Los informes que refutan a la CNMC: Airbnb s¨ª infla el precio de la vivienda en EE UU

¡°No existe evidencia de una relaci¨®n directa y exclusiva entre la oferta de viviendas tur¨ªsticas y el precio de la vivienda¡±, aseguraba el lunes, en uno de sus apartados m¨¢s pol¨¦micos, el regulador de la Competencia. En contra de esta idea, varios estudios universitarios s¨ª han hallado esas evidencias. Es cierto que en Espa?a a¨²n no ha podido demostrarse, pero tres trabajos de EE UU y Canad¨¢ relacionan directamente el boom de Airbnb con el encarecimiento de la vivienda y la expulsi¨®n de vecinos de rentas bajas en ciudades como Los ?ngeles y Boston.

Un art¨ªculo analiza c¨®mo la plataforma de alquiler agrav¨® la crisis de vivienda que sufre Los ?ngeles

Hace tiempo que se debate sobre un supuesto efecto Airbnb: consiste en la presi¨®n que esta y otras plataformas ejercen en los barrios donde ofertan viviendas. Seg¨²n este fen¨®meno, se estar¨ªan detrayendo pisos de uso residencial para turistas por la expectativa de los propietarios de lograr mayores beneficios, expulsando de esas zonas a los vecinos con menor poder adquisitivo y elevando el precio de la vivienda, tanto de alquiler como de compra.

La Comisi¨®n Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) dec¨ªa en su informe sobre Espa?a no tener pruebas de que los pisos tur¨ªsticos eleven los precios. Pero en EE UU ¡ªdonde hay m¨¢s perspectiva para estudiar el fen¨®meno ya que fue el primer mercado donde comenz¨®¡ª s¨ª que hay estudios que demuestran la existencia del llamado efecto Airbnb.

Con el muy directo t¨ªtulo de C¨®mo los alquileres de corto plazo de Airbnb agravaron la crisis de alojamiento asequible en Los ?ngeles, el investigador Dayne Lee, analiz¨® en un texto publicado en 2016 por la Harvard Law & Policy Review los motivos por los que el alquiler en la ciudad californiana hab¨ªa subido un 7,3% en solo un a?o, 2014, obligando a los hogares a destinar al alojamiento una media del 47% de sus ingresos.

El art¨ªculo desmonta la idea de Airbnb como una plataforma que ofrece alojamiento a ¡°j¨®venes profesionales y artistas¡± que saltan de Nueva York a Madrid compartiendo alegremente sus viviendas. En lugar de esta imagen id¨ªlica de econom¨ªa colaborativa, Lee alerta sobre los riesgos de la ¡°hotelizacion¡± de edificios enteros, que reduce considerablemente la oferta residencial tradicional.

En Boston se junta una creciente demanda residencial con menos oferta

El texto tambi¨¦n intenta analizar hasta qu¨¦ punto se puede responsabilizar a Airbnb de la subida de los alquileres. Y, aunque es evidente que el encarecimiento se debe a una mezcla de factores que exceden a la empresa nacida en San Francisco hace una d¨¦cada, s¨ª da pistas sobre una relaci¨®n directa entre Airbnb y las alzas de precios. As¨ª, la mayor parte de los pisos que oferta la plataforma en Los ?ngeles se concentran en los siete distritos m¨¢s caros y densamente poblados. Pues bien, los alquileres en esas zonas subieron en 2014 un 33% m¨¢s que en los otros distritos.

Otro texto analiza los vecinos ¡°bajo amenaza¡± en determinados barrios de Nueva York

El siguiente art¨ªculo que ataca una de las argumentaciones centrales de la CNMC procede de la Universidad de Massachusetts. En ¡°?Est¨¢ el intercambio de casas impulsando el precio de los alquileres? Evidencias de Airbnb en Boston, Keren Horna y Mark Merantea tratan de buscar respuestas a las interrogantes sobre el efecto de Airbnb. Y el texto, publicado el a?o pasado, llega a la conclusi¨®n de que cada incremento en el n¨²mero de viviendas ofertado en la plataforma digital supone una subida del 0,4% en los alquileres reclamado por los propietarios. El art¨ªculo menciona el problema de que en un mercado imperfecto como el de la vivienda en Boston confluya una mayor demanda ¡ªpor el creciente n¨²mero de familias que quieren vivir en esa ciudad¡ª con una menor oferta ¡ªsuscitada por Airbnb¡ª. ¡°En una ciudad donde la demanda residencial supera a la oferta y dispara los precios r¨¢pidamente, los alojamientos compartidos [Airbnb y similares]contribuyen a esta din¨¢mica¡±, a?ade.

El ¨²ltimo art¨ªculo ¡ªAirbnb y la brecha del alquiler: Gentrificaci¨®n a trav¨¦s de la econom¨ªa compartida¡ª procede la universidad canadiense de McGill. En ¨¦l, David Wachsmuth y Alexander Weisler se centran en el caso de Nueva York. Y llegan a la conclusi¨®n de que la entrada de rentas que supone los ingresos de Airbnb son ¡°sistem¨¢tica y geogr¨¢ficamente¡± desiguales, creando una nueva brecha en barrios ¡°deseados y reconocidos internacionalmente¡±. Tambi¨¦n analiza los colectivos m¨¢s vulnerables de Nueva York, que sufren una creciente amenaza por la gentrificaci¨®n que origina Airbnb.