Madrid pone coto a los pisos tur¨ªsticos y les culpa de subidas ¡°astron¨®micas¡± en los alquileres
El plan del Ayuntamiento para regular los alojamientos vacacionales pasa al periodo de alegaciones
La presi¨®n de los pisos tur¨ªsticos en algunas zonas de Madrid produce problemas de la habitabilidad, convivencia y seguridad e ¡°incide en el precio de acceso a vivienda¡±, llegando a causar ¡°un aumento astron¨®mico de los precios de los alquileres¡± en el distrito Centro de Madrid. Esto es lo que asegura el proyecto de normativa por la que Ayuntamiento de la capital (de Ahora Madrid) limitar¨¢ enormemente la oferta de alojamientos vacacionales en los barrios m¨¢s c¨¦ntricos; vetar¨¢ todos aquellos pisos a los que haya que acceder por el portal. As¨ª, Madrid contradice el reciente informe de la Comisi¨®n Nacional de los Mercados y la Competencia?(CNMC) que sostiene que ¡°no existe evidencia¡± de que los pisos tur¨ªsticos encarezcan la vivienda.
La enorme proliferaci¨®n de pisos tur¨ªsticos que se ofrecen a trav¨¦s de plataformas web como Airbnb o Homeaway est¨¢ cambiando a toda velocidad la vida de numerosas ciudades, lo que ha desencadenado un encarnizado debate entre defensores y detractores de dicho modelo. Si buena parte de los argumentos de los primeros ¡ªposibilidad de negocio para los propietarios; reducci¨®n de precios del alojamiento vacacional; ¡°empoderamiento¡± del consumidor¡ª est¨¢n recogidos en un reciente informe de la CNMC, las quejas est¨¢n desgranadas en la documentaci¨®n del Plan Especial de Regulaci¨®n del Uso de Servicios Terciarios de Hospedaje del Ayuntamiento de Madrid, que a partir de este s¨¢bado y hasta el 27 de septiembre estar¨¢ abierto a alegaciones como paso previo a su aprobaci¨®n definitiva.
Por ejemplo, la memoria del plan, a la que ha tenido acceso este peri¨®dico, asegura que se est¨¢ produciendo ¡°la expulsi¨®n de poblaci¨®n residente¡± y la ¡°terciarizaci¨®n de ¨¢reas urbanas¡± de los barrios m¨¢s afectados. La culpa, contin¨²a el texto, es de la presi¨®n de los pisos tur¨ªsticos, que reducen la oferta residencial, causan ¡°un impacto sobre la habitabilidad de los edificios, la convivencia y seguridad de las personas y la utilizaci¨®n del espacio p¨²blico; e inciden en el precio de acceso a la vivienda y el desarrollo del resto de actividades econ¨®micas¡±.
Por ello, y para defender ¡°el uso residencial¡± de esos vecindarios, la nueva regulaci¨®n establece que los pisos tur¨ªsticos que se alquilen de forma profesional (los que se rentan enteros m¨¢s de tres meses al a?o) tengan que obtener una licencia de actividad. Y en los distritos de la almendra central de la ciudad y otros tres lim¨ªtrofes ¡ªen total, la nueva regulaci¨®n afectar¨¢ a una superficie de 52.768.610 metros cuadrados¡ª esta no les ser¨¢ concedida en los edificios de uso residencial si no tienen un acceso independiente al del resto de viviendas.
Esto significa, en la pr¨¢ctica, vetar la inmensa mayor¨ªa de la oferta actual, ya que la norma tampoco dar¨¢ permiso a los bajos con acceso directo desde la calle. Cuando hace unos meses se present¨® el proyecto, el Ayuntamiento calcul¨® que podr¨ªa afectar al 95% de los pisos tur¨ªsticos.
Las claves de la norma municipal
Profesionales. Las viviendas que se alquilen a turistas enteras m¨¢s de tres meses al a?o en la ciudad de Madrid "deber¨¢n contar con t¨ªtulo habilitante [del Ayuntamiento] para implantar y ejercer dicha actividad".
En centro y aleda?os. En la almendra central de la ciudad (el interior M-30) y algunos barrios lim¨ªtrofes de Carabanchel, Latina y Usera, para conseguir esa autorizaci¨®n en edificios residenciales se deben cumplir lo criterios de un plan especial que est¨¢ ahora mismo en tramitaci¨®n.
Entrada independiente.?El principal requisito ser¨¢ tener una entrada independiente a la del resto de viviendas. Ese acceso no puede ser directo desde la calle. En la zona m¨¢s alejada del centro (la normativa establece tres anillos), no har¨¢ falta esa entrada propia en edificios que ya admitan otros usos terciarios, como oficinas.
Edificios enteros. Los inmuebles residenciales que quieran dedicarse enteros al alquiler tur¨ªstico deber¨¢n, dependiendo de las compatibilidades y niveles de protecci¨®n de la normativa, tramitar una licencia urbanistica o planes especiales. En las zonas m¨¢s residenciales y c¨¦ntricas estar¨¢n prohibidos.
La normativa establece tres ¡°anillos¡± conc¨¦ntricos ¡ªdivididos ¡°en funci¨®n de la saturaci¨®n de alojamientos¡± que hay en cada zona¡ª y con condiciones m¨¢s restrictivas para los barrios m¨¢s c¨¦ntricos, con mayor congesti¨®n. En el anillo m¨¢s alejado no har¨¢ falta esa entrada independiente si se trata de un edificio residencial en el que se permiten actividades terciarias (por ejemplo, oficinas).
Lo mismo ocurre con las restricciones para poder destinar un edificio residencial entero a la oferta de viviendas tur¨ªsticas. En este caso, vetar¨¢ su implantaci¨®n en las zonas m¨¢s residenciales de los anillos 1 (distrito Centro) y 2 (Chamber¨ª y algunos barrios de Chamart¨ªn, Salamanca, Retiro, Arganzuela y Moncloa). Para el resto, dependiendo de las caracter¨ªsticas urban¨ªsticas del vecindario, ser¨¢ necesario una licencia urbanistica o un Plan Especial de Control Urban¨ªstico Ambiental del Usos o, incluso, un Plan Especial de Protecci¨®n para los edificios protegidos (con las catalogaciones 1 y 2, las m¨¢s altas).
El Consistorio subraya que con este plan no pretende eliminar este tipo de servicio y recuerda que los pisos que se alquilen menos de tres meses al a?o o solo renten alguna habitaci¨®n no estar¨¢n sometidos a la norma. Lo que se pretende, aseguran, es reducir la saturaci¨®n y ¡°descentralizar su uso¡± para que la actividad se extienda por otras zonas de la ciudad. La normativa argumenta que el acceso a las zonas del centro m¨¢s atractivas para los turistas son muy accesibles desde casi cualquier parte de la ciudad. Cuatro de cada cinco barrios de la capital est¨¢n a menos de media hora en transporte p¨²blico, ¡°solo tres est¨¢n a m¨¢s de 35 minutos y las distancias medias para cada anillo son de 12, 19 y 30 minutos¡±, asegura el informe.
¡°Segregaci¨®n residencial¡±
El Consistorio sostiene que la norma compatibilizar¨¢ ¡°el inter¨¦s de los propietarios por obtener un rendimiento econ¨®mico¡± con otros intereses como la protecci¨®n del medio ambiente, el derecho al descanso, ¡°preservar el uso urban¨ªstico residencial de vivienda e impedir procesos de gentrificaci¨®n en determinadas zonas de la ciudad¡±.
La memoria describe un proceso en cadena en el que cada vez m¨¢s viviendas habituales se destinan a pisos tur¨ªsticos, lo que reduce el stock de viviendas en el mercado residencial, y se genera de ese modo un aumento de los precios de los alquileres, la expulsi¨®n de muchos residentes y la conversi¨®n del centro en una zona residencial de rentas altas. ¡°Este incremento en los precios del mercado inmobiliario puede tener importantes impactos negativos, lo que puede implicar una nueva segregaci¨®n residencial de clase¡±.
Y de edad, al ¡°provocar un desplazamiento a otras zonas de la ciudad de determinados perfiles de poblaci¨®n joven, que tradicionalmente han alquilado de manera conjunta viviendas en estos barrios promoviendo su dinamizaci¨®n y rejuvenecimiento¡±. Adem¨¢s, esta ¡°colonizaci¨®n¡± reorienta la actividad econ¨®mica de estas zonas, que se encaminan m¨¢s a satisfacer la demanda tur¨ªstica, ¡°sustituyendo el comercio de proximidad por otro destinado al nuevo perfil de poblaci¨®n¡±.
Pugna entre la alcaldesa Carmena y Competencia
En la guerra de Airbnb hay dos bandos claramente diferenciados. En uno de ellos se sit¨²a el Ayuntamiento de Madrid que lidera Manuela Carmena y en el otro, la Comisi¨®n Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Los puntos de desacuerdo entre uno y otro van m¨¢s all¨¢ de c¨®mo interpretan el efecto de las plataformas de alquiler vacacional ¡ªel primero considera que contribuye a aumentar los precios de la vivienda, mientras que el segundo no ve evidencia de este efecto¡ª.
Adem¨¢s, Competencia trata de impugnar la normativa sobre este sector impulsada por los Ayuntamientos de Madrid, Bilbao y San Sebasti¨¢n. Estas normas atentan, seg¨²n la CNMC, contra la competencia y perjudican a consumidores. El equipo de Carmena replica que defender¨¢ con u?as y dientes en los tribunales su normativa sobre pisos tur¨ªsticos.
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