Nueva Zelanda pone trabas a los extranjeros para comprar vivienda

El parlamento de Nueva Zelanda aprob¨® este mi¨¦rcoles una ley que restringe a los extranjeros la compra de viviendas en el pa¨ªs. Con esta medida, promesa del gobierno laborista que preside la primera ministra Jacinda Ardern, se pretende contener el aumento desmesurado de los precios inmobiliarios en el archipi¨¦lago, un 60% en la ¨²ltima d¨¦cada, que el gobierno achaca en parte a los especuladores extranjeros. Los ciudadanos de Australia y Singapur, con los que Nueva Zelanda tiene tratados de libre comercio, est¨¢n excluidos de la norma.

La escalada del precio de la vivienda, producto tambi¨¦n de la llegada de inmigrantes, el aumento del nivel de vida y la escasez de oferta, fue uno de los asuntos candentes de la campa?a de las elecciones del a?o pasado, sobre todo a ra¨ªz de un informe de la Universidad de Yale (EE UU) que afirmaba que Nueva Zelanda sufr¨ªa el mayor problema de personas sin hogar de todo el mundo desarrollado. La coalici¨®n laborista comandada por Ardern prometi¨® tomar cartas en el asunto.

No se trata de una prohibici¨®n total. La ley proh¨ªbe a los extranjeros comprar viviendas ya existentes, pero s¨ª permite comprar sobre plano, de forma que se incentive la construcci¨®n de nuevas viviendas para aumentar la oferta. En todo caso, para realizar esa compra, los extranjeros deber¨¢n contar con el permiso de la Oficina de Inversiones Extranjeras, que lo conceder¨¢ cuando el afectado demuestre que la inversi¨®n traer¨¢ beneficios para el pa¨ªs.

Durante el debate sobre la nueva ley, el ministro neozeland¨¦s de Comercio y Desarrollo Econ¨®mico, David Parker, afirm¨® que una quinta parte de las viviendas de Auckland, la capital, y una d¨¦cima parte de las del ¨¢rea de la ciudad de Queenstown, dos de las zonas m¨¢s caras, hab¨ªan sido adquiridas recientemente por inversores extranjeros, lo cual, ¡°sin duda¡± tiene un efecto en el precio. ¡°Este Gobierno cree que los neozelandeses no deben ser expulsados por compradores extranjeros ricos. Tanto si son hermosas propiedades junto a un lago o frente al mar como si se trata de modestas casas en suburbios, esta ley asegura que nuestro mercado inmobiliario est¨¢ en Nueva Zelanda, no en los mercados internacionales¡±, dijo el ministro.

Sin embargo, las empresas inmobiliarias y algunos partidos de oposici¨®n no creen que la ley tenga el efecto deseado. Seg¨²n cifras oficiales, solo el 2,8% de las casas vendidas en el primer trimestre en el pa¨ªs fueron a parar a manos de extranjeros, cinco d¨¦cimas menos que en el trimestre anterior. Tambi¨¦n han ca¨ªdo las cifras en las dos zonas mencionadas ¨Cdel 7,3 al 6,5% en Auckland y del 9,7 al 5,2% en Queenstown. ¡°Prohibir al 3% del mercado que compre casas en Nueva Zelanda no va a tener un impacto significativo en los precios¡±, afirma Bindi Norwell, jefa del Real State Institute (Instituto de la Propiedad), en declaraciones recogidas por el diario neozeland¨¦s NZHerald.

El sector inmobiliario se?ala, adem¨¢s, que la inversi¨®n extranjera contribuye al desarrollo de nuevos proyectos residenciales, lo que eleva la oferta disponible, tambi¨¦n para los residentes, y que la prohibici¨®n echar¨¢ por tierra la imagen de econom¨ªa abierta de Nueva Zelanda, lastrando inversiones en otros sectores.

Canad¨¢, Australia y otros pa¨ªses han tomado medidas en el mismo sentido en los ¨²ltimos a?os, intentando contener los precios de la vivienda. La norma neozelandesa entrar¨¢ en vigor en dos meses.