La ilusi¨®n del dinero f¨¢cil
La inocuidad de los desequilibrios presupuestarios es solo un espejismo
La deuda p¨²blica se ha estancado en valores que rozan un a?o de renta nacional, lo que representa la principal amenaza para la sostenibilidad del Estado de bienestar espa?ol. Seg¨²n los datos divulgados esta semana por el Banco de Espa?a, los pasivos de las administraciones p¨²blicas aumentaron en 5.000 millones de euros durante el mes de mayo, y m¨¢s de 10.000 millones en lo que va de a?o.
La din¨¢mica de la deuda es enga?osa. A corto plazo, sus efectos parecen inocuos. Durante el trienio de la recuperaci¨®n (2015-2017), la deuda se increment¨® en 103.000 millones de euros, mientras que los pagos por intereses se redujeron en 6.000 millones, lo que produce una sensaci¨®n de ¡°dinero f¨¢cil¡±.
Sin embargo, este resultado aparentemente favorable es fruto de una combinaci¨®n de factores excepcionales. Tipos de inter¨¦s ultrarreducidos, compra de deuda del BCE y abundancia de liquidez en los mercados, dopados por las inyecciones monetarias de los bancos centrales occidentales.
Recaudaci¨®n fiscal
En 2017, el total de impuestos y otros ingresos de las administraciones p¨²blicas alcanz¨® el 37,9% del PIB, cerca de 8,5 puntos menos que la media de la zona euro. As¨ª pues, el ratio de ingresos p¨²blicos totales sobre PIB es uno de los m¨¢s bajos de todos los pa¨ªses que comparten moneda ¨²nica, despu¨¦s de Irlanda y los pa¨ªses b¨¢lticos. Por otra parte, desde el inicio de la actual fase expansiva en 2014, la recaudaci¨®n se ha reducido en un punto de PIB, el doble que la media europea.
Es conocido que esas circunstancias tocan a su fin, lo que provocar¨¢ una espiral de pagos de intereses y m¨¢s deuda. El pr¨®ximo a?o, el Tesoro tendr¨¢ que renovar cerca de 90.000 millones de t¨ªtulos de deuda que vencen. La tarea se antoja algo m¨¢s complicada que en anteriores ejercicios, por la reducci¨®n anunciada del programa de compras del BCE desde principios de a?o, a?la que seguir¨¢ un aumento de tipos.
Por suerte, se prev¨¦ un crecimiento elevado de la econom¨ªa y una reducci¨®n del paro, lo que ayuda a reducir el d¨¦ficit tanto por el lado de los ingresos como de los pagos. Pero la expansi¨®n ir¨¢ perdiendo vigor.
La combinaci¨®n de unas condiciones de financiaci¨®n menos favorables y la reducci¨®n del crecimiento dificultar¨¢ el desendeudamiento. En estas circunstancias, y sin cambios en la pol¨ªtica fiscal, la deuda no bajar¨ªa del 90% del PIB hasta el 2025. Adem¨¢s, estas previsiones se han realizado bajo la hip¨®tesis optimista de una normalizaci¨®n progresiva de los tipos de inter¨¦s y crecimiento estable y relativamente elevado, en torno al 2% a partir de 2020. Si la econom¨ªa creciera menos, a tasas cercanas a su potencial, la deuda apenas bajar¨ªa.
En un escenario alternativo de deterioro de los mercados financieros, los pa¨ªses con deuda elevada, entre los que se encuentra Espa?a, sufrir¨ªan un aumento de la prima de riesgo, encareciendo el coste de la deuda. Seg¨²n las simulaciones de la Comisi¨®n Europea, este factor podr¨ªa provocar por si solo un importante crecimiento de la deuda, que se acercar¨ªa al 105% del PIB, lo que obligar¨ªa a tomar medidas traum¨¢ticas de recorte de gasto y aumento de la presi¨®n fiscal.
Se puede reducir la deuda sin descarrilar la recuperaci¨®n ni desmantelar la protecci¨®n social, como lo revela la experiencia de pa¨ªses como Suecia y m¨¢s recientemente de Portugal, o los esfuerzos de algunas comunidades aut¨®nomas. Para ello conviene actuar durante la expansi¨®n. Los estudios de la Comisi¨®n muestran que ninguno de los 20 episodios exitosos examinados se ha producido con tasas de crecimiento inferiores al 1,5%. Una mayor inflaci¨®n sin duda ayudar¨ªa, pero esta v¨ªa es inveros¨ªmil, si tenemos en cuenta los objetivos de pol¨ªtica monetaria y la ortodoxia de Alemania y de otros pa¨ªses con los que Espa?a comparte moneda ¨²nica.
Finalmente, aunque no hay panacea para moderar los d¨¦ficits, una mezcla de medidas de eficiencia tanto por el lado de los ingresos como de los gastos parece lo m¨¢s apropiado. Todo ello dentro de un plan estrat¨¦gico cre¨ªble. No olvidemos que los objetivos de deuda se han incumplido un a?o tras otro, pese a un contexto econ¨®mico excepcionalmente favorable.
La expansi¨®n se ha desaprovechado. Pero Espa?a todav¨ªa est¨¢ a tiempo para emprender una senda de reducci¨®n gradual de los desequilibrios, y as¨ª disponer de un margen de apoyo a la econom¨ªa y al empleo en momentos dif¨ªciles. Y, as¨ª, evitar el retorno de la austeridad.
Raymond Torres es director de Coyuntura de Funcas. En Twitter, @RaymondTorres_
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