Trump contra las motos
La reacci¨®n exagerada del presidente ante las acciones de Harley-Davidson muestra su debilidad
Harley-Davidson, el famoso fabricante de motos grandes, dio mucho que hablar esta semana cuando anunci¨® que iba a trasladar parte de su producci¨®n fuera de Estados Unidos en vista de la escalada en la guerra arancelaria entre Estados Unidos y la Uni¨®n Europea. Y Donald Trump dio a¨²n m¨¢s que hablar cuando arremeti¨® contra una empresa con la que ¡°hab¨ªa sido muy bueno¡±, acus¨¢ndola de haberse ¡°rendido¡± ante Europa. Por eso ha amenazado con castigarla: ¡°Va a tener que pagar m¨¢s impuestos que nunca¡±.
Ahora bien, en general (sobre todo, pero no solo, en econom¨ªa)?desconf¨ªo de los an¨¢lisis de noticias basados en gran parte en una an¨¦cdota supuestamente reveladora (como, por ejemplo, los an¨¢lisis basados en conversaciones con seguidores de Trump en cafeter¨ªas). Y lo cierto es que, aunque Harley-Davidson pueda ser en cierto modo un icono, no es un actor importante en la econom¨ªa estadounidense. Al final del a?o pasado, su divisi¨®n de motocicletas contaba con unos 5.000 trabajadores; eso no es mucho en una econom¨ªa en la que se contrata a aproximadamente 250.000 personas cada d¨ªa de trabajo.
No obstante, creo que la historia de Harley es una de esas an¨¦cdotas que nos dicen mucho. Es uno de los primeros ejemplos de los incentivos creados por la inminente guerra comercial, que perjudicar¨¢ a muchas m¨¢s empresas y trabajadores estadounidenses de lo que Trump o la gente que est¨¢ a su alrededor parece creer. Es una se?al de las reacciones hist¨¦ricas que podemos esperar del equipo de Trump a medida que empiecen a manifestarse los aspectos negativos de sus pol¨ªticas, una histeria que los dem¨¢s pa¨ªses considerar¨¢n sin duda una prueba de su debilidad intr¨ªnseca.
Y lo que los supuestos expertos de Trump tienen que decir sobre la controversia no hace m¨¢s que confirmar que nadie en el Gobierno tiene ni la m¨¢s remota idea de lo que est¨¢ haciendo.
En lo que respecta a la guerra comercial, hasta ahora solo estamos viendo las primeras escaramuzas, que bien pueden convertirse en algo mucho m¨¢s importante. No obstante, lo que ya ha ocurrido no es balad¨ª. Estados Unidos ha impuesto significativos aranceles sobre el acero y el aluminio, lo que ha provocado que sus precios nacionales se disparen; nuestros socios comerciales, sobre todo la Uni¨®n Europea, han anunciado sus planes de responder con aranceles sobre determinados productos estadounidenses.
Y Harley es una de las empresas que ya est¨¢n sintiendo la presi¨®n: est¨¢ pagando m¨¢s por sus materias primas, al tiempo que se enfrenta a la perspectiva de que se apliquen aranceles a las motocicletas que exporta. Dada esa presi¨®n, es perfectamente l¨®gico que la empresa traslade parte de su producci¨®n al extranjero, a lugares en los que el acero sigue siendo barato y las ventas a Europa no sufran los aranceles.
Por tanto, la decisi¨®n de Harley es exactamente lo que esperar¨ªamos ver a ra¨ªz de las pol¨ªticas de Trump y la respuesta extranjera. Pero aunque sea lo que ustedes esperar¨ªan ver, y lo que yo esperar¨ªa ver, por lo visto no es lo que Trump esperaba ver. Su punto de vista parece ser que, como estuvo code¨¢ndose con los ejecutivos de la empresa y concedi¨® a sus accionistas una gran rebaja fiscal, Harley le debe vasallaje personal y no deber¨ªa responder a los incentivos que sus pol¨ªticas han creado. Y parece que tambi¨¦n piensa que tiene derecho a repartir castigos personales a las empresas que le contrar¨ªan. ?El Estado de derecho? ?Qu¨¦ es eso?
Ahora bien, supongo que es posible que Trump consiga efectivamente presionar a Harley-Davidson para que d¨¦ marcha atr¨¢s en su decisi¨®n de trasladar parte de la producci¨®n fuera de EE UU. Sin embargo, por el momento, no hay indicios de ello.
Y en cualquier caso, estamos hablando de unos pocos centenares de puestos de trabajo en Estados Unidos de los aproximadamente 10 millones que actualmente dependen de las exportaciones, pero que ahora est¨¢n en peligro por las pol¨ªticas de Trump. Por tanto, si estamos hablando de una guerra comercial en serio, estamos hablando de p¨¦rdidas de miles de empleos como los de Harley-Davidson. Y ni siquiera Trump puede hacer mella en problemas de esa magnitud a base de tuits enfurecidos.
?Y qu¨¦ tienen que decir los economistas de Trump sobre todo esto? Una respuesta es: ?qu¨¦ economistas? Apenas queda alguno en el Gobierno. Pero por si sirve de algo, Kevin Hassett, presidente del Consejo de Asesores Econ¨®micos, no est¨¢ repitiendo las tonter¨ªas de Trump, sino que est¨¢ diciendo tonter¨ªas totalmente diferentes. En vez de condenar la decisi¨®n de Harley, declara que es irrelevante teniendo en cuenta la ¡°enorme cantidad de actividad que vuelve a casa¡± gracias a los recortes fiscales a las empresas.
Y estar¨ªa bien si fuese cierto. Pero en realidad no estamos viendo que una gran cantidad de ¡°actividad vuelva a casa¡±; estamos viendo maniobras contables que transfieren fondos propios de filiales en el extranjero a la empresa nacional, pero que en general no generan ¡°ninguna actividad econ¨®mica real¡±.
Por tanto, el incidente de Harley pone de manifiesto el desconocimiento generalizado que subyace tras la pol¨ªtica econ¨®mica caracter¨ªstica de este Gobierno. Pero tambi¨¦n pone de manifiesto algo m¨¢s: la profunda debilidad en el entorno de Trump.
Piensen en ello. Imag¨ªnense que son Xi Jinping, el presidente chino, que ya ha dicho a los dirigentes de las empresas multinacionales que tiene intenci¨®n de ¡°devolver los pu?etazos¡± frente a los aranceles de Trump. ?C¨®mo se sienten viendo a Trump quejarse por la posible p¨¦rdida de unos centenares de puestos de trabajo ante las represalias europeas? El espect¨¢culo seguramente les mueve a adoptar una l¨ªnea dura: si un pinchacito tan peque?o molesta tanto a Trump, es muy probable que pierda la serenidad ante un enfrentamiento real.
Por eso la historia de Harley, aunque es cuantitativamente peque?a, nos puede decir mucho sobre lo que se avecina. Y nada de lo que nos dice es bueno.
Paul Krugman es premio Nobel de Econom¨ªa.
? The New York Times Company, 2018.
Traducci¨®n de News Clips.
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