Brecha salarial
Hay otros pa¨ªses m¨¢s avanzados en igualdad de g¨¦nero de los que podemos aprender aciertos y errores
Este jueves fue el D¨ªa Internacional de la Mujer. En 1975 el rol de la mujer mayoritariamente en la sociedad espa?ola era similar al que defend¨ªa Tom¨¢s Moro en Utop¨ªa en 1516: cuidar del hogar y de los hijos. En cuarenta a?os de democracia, Espa?a ha recortado parte del retraso hist¨®rico en igualdad de g¨¦nero, aunque la huelga de este jueves demuestra que a¨²n nos queda camino por recorrer.
Desde que los espa?oles nos dotamos de una Constituci¨®n se ha avanzado en eliminar discriminaci¨®n legal, con la Ley de Igualdad de 2007 como gran hito hist¨®rico. Ahora solo falta conseguir que las leyes se cumplan. Lo que nos dicen las estad¨ªsticas es que las mujeres explican tres de cada cuatro contratos temporales, que concentran la mayor parte de la precariedad salarial.
La brecha salarial entre mujeres y hombres no solo existe sino que es creciente con la edad y es un problema sist¨¦mico y estructural. Una de las principales causas de la desigualdad es la educaci¨®n y aunque fuera reprobable, se pod¨ªa explicar la brecha hasta los a?os ochenta, al tener la mujer menos a?os de formaci¨®n, especialmente universitaria.
Hoy, si hubiera brecha deber¨ªa ser positiva para las mujeres. En mi Universidad de Alcal¨¢ las alumnas llegan con menor edad y mejor nota media, tardan menos a?os en acabar sus grados y lo hacen con mejor nota media que los alumnos. Aunque en econom¨ªa no es conveniente copiar modelos hay otros pa¨ªses m¨¢s avanzados en igualdad de g¨¦nero de los que podemos aprender aciertos y errores que poder adaptar en Espa?a.
En la pol¨ªtica y en las administraciones p¨²blicas van m¨¢s avanzados que en las empresas privadas. Es necesario que haya m¨¢s mujeres directivas y en los consejos de decisi¨®n con m¨¢s sensibilidad ante esta discriminaci¨®n que en el siglo XXI ya no est¨¢ justificada. La Ley de Igualdad avanz¨® en este tema pero el proceso es desesperadamente lento. Italia ha aprobado una ley transitoria que exige cuotas obligatorias en los consejos, lo cual est¨¢ acelerando el proceso con ¨¦xito.
Pero incluso en los pa¨ªses n¨®rdicos que est¨¢n pr¨®ximos a la igualdad plena de g¨¦nero hay brecha salarial. El problema all¨ª ya no es ser mujer sino ser madre. Este es un problema econ¨®mico de bienes p¨²blicos y comunales, donde el mercado por si solo no puede resolver el problema. Una empresa puede tener incentivos para despedir o no promocionar a una mujer cuando tienen hijos. Pero si todas las empresas hacen lo mismo, el n¨²mero de consumidores disminuir¨ªa por fallecimiento y buena parte de esas empresas quebrar¨ªan.
Las nuevas tecnolog¨ªas ayudan a resolver el problema permitiendo organizar mejor el tiempo de trabajo. Ahora solo falta que los empresarios espa?oles adapten sus empresas y la gesti¨®n de sus recursos humanos a la nueva realidad de la era de la tecnolog¨ªa global. Si no se adaptan, otras empresas de otros pa¨ªses lo har¨¢n y muchas compa?¨ªas espa?olas morir¨¢n. El capitalismo es darwiniano y no garantiza una distribuci¨®n de la renta sostenible.
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