El BCE teme una guerra de divisas con EE UU y prepara la retirada de est¨ªmulos
El Eurobanco podr¨ªa endurecer su lenguaje en la reuni¨®n de marzo, seg¨²n las actas del consejo de febrero
No hay forma de saber lo que pasa por la cabeza de Mario Draghi, jefe del Banco Central Europeo y figura capital en la gesti¨®n de la crisis en Europa. Pero hay tres maneras de acercarse a las estrategias que maneja el italiano: sus ruedas de prensa, donde demuestra tener un talento natural para la pol¨ªtica ¡ªy no solo para la pol¨ªtica monetaria¡ª; sus discursos, en los que desarrolla las ideas econ¨®micas propias de un banquero central ¡ªabst¨¦nganse, si quieren un consejo gratis¡ª y ¨²ltimamente las minutas de las reuniones del consejo de gobierno del BCE, en el que empezar¨¢ a sentarse el ministro espa?ol Luis de Guindos a partir de junio.
El Eurobanco revel¨® este mi¨¦rcoles las minutas del sanedr¨ªn de enero, que cuentan tres historias. Una: el BCE cre¨ªa hace solo unas semanas que a¨²n es pronto para cambiar el lenguaje acerca de los est¨ªmulos, a pesar de que los halcones aprietan cada vez m¨¢s. Dos: puede haber un cierto endurecimiento pronto, en marzo. Y sobre todo tres: la eurozona cree que la debilidad del d¨®lar obedece a un plan deliberado de la Administraci¨®n estadounidense. En plata: Draghi teme una guerra de divisas si Washington sigue por ese camino, tal y como explic¨® a la prensa despu¨¦s de esa reuni¨®n.
Draghi acus¨® veladamente a Steven Mnuchin, secretario del Tesoro norteamericano, de hacer declaraciones para debilitar el d¨®lar y dar as¨ª un avent¨®n a la econom¨ªa norteamericana ¡ªsi el d¨®lar se deprecia con respecto al euro las exportaciones estadounidenses son autom¨¢ticamente m¨¢s competitivas que las europeas¡ª. Esa agresividad verbal est¨¢ absolutamente prohibida entre los responsables de la pol¨ªtica econ¨®mica de las grandes potencias para evitar alteraciones del tipo de cambio. "Explicar la debilidad del d¨®lar no es sencillo, dada la fortaleza de los datos recientes publicados y las perspectivas de pol¨ªtica fiscal y monetaria de Estados Unidos", dicen las actas.
En otras palabras: Draghi acusa a Estados Unidos de manipular el mercado de divisas, y su consejo de gobierno debati¨® acerca de eso en enero. El d¨®lar se ha dejado casi un 3% con el euro en lo que va de a?o; en las ¨²ltimas semanas ha tocado m¨¢ximos de tres a?os. Si el euro se sigue fortaleciendo, el trabajo de Draghi es m¨¢s dif¨ªcil: en primer lugar, las exportaciones europeas son menos competitivas. Pero sobre todo las condiciones financieras son m¨¢s duras y a la inflaci¨®n le cuesta m¨¢s recuperarse para llegar al ansiado "por debajo pero cerca del 2%", mandato que el BCE incumple ol¨ªmpicamente desde hace un lustro.
Estados Unidos puede hacerle da?o a Europa por el flanco del tipo de cambio. Pero la bajada de impuestos de Donald Trump tambi¨¦n preocupa: es posible que la Reserva Federal suba los tipos de inter¨¦s m¨¢s r¨¢pidamente si Washington sigue adelante con esa rebaja fiscal, lo que provocar¨ªa un mayor desajuste entre las pol¨ªticas monetarias de los dos grandes bancos centrales del mundo. Estados Unidos lleva ya varias subidas; en Europa no se esperan alzas del precio oficial del dinero hasta bien entrado 2019.
Draghi est¨¢ ante un dilema. La econom¨ªa europea crece al mayor ritmo en 10 a?os. La banca se ha repuesto. El paro ha ca¨ªdo al 8% y en algunos pa¨ªses ¡ªcon Alemania a la cabeza¡ª el mercado laboral est¨¢ en condiciones de pleno empleo. Y sin embargo ni los salarios se recuperan ni la inflaci¨®n termina de subir. Los halcones del consejo ¡ªencabezados por los alemanes¡ª hace tiempo que reclaman una normalizaci¨®n de la pol¨ªtica monetaria: una subida de los tipos de inter¨¦s oficiales ¡ªhoy en negativo¡ª y sobre todo una retirada r¨¢pida de medidas como las compras de activos, una especie de anatema para los m¨¢s ortodoxos. Draghi se ha negado hasta ahora a tocar el pedal del freno con contundencia: lo hace con sumo cuidado, consciente de que la Gran Crisis tiene siete vidas y la recuperaci¨®n puede descarrilar. Al cabo, la inflaci¨®n no est¨¢ donde deber¨ªa. Pero las minutas del Eurobanco dejan claro que ese debate est¨¢ ah¨ª: el lenguaje utilizado "podr¨ªa ser revisado" en las pr¨®ximas reuniones.
A finales de enero, a los consejeros les parec¨ªa "prematuro" e injustificado, aunque se baraj¨® retirar del comunicado la posibilidad de posibles aumentos del volumen de compra de bonos si la situaci¨®n empeora. Ese debate volver¨¢ incluso antes de que Guindos aterrice en Fr¨¢ncfort. A Draghi le queda a?o y medio en el cargo, y su mayor obsesi¨®n es contener las presiones y no precipitarse en la retirada de est¨ªmulos. Pero las actas del consejo dejan claro que el jefe del BCE se ver¨¢ obligado en los pr¨®ximos meses a dar comienzo a esa tarea; primero, con menos compras de activos, y en 2019 probablemente con las primeras subidas de los tipos de inter¨¦s. Ser¨¢ su sucesor quien prosiga con la normalizaci¨®n de la pol¨ªtica monetaria. Se especula con dos nombres: el alem¨¢n Jens Weidmann y el franc¨¦s Fran?ois Villeroy de Galhau. Si el pr¨®ximo presidente del BCE es Weidmann, la salida de los est¨ªmulos se precipitar¨¢: el jefe del Bundesbank ha votado sistem¨¢ticamente en contra ¡ªy sistem¨¢ticamente se ha quedado solo¡ª de las decisiones de Draghi. Si es el franc¨¦s Villeroy de Galhau, cabe esperar m¨¢s continuidad.
Ese debate ser¨¢ clave en los pr¨®ximos meses en Europa. Simplificando mucho, a los pa¨ªses m¨¢s endeudados ¡ªEspa?a, Italia, Francia¡ª les conviene la continuidad; los acreedores ¡ªAlemania, Holanda¡ª quieren subidas de tipos de inter¨¦s y el fin de las compras de bonos. Eso depender¨¢ en gran medida de la personalidad del sucesor de Draghi. Aunque algunas voces abogan ya por un cambio de mandato en el BCE para que, sea quien sea el inquilino del despacho del presidente, no haya un exceso de ortodoxia. "El BCE necesita acercarse a la Reserva Federal de Estados Unidos y para ello habr¨ªa que incorporar a su mandato, adem¨¢s de la estabilidad de precios, el empleo", se ha destapado hoy Antonio Tajani, presidente del Parlamento Europeo, ante un grupo de periodistas. "Habr¨ªa que cambiar los tratados, pero a medio plazo darle al BCE un mandato como el de la Fed ser¨ªa ¨®ptimo", ha a?adido. Draghi, italiano como Tajani, lleva a?os oponi¨¦ndose con fiereza a ir por ese camino. Pero el Gobierno de Mariano Rajoy la apoy¨® en un documento sobre la reforma de la Uni¨®n Econ¨®mica y Monetaria que firmaba la Oficina Econ¨®mica de Moncloa en 2015.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.