Bruselas afea a Espa?a la subida de pensiones por el desfase del d¨¦ficit

No hay comidas gratis, dice el viejo adagio de los economistas. El Gobierno de Mariano Rajoy pact¨® con el PNV una subida de pensiones que puede salvar la legislatura (o lo que queda de ella), pero ha desaprovechado los a?os de bonanza para poner las cuentas p¨²blicas en orden y generar colchones para cuando lleguen las vacas flacas, que llegar¨¢n. Bruselas ha confirmado este jueves que la econom¨ªa espa?ola crecer¨¢ m¨¢s de lo esperado en 2018 y 2019: el 2,9% y el 2,4%, respectivamente, por encima de las previsiones anteriores y de los pron¨®sticos de Espa?a, tal como ha adelantado este diario.

Las malas noticias llegan por el lado fiscal. Bruselas desconf¨ªa de la previsi¨®n de ingresos de los presupuestos enviados al Congreso a principios de abril. Y critica medidas de gasto como las subidas salariales a los funcionarios, la revalorizaci¨®n de las pensiones m¨¢s bajas o el rescate de las autopistas, que llevar¨¢n a cerrar el a?o con un d¨¦ficit del 2,6% del PIB, superior al objetivo. El comisario de Econom¨ªa, Pierre Moscovici, quiere m¨¢s sacrificios por ese flanco. "Espa?a debe seguir haciendo esfuerzos" para reducir el d¨¦ficit, ha dicho este jueves. El an¨¢lisis de Bruselas no incluye las subidas de pensiones del 1,6% para 2018 y 2019, que seg¨²n el Gobierno se financiar¨¢n con la mejora de los ingresos y una nueva tasa digital. Pero las fuentes consultadas apuntan que es m¨¢s de lo mismo: pone en peligro la reducci¨®n acordada del agujero fiscal.

Espa?a, sin embargo, no tiene demasiado que perder. La clave de 2018 es dejar el d¨¦ficit por debajo del list¨®n del 3% del PIB y dejar de ser el ¨²nico pa¨ªs de Europa en el brazo correctivo del Pacto de Estabilidad (el peor alumno de la clase, en otras palabras), y eso est¨¢ pr¨¢cticamente asegurado salvo sorpresa may¨²scula.

"El fuerte crecimiento contin¨²a", arranca el an¨¢lisis de Espa?a, que dentro de las grandes econom¨ªas presenta muy buenas macrocifras. La recuperaci¨®n perder¨¢ algo de fuelle este a?o y sobre todo en 2019, pero la creaci¨®n de empleo sigue fuerte, los salarios no crecen, la inversi¨®n desacelera pero a niveles robustos y Espa?a puede presumir de haber hecho los deberes, de un d¨¦ficit comercial que rozaba el 10% del PIB en los a?os de vino y rosas de la superburbuja a un super¨¢vit que se reducir¨¢ ligeramente este a?o para volver a crecer el pr¨®ximo. La recuperaci¨®n espa?ola es el sue?o de un economista neocl¨¢sico. Salvo por un peque?o detalle: la mejor¨ªa no termina de llegar a los indicadores sociales, y la econom¨ªa sigue teniendo un empacho de deuda y una posici¨®n fiscal delicada que pasar¨¢ factura cuando aparezca otra crisis.

La deuda p¨²blica cerr¨® rozando el 100% del PIB en 2017. Y en 2018 y 2019 no bajar¨¢ del 95% del PIB, entre las m¨¢s altas de Europa. La deuda privada, pese a que baja con m¨¢s velocidad, es mucho mayor. Ese era, es y ser¨¢ el tal¨®n de Aquiles de Espa?a cuando aparezca la siguiente crisis en el horizonte. Eso, y la constataci¨®n de que Espa?a no ha hecho los deberes y no ha generado colchones fiscales para resistir los vientos en contra cuando lleguen: "Tras mejorar un cuarto de punto de PIB en 2017, el d¨¦ficit estructural [sin tener en cuenta el ciclo econ¨®mico] de Espa?a se incrementar¨¢ en 2018", cierra el informe de primavera de la Comisi¨®n. 10 a?os despu¨¦s del inicio de la Gran Recesi¨®n, Espa?a tendr¨¢ este a?o un d¨¦ficit del 2,6% del PIB, seg¨²n Bruselas. Est¨¢ por debajo del sacrosanto 3%: eso es lo fundamental. Pero incumple los objetivos. Una y otra vez.