El clima pone a prueba al sector textil
Tras un oto?o c¨¢lido y una primavera fr¨ªa, las colecciones se atascan y el sector se ve forzado a los descuentos y a hacer frente a una climatolog¨ªa cada vez m¨¢s cambiante
El pasado 8 de junio, la temperatura m¨¢xima en Madrid, en la estaci¨®n del Retiro, fue de 18,3 grados. En Sevilla, no pas¨® de 20,6. En ambas ciudades llovi¨®. Es solo una muestra de una primavera at¨ªpica, inusualmente fr¨ªa y lluviosa en muchas zonas de Espa?a, que ha supuesto un duro varapalo para el sector textil espa?ol. El calor ha llegado justo al borde de las rebajas de julio, que muchas empresas textiles han tenido que adelantar ¡ªla fecha oficial es el 1 de julio¡ª para dar salida a las colecciones estivales. Incluso alguno se ha inventado el Black Friday de verano y otras promociones con descuentos en camisetas y bermudas. ¡°No hemos empezado a vender y ya se empieza a regalar¡±, lamenta Montserrat Gallego, presidenta del Tri¨¢ngulo de la Moda, una asociaci¨®n de fabricantes y mayoristas de Madrid.
¡°La temporada ha sido desastrosa, las colecciones de verano est¨¢n intactas en las tiendas¡±, resume Pedro Campo, vicepresidente de la Confederaci¨®n Espa?ola de Comercio, patronal de las peque?as tiendas. Se suma a su juicio Eduardo Zam¨¢cola, presidente de la Asociaci¨®n del Comercio Textil, Complementos y Piel (Acotex). ¡°La campa?a ha sido tremendamente dura¡±, dice. El bar¨®metro que elabora Acotex arroja un saldo nefasto: mayo fue el quinto mes consecutivo de ca¨ªda interanual de ventas, con un descenso medio del 4,4,% respecto al a?o pasado.
El pasado oto?o, la situaci¨®n fue la contraria. El calor dej¨® en los escaparates hasta final de a?o la ropa de invierno, la campa?a m¨¢s importante para el sector, por el mayor valor de las prendas, como explica Luis Lara, profesor de ISEM Fashion Business School, de la Universidad de Navarra, que habla de ¡°temporadas l¨ªquidas, que no se sabe cu¨¢ndo empiezan o acaban¡±. La sueca H&M, lo ejemplifica: en su primer trimestre (diciembre-marzo), present¨® unos resultados muy mediocres: en oto?o no vendi¨® las prendas de invierno por el calor y se vio obligada a promocionarlas; en invierno, por el fr¨ªo, no vendi¨® primavera. M¨¢s descuentos. ¡°Desequilibrio en el surtido¡±, lo llamaron. En consecuencia, se desplomaron los m¨¢rgenes (el operativo, del 6,7% al 2,6%) y los beneficios. Y las existencias engordaron un 7%.
En mayor o menor medida, la situaci¨®n es similar en muchas marcas espa?olas. ¡°Llevamos dos a?os con el clima invertido. No vendemos en campa?a y luego tenemos que hacerlo en rebajas, con menos margen¡±, resume Carmen Torres, secretaria general de la Federaci¨®n Espa?ola de Empresas de la Confecci¨®n (Fedecon). ¡°No estamos adecuando la oferta a la demanda¡±, opina Zam¨¢cola. Mientras, los cambios meteorol¨®gicos bruscos tienden a ser m¨¢s frecuentes. ?C¨®mo reaccionar?
La clave es la agilidad. En los cambios bruscos, no queda otra que tirar de stock, siempre que se haya dise?ado una colecci¨®n suficientemente amplia. ¡°Un stock de supervivencia¡±, lo llama Campo. Lara pone el acento en la flexibilidad: ¡°Las empresas con modelos m¨¢s flexibles, como Inditex [que repone las tiendas todas las semanas], reaccionan mejor¡±. La clave para ello es poder abastecer r¨¢pido y eso se consigue produciendo m¨¢s cerca, en Espa?a o su entorno (Portugal, Marruecos, T¨²nez, Europa) y menos en el sudeste asi¨¢tico. Las fuentes consultadas coinciden en que esta es una tendencia al alza en Espa?a. Se fabrican lejos las prendas b¨¢sicas, que se mantendr¨¢n toda la temporada, en grandes pedidos, mientras que las prendas m¨¢s de moda, de tendencia, se fabrican cerca, en tiradas m¨¢s peque?as. Si la prenda funciona, se encargan m¨¢s y est¨¢n en tienda en poco tiempo; si no, no se pierde demasiado. ¡°La unidad sale m¨¢s cara, es cierto, pero es m¨¢s caro comerte un pedido de 2.000 prendas¡±, afirma el presidente de Acotex.
?Se nota esa relocalizaci¨®n en Espa?a? Un indicador es el ¨ªndice de producci¨®n de la industria textil (tejidos) y la de confecci¨®n (prendas). El primero est¨¢ en l¨ªnea ascendente desde 2012, con cinco a?os seguidos de crecimiento, si bien 2017 registr¨® el dato m¨¢s modesto (+1,8% en la serie corregida de efectos estacionales). A¨²n as¨ª, la producci¨®n es aproximadamente la mitad que en 2000. El de la confecci¨®n muestra m¨¢s claramente la relocalizaci¨®n: de dos a?os para ac¨¢, ha crecido un 16,8%. Bien es verdad que hoy en d¨ªa es apenas una tercera parte de lo que fue a finales de los 90. Las cifras de negocio de ambas siguen trayectorias parecidas. Y tambi¨¦n las de empleo.
La estrategia de acercamiento se complementa con los datos. ¡°Ahora estamos todos en el big data, en el conocimiento del comportamiento del cliente¡±, afirma Zam¨¢cola. ?l y Lara ponen de ejemplo a Inditex, que recoge informaci¨®n de sus tiendas casi al minuto. As¨ª puede reaccionar m¨¢s r¨¢pidamente para, por ejemplo, encargar m¨¢s unidades (o trasladarlas) de una prenda que funciona. Ya hay, incluso, empresas que introducen en sus sistemas de gesti¨®n de stock las previsiones meteorol¨®gicas.
Adem¨¢s, las empresas adoptan otras estrategias. ¡°Intentamos vender transici¨®n¡±, aduce Gallego, las prendas de entretiempo de toda la vida. ¡°Eso de colecciones de primavera-verano y oto?o-invierno se difumina, ahora son transacionales¡±, resalta Elena Carasso, directora de ecommerce de Mango. ¡°No tiene sentido hacer dos colecciones al a?o y el sector se est¨¢ dando cuenta¡±, zanja Zam¨¢cola, que apuesta por una mayor rotaci¨®n. ¡°Si no cada 15 d¨ªas, como hacen los grandes, a lo mejor s¨ª cada dos o tres meses¡±. ¡°C¨¢psulas con menos prendas para mantener el tr¨¢fico a la tienda¡± y dar una carga de trabajo m¨¢s estable a las industrias de la confecci¨®n, apuesta Torres, de Fedecon. As¨ª, no habr¨¢ tanta necesidad de hacer promociones continuas, que ¡°a los peque?os nos machaca¡±, suspira Gallego.
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