre cobran distinto por trabajos y formaci¨®n equiparables.
Hay pa¨ªses que han abierto camino. En Alemania -donde el ingreso bruto por hora trabajada es un 22% menos para las mujeres frente al 14,9% de Espa?a- una nueva ley obliga desde enero a las grandes empresas a informar a sus empleadas de cu¨¢nto ganan sus compa?eros hombres con un trabajo similar. En Reino Unido, las firmas a partir de de 250 empleados deben publicar por primera vez su brecha salarial antes de abril. Islandia ha ido m¨¢s lejos, con auditorias obligatorias en empresas de m¨¢s de 25 trabajadores. Si un hombre y una mujer reciben una retribuci¨®n diferente para el mismo trabajo, la empresa donde ocurra se enfrentar¨¢ a sanciones econ¨®micas a¨²n por definir.
Podemos defiende auditor¨ªas en las empresas a partir de 10 empleados
Y esa es la senda que siguen los partidos espa?oles. Unidos Podemos-En Marea es el que lleva m¨¢s trabajo hecho con un texto ya registrado: la Proposici¨®n de Ley por la Igualdad Retributiva entre Hombres y Mujeres, de 35 p¨¢ginas. La iniciativa, pendiente de fecha para su debate en el pleno, modificar¨ªa hasta 10 normativas, desde el Estatuto de los Trabajadores a la Ley Reguladora de Jurisdicci¨®n Social. Las empresas estar¨ªan obligadas a hacer auditor¨ªas y, si las mujeres perciben desde un 20% menos, se considerar¨¢ discriminatorio, lo que obligar¨ªa a igualar los salarios al alza y podr¨ªa acarrear incluso indemnizaciones por da?os y perjuicios.
Romper la barrera de la opacidad
Yolanda D¨ªaz, diputada de En Marea, destaca que el primer paso es obtener datos,¡°romper la barrera de la opacidad¡± porque dif¨ªcilmente se puede combatir la injusticia salarial si no se dimensiona. Su propuesta prev¨¦ auditorias en empresas a partir de 10 trabajadores, pelear las sanciones permitiendo que asociaciones feministas puedan personarse en los casos.Y obligar a que haya ¨®rganos paritarios tanto en los comit¨¦s de empresa como en los sindicatos, para una negociaci¨®n m¨¢s plural. Pese a la Ley de Igualdad, solo uno de cada cuatro convenios incluyen medidas por la igualdad salarial.
El PSOE propone mejorar la inspecci¨®n y ¡°activar la justicia¡±
Todo el Congreso respald¨® en octubre una moci¨®n que insta al Gobierno a garantizar que las empresas de al menos 50 trabajadores informen peri¨®dicamente de la remuneraci¨®n media por categor¨ªa de trabajador o puesto, desglosada por sexos. Y a auditor¨ªas salariales en empresas de m¨¢s de 250 empleados.
Sara de la Rica, catedr¨¢tica de Econom¨ªa de la Universidad del Pa¨ªs Vasco e investigadora asociada a Fedea, alerta de que las medidas de transparencia se deben centrar en la letra peque?a. No solo hay que revisar el salario base, sino los complementos salariales por nocturnidad, horas extra, fin de semana... ¡°Entre un hombre y una mujer en la misma empresa y categor¨ªa ocupacional, con el mismo salario base e id¨¦ntica antig¨¹edad en el puesto, persisten las desigualdades salariales por el componente variable que supone de media el 35% del salario total y por el que los hombres ganan un 50% m¨¢s que las mujeres¡±.
Sin plan de igualdad en el Congreso
¡°Si no se puede pleitear y obligar a la equiparaci¨®n, descubrimos la desigualdad pero todo queda en manos de cada trabajadora¡±, resume la exministra Carmen Calvo, secretaria de Igualdad del PSOE. Su iniciativa, que? a¨²n no es p¨²blica, incluye mejoras en la inspecci¨®n de trabajo o mecanismos para ¡°empezar a activar la justicia¡±.
Ciudadanos est¨¢ revisando para su propuesta la forma jur¨ªdica que se debe dar a las sanciones
Ni siquiera el Congreso de los Diputados ha publicado en 10 a?os un plan de Igualdad como recog¨ªa la Ley de Igualdad de 2007. ¡°Es una buena normativa, pero no se cumple. Y ese es el problema. Hay que ir m¨¢s all¨¢ y establecer sanciones¡±, comparte la diputada Patricia Reyes, de Ciudadanos. La comisi¨®n para elaborar esa gu¨ªa que garantice la misma participaci¨®n y trato a todos los trabajadores de la C¨¢mara baja se activ¨® en octubre. Ciudadanos, que tambi¨¦n prepara una propuesta de ley, est¨¢ revisando sobre todo la forma jur¨ªdica que se debe dar a las sanciones.
El Gobierno ya estudia c¨®mo hacer auditorias salariales a las empresas. Carolina Espa?a, diputada del PP, explica que es una negociaci¨®n abierta con empresarios y sindicatos. ¡°Todo lo que sea avanzar en este camino lo vamos a apoyar¡±, asegura. ¡°Estamos abiertos a estudiar la posibilidad de sanciones¡±.
¡°Todo lo que sea avanzar en este camino lo vamos a apoyar¡±, aseguran desde el PP
Los partidos prev¨¦n que 2018 ser¨¢ un a?o decisivo para acortar la brecha salarial. Sara de la Rica advierte de que, adem¨¢s de entusiasmo, hacen falta voluntad y medidas muy claras. ¡°Si se opta por el modelo island¨¦s, hay que definirlo muy bien y eso no es f¨¢cil¡±. Tan claras como para que, cuando pasen 30 a?os, las sentencias que equiparan a limpiadoras y peones (o a camareros y camareras) no sigan haciendo falta.
"Falta voluntad para detectar y corregir de forma inmediata¡±
"El talento debe ser recompensado", reclama Ana Bujald¨®n, empresaria de marketing y publicidad desde hace 35 a?os y presidenta de la federaci¨®n de mujeres directivas Fedepe. Denuncia que el avance insuficiente contra la brecha salarial se debe en gran parte a la falta de inter¨¦s: "El Gobierno y las instituciones han puesto en marcha herramientas de autodiagn¨®stico invitando a las empresa a comprobarlo, pero falta conciencia y voluntad para detectar y corregir de forma inmediata". Y a?ade que "la gran barrera" es la incredulidad del mundo empresarial: "Lo he vivido en primera persona, hablas de la brecha y te dicen que no existe. Una vez que pasas la barrera de la negaci¨®n, se puede seguir avanzando. Tenemos a mujeres con un nivel retributivo por debajo de su m¨¦rito y capacidad. Es un agravio comparativo que les influye durante toda la vida laboral y en su jubilaci¨®n".
Bujald¨®n comparte que la soluci¨®n pasa por modelos como el island¨¦s, con sanciones a las empresas con altos ¨ªndices de discriminaci¨®n. "Como empresaria defiendo la libertad de actuaci¨®n, pero si hablamos de algo tan serio? como la brecha salarial, creo que ser¨ªa razonable un? periodo voluntario y, si no cumples, una multa. Es la misma l¨®gica que si no pagas el IBI u otros impuestos. Las cosas por si solas no cambian".
"Lo que persiste de fondo es que se sigue pensando que el sueldo del hombre es el principal sustento y el de la mujer, un complemento", a?ade. Y cita un informe reciente del Foro Econ¨®mico Mundial (WEF) que se?ala que se podr¨ªa aumentar el PIB mundial en 5,3 billones para 2025 si la brecha de g¨¦nero referida a la participaci¨®n econ¨®mica mejorase un 25% en ese periodo. O dicho con sus propias palabras: "Contar con las mujeres es un buen negocio".
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