Sacyr, los arbitrajes y el embrollo de Panam¨¢
Las constructoras de la ampliaci¨®n del Canal siguen a la espera de que se decidan los arbitrajes en los que reclaman al menos 3.300 millones
El pasado 26 de junio se cumplieron dos a?os de la inauguraci¨®n de la ampliaci¨®n del Canal de Panam¨¢. Pero los conflictos que llevaron varias reclamaciones de arbitraje a la Corte Internacional de Comercio de Miami siguen sin visos de resolverse a corto y medio plazo. Las empresas constructoras se quejan de la lentitud de los procesos porque perjudica sus econom¨ªas, mientras recriminan que el canal funciona d¨ªa a d¨ªa y aumenta sus ingresos.
Las empresas se quejan de la lentitud de los procesos abiertos
Atr¨¢s queda una mastod¨®ntica obra que comenz¨® en julio de 2009, cuando el consorcio Grupo Unidos por el Canal (GUPC) se adjudic¨® el contrato para el tercer juego de esclusas para que pasaran grandes buques (los denominados post-panamax). El consorcio (liderado por la espa?ola Sacyr, con el 41,5%, e integrado por la italiana Impregilo, la holandesa Jan de Nul y la paname?a Cusa) hab¨ªa ganado el concurso con una oferta de 3.200 millones de d¨®lares (unos 2.850 millones de euros), lo que provoc¨® acusaciones de baja temeraria por la firma estadounidense Bechtel.
La construcci¨®n supuso unos desaf¨ªos enormes por la complejidad geol¨®gica, por ser una zona de alta sismicidad, y la aparici¨®n de sobrecostes que no estaban previstos. Estas desviaciones se deb¨ªan a la peor calidad de la roca bas¨¢ltica, lo que oblig¨® a buscar otra cantera; la aparici¨®n de fallas no esperadas o m¨¢s grandes de lo previsto y algunos cambios normativos.
El consorcio, ante eso, solicit¨® unos modificados que elevaron el presupuesto a 5.581 millones de d¨®lares. La Autoridad del Canal de Panam¨¢ (ACP) rechaz¨® las pretensiones del consorcio, dando lugar al conflicto que acab¨® en Miami, donde se dirimen unas reclamaciones de GUCP que suman 4.000 millones de d¨®lares (unos 3.300 millones de euros), pero que pueden subir hasta 5.800 (cerca de 5.000 millones de euros) si los fallos se siguen retrasando porque el da?o contin¨²a.
Las tensiones crearon un conflicto diplom¨¢tico que oblig¨® a intervenir al Gobierno espa?ol. El acuerdo, de marzo de 2014, que no se firm¨® por ACP hasta agosto, estipulaba que ACP y GUPC hac¨ªan aportes a partes iguales para asegurar el final de las obras. Conforme se fueran dando las resoluciones, cada uno recuperar¨ªa la parte en la que tuviera raz¨®n.
Hay seis demandas, de las que solo se ha resuelto una, en contra del consorcio
Se fueron cumpliendo plazos y las relaciones normalizando. Se produjeron encuentros del presidente de Sacyr, Manuel Manrique, con el presidente del pa¨ªs, Juan Carlos Varela, y los responsables de ACP. Pero no se levantaron las demandas de arbitraje. El 31 de mayo de 2016 se entregaron las llaves a ACP y el 26 de junio se inaugur¨® la ampliaci¨®n con la presencia del rey Juan Carlos.
Sobre la obra no parece haber ning¨²n pero. El quid est¨¢ en la parte jur¨ªdica. Los arbitrajes de la Corte de Miami son lentos. Fuentes del consorcio han sido expl¨ªcitas. A su juicio, la ACP obstruye los procesos de arbitraje, lo que provoca una asfixia financiera a GUPC, cuyos socios ¡°est¨¢n sufriendo el coste de defender estas causas y el coste de oportunidad de no poder dedicar sus recursos a otros fines¡±. ¡°Mientras, el cliente disfruta de su obra a plena satisfacci¨®n e ingresando mucho dinero gracias a un proyecto ejecutado a la perfecci¨®n, que estuvo siempre bajo su supervisi¨®n t¨¦cnica y econ¨®mica y con pol¨ªtica de libros abiertos¡±, arremeten.
Hasta el momento ha habido una resoluci¨®n en un proceso que se inici¨® en 2011 con la primera reclamaci¨®n de GUPC por una presa provisional en el lado del Pac¨ªfico. En agosto de 2017, los ¨¢rbitros consideraron los argumentos de ACP y no los de GUPC, que reclamaba 193 millones de d¨®lares. Esta tuvo que pagar las costas por valor de 25 millones. El DAB (Junta de Resoluci¨®n de Conflictos, la instancia previa de expertos) ya hab¨ªa desestimado antes la reclamaci¨®n, por lo que GUPC no consideraba en sus cuentas ning¨²n retorno.
El segundo arbitraje, que se refiere al del problema del basalto y la calidad del hormig¨®n, est¨¢ en curso, con expectativa de finalizaci¨®n en la segunda mitad de 2019. Esta reclamaci¨®n procede de 2013. El DAB reconoci¨® las demandas del consorcio y el pago del 60% de la reclamaci¨®n, es decir, 286 millones. La resoluci¨®n de Miami determinar¨¢ si debe pagar el 40% restante o si tiene que devolver la compensaci¨®n.
Aparte de estos dos arbitrajes quedan otros cuatro para los que no est¨¢n todav¨ªa ni constituidos los tribunales. De ellos, los m¨¢s importantes son los efectos por la parada t¨¦cnica que sufrieron las obras por falta de cash-flow y el sobrecoste de las compuertas.
Una m¨¢quina registradora de hacer dinero
En estos dos a?os el canal ha estado operativo el 100% del tiempo. La Autoridad del Canal ha ido variando el m¨¦todo de transitar los buques y ampliando el horario y el n¨²mero de operaciones conforme su personal iba adquiriendo experiencia. En dicho periodo han pasado por las nuevas esclusas un total de 3.500 barcos, entre ellos muchos buques gaseros y transatl¨¢nticos de pasajeros que por sus dimensiones no pod¨ªan pasar por las antiguas. A una media de 750.000 d¨®lares por barco, el canal ampliado ha generado en dos a?os unos 2.625 millones de d¨®lares, lo que supone m¨¢s del 80% de su presupuesto inicial.
Esto quiere decir que, a¨²n en el supuesto de que el coste final fuera superior, el plazo de amortizaci¨®n ser¨¢ muy corto, seg¨²n apuntan esas fuentes. En un plazo de tres a cinco a?os, la inversi¨®n se habr¨¢ amortizado, incluso en el peor escenario. M¨¢s, teniendo en cuenta que la vida ¨²til de los materiales ser¨¢, con el debido mantenimiento, muy superior a 100 a?os.
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