Las comunidades aut¨®nomas tendr¨¢n en 2019 m¨¢s dinero que nunca para gastar
Los mayores recursos que aportar¨¢ el sistema de financiaci¨®n en 2019 y la recuperaci¨®n de los impuestos vinculados a la actividad inmobiliaria nutren las arcas p¨²blicas auton¨®micas
Las comunidades aut¨®nomas podr¨¢n gastar en 2019 m¨¢s dinero que nunca. Aunque los ingresos por los impuestos propios est¨¢n a¨²n lejos del m¨¢ximo de los a?os del boom inmobiliario, los recursos procedentes del sistema de financiaci¨®n auton¨®mica han rellenado las arcas regionales de 165.000 millones, m¨¢s dinero del que han dispuesto hasta ahora. Aun as¨ª, estas administraciones son las encargadas de prestar servicios esenciales como la sanidad, la educaci¨®n o la atenci¨®n a la dependencia, unas competencias con tensiones de gastos crecientes, sobre todo en un pa¨ªs envejecido como Espa?a.
Los presidentes auton¨®micos gestionar¨¢n el pr¨®ximo a?o un gasto de m¨¢s de 165.000 millones de euros, la mayor cifra en manos de las comunidades de la serie hist¨®rica del Ministerio de Hacienda. La mejora de sus recursos procede tanto de los mayores recursos que aportar¨¢ el sistema de financiaci¨®n en 2019, como de la recuperaci¨®n de sus impuestos vinculados a la actividad inmobiliaria.
Las comunidades rozar¨¢n ya este a?o, si no lo superan, el m¨¢ximo de ingresos alcanzado en 2009, cuando gracias a la reforma del esquema de financiaci¨®n dispusieron de 163.904 millones. Ese ejercicio, la exministra de Econom¨ªa, la socialista Elena Salgado, sac¨® adelante un nuevo sistema de financiaci¨®n, vigente ahora, despu¨¦s de ofrecer 11.000 millones de euros m¨¢s a los presidentes regionales. Aunque la crisis financiera ya hab¨ªa lanzado la primera gran dentellada, las autonom¨ªas no percibieron la dimensi¨®n de la Gran Recesi¨®n, porque los recursos del modelo de financiaci¨®n se calcularon con unos ingresos poco realistas.
Adem¨¢s, ese mismo a?o recibieron otros fondos extraordinarios por el cierre del sistema de 2007, que fueron extremadamente generosos. El retraso de dos a?os para asignar los recursos definitivos del sistema es de las principales cr¨ªticas del actual modelo de financiaci¨®n. A las autonom¨ªas se les asigna cada a?o una cantidad de dinero que se corresponde con el 98% de la previsi¨®n de recaudaci¨®n de los impuestos cedidos (el 50% del IRPF, el 50% del IVA y el 58% de los impuestos especiales), que ser¨¢ liquidada dos a?os m¨¢s tarde, cuando el Estado cierra oficialmente el presupuesto de ese ejercicio. As¨ª, dos a?os despu¨¦s de entregar el dinero de un ejercicio, el Estado hace cuentas con las comunidades y les asigna m¨¢s recursos si se qued¨® corto en sus previsiones o les reclama dinero si se excedi¨® en sus pron¨®sticos. En los a?os de bonanza, las autonom¨ªas suelen recibir m¨¢s dinero de lo previsto y en los de crisis, menos. El problema llega cuando hay un cambio de ciclo. Entonces el retraso de dos a?os en el cierre definitivo del sistema deja a las autonom¨ªas sin margen de actuaci¨®n.
Junto a la gran aportaci¨®n que realizar¨¢ el sistema de financiaci¨®n en 2019 ¡ªunos 108.058 millones¡ª, los barones regionales tambi¨¦n ven c¨®mo se recupera poco a poco la recaudaci¨®n de sus ingresos propios. Sobre todo los impuestos vinculados al ladrillo, como el impuesto sobre transmisiones y actos jur¨ªdicos documentados. La actividad inmobiliaria recupera impulso en los ¨²ltimos trimestres. Cada vez se venden m¨¢s casas y las gr¨²as vuelven poco a poco a las ciudades. Eso repercute favorablemente en las arcas regionales, que esperan ara?ar unos 8.814 millones por esta figura impositiva, que se paga al comprar una vivienda. Y aunque a¨²n suponen la mitad de la cosecha de 2006, cuando este tributo aport¨® 18.571 millones, cada a?o desde 2015 mejora cerca de un 10% respecto al a?o precedente.
Aumento de costes
A pesar de esta lluvia de dinero, las comunidades seguir¨¢n sufriendo apuros econ¨®micos. Por un lado, las grandes infraestructuras construidas durante los a?os de expansi¨®n elevaron sus costes fijos. As¨ª, por ejemplo, la construcci¨®n sin una planificaci¨®n econ¨®mica de ocho hospitales en Madrid entre 2007 y 2011 ha disparado el gasto sanitario en la regi¨®n. Por otra parte, las comunidades prestan servicios p¨²blicos muy costosos y con tendencia a aumentar, como la sanidad, la educaci¨®n, los servicios sociales y la dependencia. Los avances tecnol¨®gicos continuos en el sector sanitario y las innovaciones farmac¨¦uticas encarecen los servicios. Adem¨¢s, el hecho de que Espa?a sea un pa¨ªs cada vez m¨¢s envejecido hace que el coste sanitario sea mayor. Y por ¨²ltimo, la mejora de la atenci¨®n sanitaria hace que se eleve tambi¨¦n el gasto porque hay m¨¢s enfermos cr¨®nicos que antes no pod¨ªan seguir adelante.
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, el organismo que vela por la sostenibilidad de las finanzas p¨²blicas, ha advertido en varias ocasiones del aumento del gasto sanitario. Calcula que crecer¨¢ cerca del 5% anual debido al envejecimiento de la poblaci¨®n espa?ola.
Hay varios indicadores que revelan las dificultades financieras que a¨²n mantienen las autonom¨ªas. Por un lado, tienen 35.000 empleados p¨²blicos menos que en 2012, cuando empezaron a tomarse en serio los ajustes presupuestarios. Por otro, el dinero que destinan a la inversi¨®n p¨²blica sigue muy lejos de lo alcanzado en 2007, cuando promet¨ªan infraestructuras sin reparar en el gasto.
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